Solo para poder recuperar tu amor
Capítulo 57

Capítulo 57:

Poco después de que Fay se marchara, Diane salió de otro ascensor. Había bajado a buscar algo.

Iba bien vestida. Había una expresión en su rostro que la hacía parecer preocupada. Pero no era más que una treta.

Yusuf no quería hablar con ella. Así que se quedó callado. Sin embargo, le habló. «Gracias por visitar a Edmund, Yusuf.»

Al oír lo que ella decía, asintió levemente con la cabeza y llamó a la puerta de la sala.

Un par de segundos después de que ambos entraran, Diane sacó de la caja de comida el desayuno que había preparado.

«¡Vaya, Diane! Eres una mujer tan virtuosa». Yusuf se apoyó perezosamente en el extremo de la cama de Edmund y le hizo un cumplido sonriendo.

«Qué bien que hayas preparado algo de comer. ¿Me das un poco, por favor?»

Su pregunta la pilló desprevenida. Pero ella sonrió y dijo: «Tienes mucha gente que te cocina, ¿no?».

Mientras estaban fuera de la sala hace un momento, Diane se mostró cortés con Yusuf porque tenía un motivo oculto.

No quería que la fotografiaran comportándose de forma descortés En el fondo de su corazón deseaba que él no hubiera venido al hospital. Así podría estar a solas con Edmund.

No era habitual que Edmund se ausentara del trabajo por motivos de salud. Quería aprovechar la situación para pasar tiempo con él.

Después de reflexionar mucho sobre el estado de su relación en el último año, llegó a la conclusión de que no había ningún progreso significativo.

Según su análisis, Edmund siempre estaba ocupado haciendo una cosa u otra. Como resultado, pasaba la mayor parte del tiempo en reuniones o viajes de negocios. En algún momento, también se preocupó por el trabajo.

Para su sorpresa, Edmund le dijo con voz tranquila: «Yusuf y yo tenemos que hablar de asuntos de trabajo. Ya puedes volver. Gracias por venir».

Esto molestó mucho a Diane. Pero tenía que comportarse con elegancia. Así que se levantó y cogió su bolso.

«Está bien, me iré entonces. Pero debes comer toda la comida que cociné. Y no trabajes demasiado. ¿Está claro?»

«Sí, lo está». Edmund asintió con la cabeza.

«Lo siento, Diane», dijo Yusuf, agitando la mano hacia Diane.

«Te invitaré a cenar otro día para expresarte mis disculpas».

¿Por qué iba a querer comer con un playboy como él?

Nada de Yusuf la fascinaba. Así que dio media vuelta y se fue.

Para ella, Edmund era el mejor. Había mantenido su castidad durante años.

No estaba en su naturaleza estar con una mujer casualmente, excepto Chelsea. Esa desvergonzada que se había metido en su cama.

La sola mención de su nombre hacía rechinar los dientes a Diane.

Era una espina tan clavada en el corazón de Diane que no podía deshacerse de ella, ni siquiera después de divorciarse de Edmund.

Chelsea regresó y se convirtió en guionista. Se unió al proyecto de rodaje del Grupo Nelson.

Tras comprobar el currículum de Chelsea, Diane descubrió que había sido una excelente estudiante. Eugene también era su tutor.

Por lo que parecía, no era tan inútil como Diane pensaba. Esto la disgustó mucho. ¿Qué iba a hacer ahora?

Algunos periodistas estaban delante de la puerta del hospital. Y Diane tendría que enfrentarse a ellos. Para no parecer estresada, inhaló y exhaló profundamente varias veces.

Cuando Diane se marchó, Yusuf apoyó sus largas piernas en la barandilla del extremo de la cama.

Miró a Edmund y le dijo: «Me ha dicho Chris que te dolía el estómago por lo de Chelsea anoche».

«¿No tienes otra cosa que hacer que cotillear sobre mí todo el día?». replicó Edmund. Luego volvió a dejar la comida en la mesa.

Inesperadamente, Yusuf empezó a consolarlo. «Chelsea dijo que nunca te había querido. Estoy bastante seguro de que no decía la verdad. Todos vimos lo cariñosa que fue contigo en los últimos tres años».

Pensó que Edmund también debía haber sentido el Amor.

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