Solo para poder recuperar tu amor
Capítulo 193

Capítulo 193:

A Edmund no le preocupaban las exigencias de Roy. Tenía muchos guionistas excelentes a los que podía recurrir.

Sin embargo, cuando Roy había hecho su petición, Chelsea había sido la primera persona que había venido a la mente de Edmund.

En primer lugar, era admiradora de Roy y conocía muy bien su trabajo. También respetaba mucho a Roy, por lo que se había esforzado mucho en su trabajo.

Más que nada, era una guionista muy capaz. Aunque Chelsea era joven y todavía bastante novata en la escritura de guiones, Edmund estaba seguro de que superaría la prueba de Roy.

Por lo tanto, accedió rápidamente a la petición de Roy.

«Tu petición es razonable. Haré que buenos guionistas se preparen para la prueba. Puedes elegir a uno de ellos que veas apto para el trabajo».

Roy se mostró muy satisfecho.

«Bien. Propongo que decidamos los derechos de autor más tarde. Primero, quiero ver de qué son capaces los guionistas.

Cada empresa con la que trabajo tiene diferentes calificaciones de guionista, así que primero necesito saber la capacidad de los guionistas», explicó Roy.

«Firmaré con la empresa cuyos guionistas cumplan mis especificaciones.

El precio no me importa», concluyó Roy. Edmund era muy consciente de ello. El padre de Roy era un magnate inmobiliario con innumerables propiedades y no le faltaba dinero.

Incluso sin un pasado familiar tan prominente, había acumulado riqueza como guionista a lo largo de los años, suficiente para convertirlo en un hombre rico.

Edmund ofreció un precio alto simplemente para demostrar su sinceridad. Tras la conversación, ambos salieron del café en dirección a la librería Fresh. La firma de libros de Roy estaba a punto de comenzar y Edmund iba a asistir.

Sin embargo, su objetivo era Chelsea, que también asistiría a la firma de libros.

Al entrar en la librería, Roy fue a reunirse con su equipo. Pronto subiría al escenario.

Edmund escudriñó el vestíbulo, pero Chelsea no aparecía por ninguna parte.

Miró su reloj de pulsera y frunció el ceño. La firma de libros estaba a punto de comenzar. ¿Por qué no estaba allí todavía?

A juzgar por su limitado conocimiento de Chelsea, no creía que fuera una persona impuntual.

«¿Cómo es que Chelsea aún no ha aparecido?». Edmund le preguntó a Fay.

«No lo sé. Le envié un mensaje, pero no he obtenido respuesta».

«Llámala», ordenó Edmund.

Fay se apresuró a llamar a Chelsea, pero no pudo comunicarse.

«Ha apagado el teléfono», dijo Fay, sorprendida.

Edmund frunció el ceño. Presentía que algo iba mal.

Chelsea ya debería estar en la firma de libros y su teléfono no debería estar apagado.

Siempre tenía cuidado con esas cosas. Habría cargado el teléfono en previsión de hacerse fotos con Roy.

Fay intentó llamarla de nuevo e incluso probó a videollamarla por Facebook. Sin embargo, seguía sin conseguirlo. El mal presentimiento en las tripas de Edmund aumentó.

Sacó su teléfono y llamó a Yusuf. «Necesito que compruebes todas las cámaras de CCTV cercanas al apartamento de Chelsea. Necesito saber su paradero ahora mismo», ordenó secamente.

«¿Por qué?» preguntó Yusuf con asombro. «¿Qué ocurre?»

«No puedo localizarla y tengo un mal presentimiento», respondió Edmund.

«Haz lo que te digo rápidamente», repitió, y colgó el teléfono.

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