Solo para poder recuperar tu amor
Capítulo 148

Capítulo 148:

Philip puso especial énfasis en la palabra de repente y la implicación fue bastante evidente para Edmund.

Pareciendo muy tranquilo, Edmund contestó: «Nunca pensé en el matrimonio. Simplemente me conformaba con que nos gustáramos».

Luego añadió: «Quizá esto tenga que ver con el hecho de que estuve casado una vez. El matrimonio requiere algo más que amor. Llevo con Diane más de un año desde mi divorcio. Tengo la fuerte sensación de que no haríamos buena pareja».

La expresión hosca de Philip empezó a hacerse notar. Cuando volvió a hablar, su tono era áspero.

«Entonces, ¿admites que te gusta Diana pero te niegas a casarte con ella?».

Edmund pensó que había sido muy malinterpretado. «No me refiero a eso», dijo.

La ansiedad de Philip estaba llegando a su punto álgido. «Entonces, ¿qué quieres decir?», preguntó.

«Quiero decir que Diane se merece un hombre mejor que realmente quiera casarse con ella», replicó Edmund con firmeza.

De hecho, desde que se divorció de Chelsea, Diane y él nunca habían estado juntos.

Sus encuentros habían sido contados. Sólo asistían juntos a algunas cenas de negocios. Era Diane quien fingía como si algo pasara entre los dos.

Ella era la estrella del Grupo Nelson, y la estrella femenina más popular. Así que no tuvo más remedio que dejar que le acompañara a las cenas de negocios. Él no había hecho esto porque ella le gustaba. Simplemente lo hizo por el futuro del departamento de cine y televisión del Grupo Nelson.

Al principio, Edmund había creado el departamento de cine y televisión para Diane porque estaba harto de que Ethan le obligara a casarse con Chelsea. Pero desde que había creado este departamento, se esforzaba por convertirse en el líder del sector.

«Sé lo que quieres decir.» Aunque Edmund dijera algo que iba en contra de los deseos de Philip, era inútil perder los estribos en ese momento.

Philip levantó entonces su copa y dijo: «Vamos. Brindemos. No sé cuándo volverá a presentarse una oportunidad así».

Edmund sabía que Philip nunca lo dejaría pasar, pero aun así levantó la copa con calma y dijo: «Siempre estoy dispuesto. Siempre estaré a una llamada de reunirme».

Philip forzó una sonrisa ante aquello.

Después de dejar el vaso, Philip preguntó: «¿Cómo está tu padre últimamente? Dentro de unos días me voy de viaje de negocios al extranjero. Me gustaría conocerle».

El rostro de Edmund se ensombreció. De repente se dio cuenta de que Philip estaba realmente enfadado con él.

La razón por la que Philip mencionó al padre de Edmund fue para recordarle que la familia Nelson le debía un gran favor. Si Edmund se negaba a casarse con Diane, quedaría como un mocoso desagradecido ante los ojos de todos.

Sin embargo, Edmund no era el tipo de hombre al que se pudiera hacer cambiar de opinión fácilmente. «Creo que se alegrará mucho si le haces una visita».

Con esta respuesta tranquila y serena, Edmund intentaba demostrar a su compañero que no se sentía amenazado.

Philip había impedido que los padres de Edmund se divorciaran. Edmund estaría más que feliz de expresar su gratitud a Philip dándole dinero. Pero pedirle que se casara con Diana era demasiado.

Además, el padre de Edmund seguía vivo, por lo que Philip podía pedirle personalmente una retribución. No tenía sentido acudir a él.

Philip entornó los ojos bajo las gafas de montura dorada, pero no dijo nada. Luego levantó su copa y bebió con elegancia.

En ese momento sonó el teléfono de Edmund, rompiendo el incómodo silencio. Miró el identificador de llamadas y se excusó cortésmente: «Lo siento. Tengo un asunto urgente que tratar, así que me despido ahora».

Philip le dedicó una sonrisa amable, que no le llegó a los ojos, y le dijo: «Sigue con tu trabajo».

Edmund cogió su teléfono y se marchó.

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