Solo para poder recuperar tu amor
Capítulo 107

Capítulo 107:

«¿Quién es?» Era la voz de Chelsea. Alena y Sonya se sonrieron. La habían encontrado.

Cuando Chelsea abrió la puerta, vio a Alena y Sonya de pie fuera con el ceño fruncido similares en sus rostros. Al principio se sorprendió un poco, pero se calmó rápidamente antes de que se dieran cuenta.

Se irguió con elegancia en el porche y preguntó amablemente: «¿Qué puedo hacer por ustedes?». No esperaba que vinieran a buscarla en persona.

Sonya la miró fijamente y le dijo: «¡Chelsea, cómo te atreves a colgar el teléfono mientras mi madre hablaba contigo!».

Chelsea preguntó con indiferencia: «¿Por qué no debería haberlo hecho? ¿Tenía que esperar allí y limitarme a que me regañaran?».

Alena se mofó: «¿Qué hay de malo en que te regañe? Te lo mereces. ¿Cómo te atreves a seducir a Edmund otra vez?».

Al oír la acusación de Alena, Chelsea se enfadó tanto que no pudo evitar reírse. Se cruzó de brazos y las miró, dispuesta a echarles la bronca.

«Señora Nelson, señorita Nelson, por favor, escuchen con atención porque no voy a repetirme. Primero, nunca he tomado la iniciativa de acercarme a Edmund después del divorcio, ni una sola vez, así que no hubo nada de la supuesta seducción de la que ustedes hablan. Segundo, ahora no tengo nada que ver contigo ni con tu familia, así que no tienes derecho a regañarme. Espero haber sido claro».

«Tú…» Alena no esperaba que Chelsea fuera tan elocuente y dominante ahora. Ella no había sido así antes.

Le dio tanta rabia e impotencia que levantó la mano para abofetear a Chelsea.

Sin embargo, en cuanto Alena estiró la mano, Chelsea la apuntó con la cámara de su teléfono y sonrió con satisfacción.

Dando un paso atrás, levantó el teléfono y dijo tranquilamente: «Señora Nelson, con el debido respeto, si se atreve siquiera a tocarme, colgaré el vídeo en Internet. Sabe, con lo que ha evolucionado la tecnología, el vídeo sólo tardará unos minutos en difundirse y para entonces su imagen estará por los suelos. Puede que si tienes suerte incluso afecte al precio de las acciones de la empresa de tu hijo. Así que, por favor, piénsatelo dos veces antes de abofetearme».

Alena retiró la mano inconscientemente al oír sus palabras. No había pensado que la otrora tímida y débil Chelsea pudiera hacer algo así.

Estaba entre la espada y la pared. No era apropiado para ella seguir burlándose de Chelsea, tampoco quería irse con Sonya.

Al cabo de un rato, estaba tan enfadada que le hirvió la sangre, se agarró el pecho y se desmayó tras un grito.

«¡Mamá! ¡Mamá!» Sonya gritó histérica.

Dio un paso adelante y sujetó a Alena cuando estaba a punto de caerse. Tras apoyarla contra la pared, gritó desesperada el nombre de Alena, pero su madre no respondió.

Sonya se secó las lágrimas, se levantó y corrió hacia Chelsea. «¡Zorra! Has hecho que mi madre se desmaye. Te voy a matar».

Chelsea abofeteó la cara de Sonya y alzó la voz para intentar hacerla entrar en razón. «Sonya, no deberías crearme problemas ahora. Lo que debes hacer ahora es llamar a una ambulancia para salvar a tu madre antes de que se ponga grave».

Sonya recuperó algo de sentido por la bofetada. Entonces sacó su teléfono y llamó a una ambulancia.

Mientras esperaba a la ambulancia, Sonya llamó a Edmund.

Gritó histérica: «Edmund, mamá se ha desmayado por culpa de Chelsea.

A ver si ahora todavía puedes protegerla».

En comparación con Sonya, que estaba fuera de control, Chelsea había estado tranquila y racional todo el tiempo, y su teléfono no había dejado de grabar Sabía que Sonya distorsionaría lo que estaba bien y lo que estaba mal. Sin pruebas sería calumniada e incapaz de explicar lo sucedido.

Como el lugar estaba cerca de la empresa, Edmund llegó casi al mismo tiempo que la ambulancia tras recibir la llamada.

Cuando los paramédicos cargaron a Alena en la camilla y se la llevaron con ellos, Edmund frunció el ceño y se volvió hacia Chelsea.

«¿Qué había pasado?»

Chelsea señaló la cámara del techo y dijo: «Las imágenes de vigilancia y el vídeo de mi teléfono lo demostrarán todo. No necesito explicar nada».

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