Sin escape
Capítulo 38

Capítulo 38:

Ruby levantó cuidadosamente la cabeza y miró a Sheila, no le contestó, en cambio le preguntó: «Sheila, ¿Te gusta el Señor Cordón?».

Sheila inmediatamente hizo un gesto con las manos: «A mí no, me refiero a las demás. Hay muchas que están enamoradas del Señor Cordón”

La severidad en Ruby se desvaneció, aconsejó a Sheila, «Es bueno que no te hayas enamorado del Señor Cordón, verás, con su estatus, debe ser exigente con su pareja, la persona que pueda ser novia del Señor Cordón debe ser una persona sobresaliente»

«El Señor Cordón sólo está jugando en el Royal Club, ninguna de estas mujeres lindas y coquetas atraparan su atención.

Sheila, no nos estoy menospreciando, pero el Señor Cordon debe tener grandes expectativas, no te vuelvas loca junto con la gente l$sciva, o al final serás tú la perjudicada».

Después de terminar su sermón, dio un vistazo a Sheila, la cual bajó la cabeza y no dijo nada. Ruby frunció los labios y tomó la mano de Sheila,

«Sheila, te lo digo por tu propio bien. Tú ves que no le digo esto a nadie, somos amigas y no quiero que te hagan daño»

Sheila parecía un poco incómoda, «Lo sé Ruby, voy a volver al trabajo». Aunque Ruby probablemente dijo eso por el bien de Sheila, el orgullo de Sheila seguía herido.

Ruby no pensó mucho y se fue al hospital.

Entró en la sala y Grace seguía inconsciente, frunció los labios, «Qué dolor”

Habló con el médico y éste le comentó que la herida de la frente de Grace tenía mal aspecto, pero en realidad no era tan grave, sólo había perdido algo de sangre porque la llevaron tarde al hospital. El verdadero problema era el frágil cuerpo de Grace, no estaba muy sana.

Fue al día siguiente por la tarde cuando Grace recuperó la conciencia, la fiebre le bajó, pero su temperatura corporal seguía siendo más alta de lo normal.

Abrió los ojos, tenía la garganta reseca, dijo con voz ronca: «Tengo sed».

El sonido despertó a Ruby, se frotó el puente de la nariz y miró a Grace,

«Espera», dijo Ruby con frialdad. Entonces le sirvió un vaso de agua.

Grace tomó el agua de Ruby, no dijo nada y se terminó el agua tranquilamente.

No dijo nada ni siquiera después de terminar el agua.

La sala estaba en silencio, Grace cerró los ojos, esperando que la otra parte dijera algo.

De repente.

«Tú te has golpeado la frente con el pomo de la puerta, te va a quedar una cicatriz. Pero parece que ya tienes bastantes cicatrices en la frente ya, no debería ser un gran problema añadir otra a la cuenta. No se lo digas a nadie, he solicitado unos días libres para ti en el Royal Club, deberías volver al trabajo cuando te baje la fiebre. He pagado todos los gastos del hospital, mientras estés ingresada, tendrás tres comidas puntuales»

Grace seguía sin decir nada.

Ruby se estaba enfadando, pensaba que Grace estaba poniendo a prueba su paciencia, «¿Me oyes? Todo este incidente no fue sólo culpa mía, tú también tienes la culpa.

Nadie pasa la noche fuera del apartamento después de haberse empapado con la lluvia, por eso te ha subido tanto la fiebre, si no, no te habrías tropezado por un leve toque mío”

Grace continuó quedándose en silencio.

Ruby no pudo evitar levantar la voz: «¿Qué quieres de mí? Te llevé al hospital, y si no fuera por mí, hace tiempo que estarías muerta por la fiebre alta. También he pagado tus gastos de hospitalización.

Sólo soy una estudiante universitaria, estoy trabajando a tiempo parcial durante las vacaciones de verano sólo para obtener algunos ingresos extra para mis estudios y mis gastos diarios. No tengo mucho dinero, pero aun así he pagado los gastos del hospital por ti. Sin embargo, todavía no dejas pasar esto, Grace, sólo di tu precio, ¿Cuánto quieres de mí?».

Grace agachó la cabeza y seguía con la boca cerrada.

Ruby estaba furiosa: «¡Qué quieres, sólo dilo!»

Ruby estaba dispuesta a pagar mucho dinero porque Grace era conocida por ser una persona codiciosa, no habría dejado pasar esta oportunidad de chantaje.

Grace la miró con desdén.

Levantó la vista lentamente y miró a Ruby, su voz era ronca y gruesa, era p$netrante, dijo despreocupada: «Quiero que te disculpes».

Los ojos de Ruby se abrieron de par en par, no podía creer lo que escuchaba: «¿Quieres que me disculpe?». Su voz era p$netrante mientras repetía: «¿Quieres que me disculpe?».

Era increíble, para Ruby, disculparse con Grace era algo vergonzoso y absurdo.

«Dilo, ¿Cuánto quieres de mí?» se burló Ruby.

Grace que estaba recostada en la cama negó con la cabeza, dijo lentamente, pero con seguridad: «Sólo quiero una disculpa de tu parte».

«¡Tú!» Ruby miró fijamente a Grace, estaba hirviendo de ira, dijo fríamente, «¿Y si no me disculpo, piensas contarle a la gente este incidente? ¿Inventar historias cuando te pregunten?»

Grace se quedó callada, disculparse después de hacer algo malo era de sentido común, ¿No?

A Ruby le repugnaba demasiado, ¿Pedir perdón a Grace era algo tan difícil de hacer?

Grace pensó para sí misma, si fuera otra persona en su lugar, ¿Ruby seguiría actuando así?

Grace suspiró y escuchó a Ruby suspirar también, aun así, se quedó callada. No estaba enfadada por no recibir una disculpa, en el fondo sólo quería que Ruby la respetara como un ser humano normal.

Aunque lo entendía, desde hace mucho tiempo ya nadie la respetaba como un ser humano normal.

Caden Shaw… un hombre tan poderoso, realmente podía arruinar la vida de una persona si lo deseaba, de la cabeza a los pies, de adentro hacia afuera, estaba completamente destruida.

Pensó para sí misma con remordimiento, no podía pedir nada ni debía pedir nada, ya no tenía derecho a recibir ‘respeto’ de nadie.

«Grace, aunque te diera todo el dinero que tengo, nunca te pediría perdón. Puedo arrodillarme por dinero, puedo actuar como una p$rra por dinero, puedo mover la cola para complacer a cualquier persona rica, pero Grace, si eres tú, aunque haya hecho algo malo, no mereces una disculpa de mi parte”, dijo Ruby con vehemencia.

“Cuéntale a la gente del incidente si quieres, pero nadie te creerá, no digas que no te avisé. Soy una estudiante de la Universidad S he trabajado y estudiado mucho, tú no eres más que una avariciosa que haría cualquier cosa por dinero. ¿Crees que la gente creería tus palabras o las mías?».

Grace apretó el puño mientras le hablaba, trató de aguantar, trató de suprimir el dolor en su pecho, Ruby había salido de la sala después de decir todas las cosas horribles, dio un portazo mientras se iba. Grace vio al techo blanco y dejó que el dolor le comiera el cuerpo, se sentía impotente.

Pensó que ya no sentiría dolor, pensó que el orgullo ya no era nada para ella.

«¿Qué me pasa hoy?», murmuró para sí misma, con voz áspera, «Debe ser la fiebre», se respondió a sí misma.

Grace sabía muy bien que no buscaba una disculpa, pero sólo quería que la trataran como a un ser humano más.

Un rayo de dolor pasó por sus ojos, sólo quería que Ruby le pidiera perdón.

¿Estaba pidiendo mucho?

«Es mi culpa, pedí demasiado»

Bajó la cabeza, «No debería pedir lo imposible; era como si se persuadiera y engatusara a sí misma, se lo decía una y otra vez como si tratara de convencerse, No pidas nunca lo imposible».

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