Segunda oportunidad
Capítulo 410

Capítulo 410:

«¿No dijiste que habías perdido la llave?». me burlé.

Becky se encogió de hombros. «Sí la perdí, pero la encontré ayer». Era una experta actriz que mentía sin mostrar el más mínimo nerviosismo.

Reprimí mi rabia y sonreí con amargura. «¡Pequeña, has ganado!»

Me di la vuelta y salí corriendo escaleras arriba, pero Derek me detuvo.

«¡Becky, vete a casa ya!», gritó Derek.

«Derek, estoy preparando la cena. Aún no está lista», dijo Becky lastimeramente.

«Olvídalo. Mejor deja la llave y vete a casa». La firmeza de su tono me sorprendió.

«Derek, ¿Qué te pasa?». Becky hizo un puchero mientras se le llenaban los ojos de lágrimas.

No sólo parecía inocente mientras lloraba, sino también hermosa. Le daría una puntuación completa por su actuación.

«Becky, tienes que crecer y ser independiente. Ya has realizado tu sueño y tienes éxito. No me molestes más. Tengo que cuidar de mi familia y de la mujer que quiero proteger», dijo, cambiando su mirada entre Becky y yo.

Derek llevaba meses diciéndome las cosas más dulces y cada una de sus palabras me tocaba la fibra sensible. Sin embargo, esta vez estaba tranquila. Observé en silencio cómo los gritos de Becky se hacían cada vez más fuertes.

«Derek, ¿Qué ha pasado? Prometiste cuidarme bien en la tumba de mi hermana. ¿Lo has olvidado?»

«Tienes dieciocho años. Es hora de que seas independiente. Ni siquiera tus padres pueden cuidar de ti toda la vida. Tienes que confiar en ti misma».

Becky se quitó el delantal, sacó la llave y tiró a ambos en el sofá, llorando.

«¡Derek, has cambiado!» Con eso, salió furiosa de la casa.

Sentí que su mano sosteniendo la mía estaba un poco húmeda ahora.

«Ha salido corriendo de la casa, llorando. ¿No tienes miedo de que le pase algo?», le pregunté encogiéndome de hombros. Sin embargo, no me contestó.

Sabía que seguía preocupado por Becky. Retiré la mano y subí las escaleras. Pero él me cogió en brazos y me abrazó con fuerza.

«¡Cariño, cásate conmigo!» Su voz estaba cargada de emoción.

Antes de que pudiera reaccionar, se arrodilló, sacó un anillo de su bolsillo y me lo entregó.

«Cariño, cásate conmigo. Te daré la boda que quieres».

Comprendí que quería casarse conmigo con una ceremonia adecuada.

Todo el mundo soñaba con una gran boda, y yo no era una excepción. Pero el divorcio y mi segundo matrimonio me enseñaron una enorme lección de vida: me volví más realista.

No me importaba la grandeza de la boda. Lo único que quería era un matrimonio estable. No le contesté, pero el corazón se me aceleraba en el pecho.

La actitud de Derek hacia Becky y su proposición me conmovieron. Casi me convencí de perdonarle esta vez y vivir una vida feliz con nuestro hijo. Pero temía que la historia se repitiera. No quería volver a salir herida.

Mi silencio le puso un poco nervioso. Se levantó y me abrazó con fuerza.

«Pensaba proponértelo dentro de unos días, al terminar mi trabajo, pero no podía esperar. Cariño, sabía que las mujeres sueñan con tener el matrimonio perfecto: una gran boda. I Quiero cumplir todos tus sueños y hacerte feliz. Te daré todo lo que quieras. Me aseguraré de que no tengas ninguna queja en el futuro. Tu felicidad es la razón de mi existencia. ¿Quieres casarte conmigo?» Me quedé mirándole en silencio.

Derek me cogió por los hombros y me sacudió, con su mirada clavada en la mía.

«Cariño, di que sí. Por favor». Vi la desesperación en sus ojos.

«Di que sí. Por favor». Me besó.

Mi acuerdo o desacuerdo no cambiaría el hecho de que ya estábamos casados. La vulnerabilidad de sus ojos hizo que mi corazón tartamudeara.

Una voz en mi vientre me instaba a decirle que sí.

Todo el mundo quería una vida feliz, y yo no era una excepción.

Estaba cansada del dolor y la lucha constantes.

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Nota de Tac-K: Pasen una linda linda tarde, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

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