Segunda oportunidad
Capítulo 375

Capítulo 375:

El frío viento de la noche soplaba contra mis orejas y mi cabello mientras estaba en la azotea.

En un intento de deshacerme de mis miedos, Di un vistazo a la vista de la ciudad y comencé a contar todos los lugares que conocía. Primero identifiqué la plaza, luego el hospital y la escuela. De este modo, conté otros lugares en cuestión de segundos.

De repente, un collar bajó a la altura de mis ojos. Se balanceaba gentilmente con el viento.

El colgante tenía forma de media luna y era transparente como el cristal. Brillaba y era muy llamativo contra la luz de neón de la ciudad.

«¿Te gusta?» La encantadora voz de Derek me llegó al oído.

Su aliento caliente me roció el lóbulo de la oreja mientras hablaba. Esto hizo que me ardieran las mejillas.

«¿Por qué me haces un regalo sin venir a cuento?» Sin responder a mi pregunta, Derek me levantó el cabello y me puso el collar. A continuación, me dio la vuelta para que quedara de cara a él.

Miró el collar y dijo con satisfacción: «Es hermoso y te queda bien».

«Derek, ¿Por qué has comprado esto? Comprar estas cosas es un desperdicio de dinero», dije, aunque el collar me parecía bonito.

Derek sonrió. «No, no estoy de acuerdo. Gastar dinero en regalos para mi amada esposa nunca puede ser un desperdicio». Puso la caja del collar en la barandilla de la azotea. Vi que había otro collar en ella. Parecía ser el gemelo del que llevaba al cuello. Al notar mi intensa mirada, me explicó: «Son un par. Los colgantes son simétricos. Los dos colgantes forman una luna llena cuando se juntan».

Cogí los dos colgantes y los junté formando un círculo.

La pareja de colgantes tenía un significado importante. Eran adecuados para mí y para Louise.

Nunca había esperado que me hiciera un regalo tan considerado. Su amable gesto me llenó el corazón. Más fuegos artificiales volaron en el aire e iluminaron el cielo, acompañados de alegres explosiones.

El gran reloj del edificio de enfrente mostraba que eran las once y cincuenta y cinco.

La cuenta atrás para el Año Nuevo estaba a punto de comenzar.

Derek me abrazó y me apoyé en su hombro con naturalidad.

En esta noche tan señalada, nos encontrábamos en el punto más alto de Sousen, contagiados por la alegría y la e%citación de toda la ciudad para dar la bienvenida al Año Nuevo.

Contemplábamos la escena con alegría en el corazón, al igual que muchas otras personas.

El reloj acababa de empezar la cuenta atrás del Año Nuevo cuando sonó el teléfono de Derek. En lugar de responder al teléfono, me levantó la barbilla con los dedos y bajó la cabeza para besarme. No vi más que puro afecto en sus ojos antes de cerrar los míos.

Inmediatamente, el reloj dio las doce campanadas, los vítores de alegría y el sonido crepitante de los fuegos artificiales resonaron en toda la ciudad. El cielo nocturno se iluminó como si ya fuera de día.

Bajo el colorido cielo nocturno, nos besamos apasionadamente. Era como si estuviéramos en nuestro propio mundo y no importara nada más que nosotros mismos.

El beso duró mucho tiempo. Derek no me soltó hasta que el sonido crepitante de los fuegos artificiales se desvaneció.

Me sujetó la cara con las dos manos y apretó su frente contra la mía. Después de mirarme a los ojos durante un rato, dijo con una voz ronca pero cariñosa: «Cariño, es la primera vez que entramos juntos en el Año Nuevo. Debo decir que es más glorioso contigo. Hagamos esto cada año aquí por el resto de nuestras vidas, ¿De acuerdo?»

«De acuerdo».

Quise decir más, pero mi emoción me lo impidió. Me limité a perderme en su mirada cariñosa. Mi corazón seguía saltando de alegría.

En ese momento, nuestros teléfonos no dejaban de sonar, pero ninguno de los dos respondió a las llamadas. Nos limitamos a abrazarnos. No sabía cómo le hacía sentir a Derek todo este ambiente. Pero en ese momento, sentí que él era todo mi mundo.

Cuando más tarde fuimos a su despacho, encendió el aire acondicionado.

Hicimos el amor en el sofá mediano. Fue tan satisfactorio.

Después, nos dormimos abrazados.

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