Segunda oportunidad
Capítulo 279

Capítulo 279:

Marqué el número de Aaron. Me sentí ansiosa cuando oí el pitido, temiendo que se hubiera olvidado de traer el teléfono o que no hubiera oído el timbre.

Afortunadamente, unos segundos después, lo recogió.

«¿Eveline?»

Había un poco de ruido al otro lado de la línea. Incluso oí que Felix llamaba a Derek de fondo. Sujeté el teléfono y le pregunté a Aaron: «¿Puedes ir a un sitio más tranquilo?».

«Claro, espera», dijo. Un momento después, se hizo el silencio al otro lado de la línea. «Entonces, ¿Qué pasa?», preguntó Aaron.

Me humedecí los labios secos y dije: «Aaron, ¿Puedes decirme dónde vive tu abuelo?».

«Espera… ¿Dónde estás exactamente ahora?», respondió.

«Estoy en la estación de autobuses de Qinben». Después, añadí: «No se lo digas a Derek. Por favor».

Aaron no me preguntó por qué estaba allí. «Hace mucho frío fuera. Ve a la sala de espera por el momento. Ahora mismo voy a estar allí. ¿Quédate ahí, Ok?»

No había nadie en la gran sala de espera, pero hacía más calor que estando fuera. Pensé que tendría que esperar hasta las diez de la noche, pero Aaron apareció en la puerta de la sala de espera alrededor de las nueve.

Se quitó el abrigo y me lo puso sin decir una palabra. «¿Has cogido un avión? ¿Cómo has llegado tan rápido?» comenté.

Aaron se rió. «Soy muy buen conductor».

Ahora que estábamos dentro de su coche, encendió el aire acondicionado. Sentí mucho más calor de inmediato, así que le quité el abrigo.

«Entonces, ¿Qué pasó? ¿Se han peleado tú y Derek?» preguntó Aaron mientras íbamos de camino a casa de su abuelo.

Tras un momento de reflexión, respondí: «Creo que él y yo necesitamos un tiempo de separación».

«Derek está de un humor horrible hoy. Ni siquiera me escuchó cuando le dije que no bebiera. Estaba a punto de llamarte, pero me sorprendió que me llamaras tú primero», respondió.

El corazón me dio un vuelco. No podía creer que lo primero que se me ocurriera fuera el malestar estomacal de Derek. Una media hora después, llegamos a la casa del abuelo de Derek, James Sullivan.

Parecía que ya se había dormido antes de que llegáramos, pero se despertó cuando llamamos a la puerta.

Momentos después, vino a abrirnos la puerta. Por su rostro, el anciano parecía sorprendido de vernos aquí. «¡Eveline, Aaron! ¿Qué les trae por aquí?»

«Eh, abuelo, hace mucho frío aquí fuera. ¿Te importa dejarnos entrar primero?» sugirió Aaron. Con eso, James nos dejó entrar de inmediato.

Le dije al viejo que había llamado a Aaron cuando me perdí en la estación de autobuses de Qinben, con la esperanza de que no le dijera a Derek que estaba aquí.

Dado que James era un hombre inteligente y experimentado, se dio cuenta inmediatamente de que algo iba mal. Me sonrió y me dijo: «¿Te has peleado con Derek?».

Como yo no respondía, añadió: «No te preocupes. No le diré que estás aquí. Puedes quedarte aquí. ¡Que ese mocoso te busque por todos los rincones del mundo! Jaja». Sus palabras me hicieron preguntarme si Derek realmente me buscaría.

Sinceramente, no estaba segura.  Ni siquiera estaba segura de que yo fuera tan importante para él. Derek me dijo una vez que no tenía miedo de que yo hiciera alguna estupidez, porque estaba seguro de que nunca las haría.

Por lo tanto, probablemente no se preocuparía por mí tanto como se preocupaba por Becky Naturalmente, no me escapé de casa sólo para que Derek se preocupara. Sólo quería estar sola. Habían pasado tantas cosas en las últimas semanas, que no me dejaban tiempo para pensar en nuestra relación. De hecho, mi relación con Derek había ido cambiando paulatinamente desde que Becky apareció en nuestra vida.

Los cimientos de nuestro matrimonio no eran lo suficientemente sólidos. Podía derrumbarse fácilmente si soplaba un viento lo suficientemente fuerte contra ella. James me llevó a la habitación en la que Derek y yo dormimos la última vez que estuvimos aquí.

Al recordar aquella noche, me di cuenta de que en aquel momento tenía muchas expectativas sobre nuestra futura vida matrimonial. Y quizás fue por esa razón que finalmente accedí a tener se%o con él. Pero, lamentablemente, las cosas no salieron como yo esperaba.

Decidí apagar mi teléfono y cortar todo contacto con él.

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