Se vuelve glamurosa tras la anulación del compromiso
Capítulo 934

Capítulo 934: Un Hombre

Los que estaban en el suelo guardaron silencio.

Todos eran mercenarios profesionales, así que no podían revelar a su empleador. Además, sólo habían aceptado el trabajo por dinero; para ser sinceros, puede que ni ellos mismos conocieran la verdadera identidad de su empleador.

Nora apretó la boca del cañón contra la barbilla del líder y lo pinchó con él. Dijo: «Será mejor que lo pienses bien. ¿Vas a hablar o no?»

El líder miró a la mujer que tenía delante.

Se burló y dijo: «¡Nunca diré nada aunque me maten! Todos somos personas con ética profesional».

«¿Es así?» respondió Nora. Agarró al líder por el cuello y lo llevó directamente a la sala junto a la cabina de peaje.

En cuanto entraron, Nora vio a los miembros del personal, que originalmente trabajaban allí, todos atados y abandonados en el interior.

Nora los desató rápidamente y preguntó: «¿Me prestan esta sala un rato?».

Todos: «…»

Sí, por supuesto. Los mercenarios que los habían atado eran terriblemente fieros, pero aquel hombre no se atrevía ni a hacer un gesto delante de la mujer ahora mismo. ¿Cómo iban a atreverse los miembros del personal a rechazar su petición? Como resultado, todos salieron por la puerta obedientemente.

*¡Thump!*

La puerta se cerró.

El personal escuchó entonces la voz grave de Nora que salía de la habitación. «¿Quieres hablar?»

«No…»

*¡Bam!*

*¡Thud!*

*¡Clang!*

*¡Thump!*

*¡Bum!*

Después de una serie de golpes, el líder lloró débilmente y dijo: «Hablaré, boohoo…»

La mujer era simplemente aterradora. Sus métodos de tortura eran tan crueles que resultaban inhumanos.

¿Había algo que estos mercenarios no hubieran visto? Sin embargo, ¡Lo habían intimidado para que hablara!

El líder llorón dijo: «Es una organización que se llama a sí misma ‘misteriosa organización’. Me dieron dinero. Querían que secuestrara a esa mujer llamada Queenie y la llevara con ellos».

La misteriosa organización…

Nora dio una palmada. «Mm, ya me lo imaginaba».

‘… Entonces, ¿Por qué me lo pregunto?’ pensó el líder para sí mismo.

Cuando Nora salió de la habitación, vio a Queenie con el ceño fruncido. Se acercó y descubrió que el teléfono de Queenie estaba sonando. Queenie lo miró: era una cadena de números.

Aunque Queenie no reconoció la cadena de números, a Nora le resultó familiar. Se le ocurrió algo y levantó las cejas. «Contesta, Tía Queenie».

Queenie descolgó la llamada, a lo que la voz de Trueman se escucho desde el otro extremo. «Je, sé que has eliminado a la gente que envié. Ahora te voy a dar una dirección. Ve allí con el V16. Enviaré a alguien a recogerte».

Luego, Trueman añadió: «No puedes ponerte en contacto con Nora, si no, no me importará enviarte un regalo mientras espero. Por ejemplo, ¿Cómo suena la mano de tu hermana? Si no me equivoco, tiene unas manos preciosas…».

Queenie cerró los puños. «Haré lo que me digas. No hagas nada precipitado».

«No hay problema». Después de que Trueman le diera una dirección, colgó.

Nora estaba a punto de entrar en el coche cuando de repente sonó su teléfono. Cuando lo sacó y lo miró, descubrió que era Trueman, que acababa de hablar por teléfono con Queenie, quien la llamaba.

Nora: «?»

Miró a Queenie y luego contestó al teléfono. Al instante, escucho la profunda risa de Trueman mientras decía: «¿Cómo te sientes ahora? Te dije que tuvieras cuidado con Queenie, ¿no? Así que los dos V16 ya se han ido, ¿verdad? ¿Aún quieres salvar a Xander? Mi oferta sigue en pie: si me aceptas como tu maestro, consideraré darte uno de los V16».

Nora: «…»

Las comisuras de sus labios se estrecharon y colgó.

Luego, miró al líder de los mercenarios y ordenó: «Tú, átalos».

Como resultado…

Cuando Brenda condujo al equipo SWAT media hora después, vieron a los miembros del personal de pie fuera, temblando como hojas.

Todos los mercenarios habían sido atados con seguridad y estaban en cuclillas en el suelo de la sala. Cuando llegó Brenda, el grupo sintió que acababan de ver a su salvadora.

Brenda encontró a su líder e inmediatamente le preguntó: «Dime, ¿Qué está pasando?».

El líder, que estaba llorando, respondió: «Acabamos de aceptar un trabajo para secuestrar a Queenie Schmidt, pero una mujer con una máscara negra nos golpeó y luego nos atrapó aquí. Un hombre también vino tras ella y nos volvió a golpear. Boohoo…»

¡Incluso había perdido bastantes dientes!

Brenda se sorprendió por lo que dijo. Preguntó: «¿Dices que, además de los guardaespaldas de Queenie Schmidt, había venido otro hombre? ¿Quién era?»

El líder siguió llorando mientras respondía: «Yo tampoco lo sé. Sólo me preguntó a dónde habían ido Queenie Schmidt y los demás… Yo no sabía a dónde habían ido, así que me golpeó…»

¡El líder se sintió terriblemente agraviado!

¡Porque realmente no sabía la respuesta!

Brenda frunció el ceño.

Era consciente de que Queenie había robado el V16 y se había fugado con él porque el incidente había causado un gran revuelo en el bajo mundo. Por supuesto, la gente del bajo mundo no sabía que era el V16 lo que había robado; sólo sabían que era algo valioso.

Sin embargo, Brenda era lo suficientemente perspicaz como para darse cuenta de que debía haber robado el V16. En ese caso, como había buscado mercenarios en el mercado negro para que la protegieran y escoltaran, Barbarian se enteraría sin duda.

Barbarian vendría sin duda a por ella.

Por lo tanto, Brenda había dirigido inmediatamente a sus hombres en la búsqueda de Queenie en la ciudad.

Al principio, no tenían ninguna información, pero alguien había hecho un informe policial sobre un conflicto armado que involucraba a varias partes en el peaje de la autopista. Cuando recibió la noticia, se dio cuenta inmediatamente de lo que estaba pasando y se apresuró a ir.

Pero el problema era: ¿Quién era el hombre que había aparecido después de que Queenie y su grupo se marcharan, aquél que había interrogado al líder de los mercenarios después?

¿Era Barbarian?

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Nota de Tac-K: Pasen una buena tarde chic@s, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. OwO

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