Capítulo 909: La Verdadera Identidad de Queenie

La camarera estaba bastante disgustada.

Clifford había traído al grupo con la esperanza de que King se encaprichara de ellas, tras lo cual le regalaría a las elegidas. Si lograban llamar la atención de King, su camino al éxito estaría asegurado.

Sin embargo, inesperadamente, ya fueran dulces y bonitas, dominatrix o puras e inocentes, King no se molestaba en dirigirles ni siquiera una mirada. Esto llenó a la camarera de absoluta indignación.

No sólo era la más hermosa del grupo, sino que sus músculos eran también los más bellos entre ellos. ¿Cómo iba a ser inferior a Gato Negro? Por lo tanto, no pudo evitar querer quitarle la máscara a Gato Negro y dejar que todos las compararan a las dos.

Claramente lo había conseguido, su mano había alcanzado claramente la máscara de Gato Negro, y sin embargo, al momento siguiente…

*¡Bam!*

Fue pateada con gran fuerza, lo que la hizo salir volando.

Todos los presentes se quedaron atónitos.

Lo que les sorprendió, sin embargo, no fue que la camarera fuera pateada, sino que fue el Señor King, el hombre mismo, quien la había pateado.

Había agarrado el hombro de Gato Negro con una mano y luego se puso delante de ella, bloqueándola completamente del ataque y manteniéndola protegida detrás de él. Todos los que vieron esto se quedaron boquiabiertos.

Incluso Lawrence no pudo evitar sujetarse la frente.

Jefe, ¿Ha quedado totalmente hechizado por esa mujer?

¿Ha olvidado que ella es su guardaespaldas y no al revés?

Lawrence estuvo a punto de lamentar este hecho, se sintió terriblemente agraviado por Nora. No, esto no debería pasar. Era un hombre recto. No debía permitir que la Señorita Smith se mantuviera en la oscuridad.

Pensó en que al día siguiente visitarían a los Schmidt. Por lo que había oído, la Señorita Smith y los tres niños también estaban en casa de los Schmidt. Una vez que fueran, debía advertirle de esto.

Clifford tampoco había esperado que esto sucediera. Furioso, hizo que alguien se llevara a la camarera pateada fuera del local, y luego, dijo sombríamente: «¡Tenga la seguridad de que le daré una explicación adecuada por esto, Señor King!»

Justin le dirigió una larga mirada a Clifford y dijo: «Bien. Por favor, póngase en contacto con mi secretaria en relación con las medidas disciplinarias que deben tomarse contra ella».

Esto significaba que iba a llevar el asunto hasta el final.

Al darse cuenta de lo que quería decir, Clifford suspiró interiormente y asintió con fuerza.

Sólo entonces Justin se marchó con Nora.

La Reina se sintió un poco descontenta al ver lo protector que había sido con Gato Negro hace un momento. Sin embargo, frente a los forasteros, la Reina siempre se había mantenido con absoluta gracia y aplomo, así que no dijo nada.

Llegaron al aparcamiento.

Mientras King y la Reina se despedían cortésmente, Nora sintió que alguien le tiraba de la manga. Giró la cabeza hacia un lado para ver a Pantera Negra detrás de ella. Inmediatamente dio unos pasos hacia atrás y preguntó en voz baja: «¿Qué pasa?».

Pantera Negra dijo: «Abbott planea desenmascararte. Ten cuidado cuando estés con King y no te expongas».

«Entendido».

Respondió Nora con tranquilidad.

Sin embargo, esto hizo que Pantera Negra se pusiera muy nervioso. Dijo: «No te lo tomes a la ligera ni bajes la guardia. Sé que eres hábil, pero como asesinos, aparte de nuestras habilidades de lucha, hay muchas otras cosas que podemos utilizar para demostrar nuestra identidad…»

Pantera Negra no había terminado, pero King ya había subido al coche y estaba llamando a Nora. Así, Nora gruñó un par de veces de forma perfuncional, luego se dio la vuelta y se fue, lo que hizo que Pantera Negra entrara en pánico.

No importaba si quedaba expuesta, ¡Pero sería terrible que acabara afectando al nombre de Gato Negro!

En cualquier caso, no serviría de nada aunque entrara en pánico. Nora ya había subido al coche de King y se había marchado.

Esta acción de Nora hizo que la Reina volviera a entrecerrar los ojos, pero justo después, dejó escapar un suave bufido. Al principio había estado un poco celosa, pero cuando pensó de repente en Nora, que estaba en casa de Queenie, sus celos desaparecieron de repente.

Gato Negro le había salvado la vida, así que no querría ponerle las cosas difíciles a Gato Negro.

En ese caso, dejaría que los sentimientos de King por Gato Negro crecieran aún más. De esta manera, ¿No se perdería Nora el favor de King?

Ahora que veía las cosas desde otra perspectiva, ¡Se sintió repentinamente liberada!

La Reina comenzó a tararear alegremente una melodía. ¡Estaría encantada siempre que hiciera infeliz a Nora!

Pensando en ello, Gato Negro sí que era su estrella de la suerte.

Tsk, tsk. Al día siguiente iría a ver a los Schmidt y comprobaría lo horrible que sería la expresión de Nora.

Con cada uno de ellos albergando sus propios pensamientos, regresaron respectivamente a sus lugares de alojamiento.

Tras llegar a casa de Justin, Nora le confirmó que no saldría más ese día y que iría a ver a los Schmidt al día siguiente. Después de pensarlo, decidió marcharse.

A Lawrence no le hizo ninguna gracia. Le dijo: «Como guardaespaldas, ¿Cómo puedes marcharte tan a la ligera?».

Nora respondió: «Oh, estoy de permiso».

Lawrence: «?»

Sólo estuvo de guardaespaldas durante tres malditos días, ¿Y aún así pudo solicitar un permiso?

Además, ¿Cómo es que su teléfono estaba de nuevo con ella?

¿Acaso se le permitía a alguien llevar su teléfono consigo cuando estaba de servicio para proteger a su empleador?

Sin embargo, Lawrence no se atrevió a sacar el tema. Viendo que incluso su jefe había sido ultrajado por ella en el coche y que su resistencia había sido inútil, era mejor que no ofreciera su débil cuerpo para el abuso.

Nora se marchó y se dirigió a la villa en la que se había alojado al llegar a Suiza.

Quería preguntarle algo a Cindy.

Pero, inesperadamente, nada más llegar vio a Cindy de pie en la puerta de la villa. Frente a ella había una chica mugrienta en cuclillas.

El cabello de la chica estaba apelmazado en mechones; era obvio que su cabello estaba sucio.

El vestido blanco que llevaba estaba tan sucio que ya no se podía distinguir su color original.

Cindy intentaba persuadirla para que entrara. Le dijo: «… ¿Por qué no entras? Es inútil que te quedes aquí. Vamos, René, entra».

Pero la chica negó con la cabeza y dijo: «No, no quiero…».

Cindy frunció el ceño. Justo cuando quería responder, escucho el coche. Cuando miró, vio a Nora saliendo del coche, y se acercó enseguida. «Señorita Nora, ¿Por qué está aquí?»

«¿Qué pasa?»

Nora señaló a René con la barbilla.

Cindy suspiró. «Verá, han matado a sus padres adoptivos, ¿no? Ya no tiene a dónde ir, así que la acogí. Pero se niega a entrar e insiste en quedarse aquí, diciendo que está esperando… a Liam».

Casi tan pronto como terminó, René también vio a Nora. Los ojos de la tímida muchacha se iluminaron, se levantó del suelo y se apresuró a acercarse. Dijo: «Señorita Smith, ¿Puede decirme dónde está Liam? ¿Se fue a trabajar? ¿Por qué no ha vuelto todavía?».

La niña miró a Nora con esperanza, como si fuera su última esperanza de salvación en el mundo. Dijo: «Yo… sé que eres una buena persona. Liam me dijo antes que confiara en ti y estuviera contigo… ¿Y dónde está Cherry? Puedo prepararle una comida deliciosa».

Mientras la chica hablaba, las lágrimas rodaban por sus mejillas. «¿Pueden no echarme a un lado, por favor?»

La mirada en sus ojos era tan tímida como siempre. La chica, que siempre había sido callada y reticente, estaba hablando tanto que una mirada de lástima apareció en el semblante de Cindy.

Miró a Nora y le preguntó: «Señorita, ¿Qué debemos hacer?».

Nora, sin embargo, bajó la mirada y miró fijamente a René. Justo cuando iba a hablar, su teléfono sonó de repente.

Cuando contestó, la voz de Trueman se escucho desde el extremo opuesto.

«Hola, mi pequeña sirvienta. ¿Quieres saber el secreto de Queenie Schmidt?»

Las pupilas de Nora se encogieron.

Trueman se rio. Incluso su voz sonó malvada cuando dijo: «Descubrí accidentalmente su verdadera identidad. Fue realmente sorprendente. Esto es muy emocionante. Intenta adivinar quién es».

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Nota de Tac-K: Pasen una buena noche chic@s, Dios les ama y  Tac-K les quiere mucho. OwO

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