Reina inesperada
Capítulo 17

Capítulo 17:

POV Antonio

Esta mañana estuve a punto de hacerle el amor.

Estuve tan cerca, mi p$ne se derramó dentro de ella, aunque apenas había entrado.

Ella es mi perdición, mi p$ne comportándose como si fuera un niño de 15 años con su más ferviente enamoramiento. Pero supongo que eso es lo que ella es para mí; he estado enamorado desde el momento en que se volvió hacia mí en aquella iglesia, con la ira en los ojos mientras me preguntaba qué m!erda estaba mirando.

Incluso ahora, me hace sonreír.

Abre los ojos cuando me retiro con la sonrisa aún en los labios. La que ella me ha regalado.

Carina junta las manos y suspira.

“¡Amor!”

Las mejillas de Angelica se calientan.

“No nos dejemos llevar. Solo estoy aquí por la herencia”, murmura.

Tal vez, por una vez, mi hermana malcriada tiene razón.

Tal vez, a pesar de todo, esto es amor.

POV Angelica “Entonces…”

Carina mastica su chicle, soplando una burbuja gigante hasta que estalla y se la vuelve a meter en la boca.

“¿Cómo piensas matar a mi hermano?”

“No he pensado con tanta antelación. Pero estoy trabajando en ello”, admito mientras nos tumbamos junto a la piscina. Diablo está estirado en su propia silla, disfrutando del sol.

“Quizá deberías quedarte con él para protegerte. Tu propia familia está intentando asesinarte. No pretendo ser grosera, pero esos son los hechos”

Exhaló un suspiro.

“Qué desastre…”, murmuró más para mí que para ella.

“Hice todo lo que se suponía que debía hacer.  Pero debería haber sabido que nunca sería suficiente para mi padre”

“¿Tal vez solo iban a matar a Antonio””, lanzó esa sugerencia, aunque sé que probablemente no sea el caso.

“No lo sé. He oído que los Larone son gente terrible”

Se pone de lado, apoyando la cabeza con la mano.

“Otra vez. Sin ánimo de ofender”

“Pues yo he oído que los Palermo son unos psicópatas”, contraataco.

Pero Carina no se equivoca.

Mi familia es terrible, incluso con los nuestros. No hay lealtad aunque seas de sangre. He recibido el mensaje alto y claro.

“¿Esto es por lo de los ojos en la historia del microondas?”, pregunta.

“¿Qué?”

Me levanto de la tumbona.

¿Ojos en el microondas?

“Oh, así que no es esa”

Mira hacia arriba como si estuviera pensando.

“¿Fueron las cabezas en los picos de metal de la valla?”

“¿De qué estás hablando?”

La miro boquiabierta, por el hecho de que se muestre tan indiferente a sus locuras.

“¿Segura que puedes matar a mi hermano? Porque parece que esto te está volviendo loca”, sopla otra burbuja.

“Acabo de enterarme de que son conocidos por unas locas torturas”

Me inclino hacia delante.

“Te estabas metiendo conmigo, ¿Verdad?”, susurro.

“No, ese es Butcher. Puede ser un poco…”, ella sonríe.

“Psicópata”

“He oído rumores sobre Butcher, pero, sinceramente, creía que era un grupo de gente que se inventaba historias. Qué decían esas cosas porque la familia Palermo era conocida por descuartizar cuerpos. Nunca había considerado que fuera realmente una persona”.

“Butcher…”, repito el nombre.

“Sí, seguro que lo conocerás en algún momento. Está por aquí”

Ella hace un gesto con la mano.

“Si la gente piensa que somos psicópatas, probablemente sea por él. Puede ser un poco heterodoxo en sus formas, pero debe ser muy bueno en lo que hace porque mi hermano lo mantiene cerca. Dicen que puede sacarle información a cualquiera”.

Tragó saliva con fuerza.

“Prefiero no comprobar la teoría por mí misma”

Carina estalla en carcajadas.

No sé qué pensar de Carina, pero sé que me gusta.

Ella es una sabelotodo con un lado oscuro. Pero también me gusta lo directa y en tu rostro que es. No se guarda nada.

“Podemos matar a la gente aquí, pero las mujeres no son ganado”

“Tu hermano se casó conmigo en contra de mi voluntad”, le recuerdo.

“¿Lo hizo?”, dijo ella en tono desafiante.

“¿Te obliga a hacer algo contra tu voluntad?”

“Además cuando se trata de seguridad…”

Abro la boca y la cierro.

Tiene razón.

“Aquí estás segura. Antonio nunca me hará casarme en contra de mi voluntad, ni tampoco lo haría con los hijos que tengan juntos”

“No voy a tener hijos con él. Lo voy a matar”

Me dejó caer de nuevo en la silla, estirando las piernas.

“Hoy no, obviamente. Pero pronto”

“Claro”

Carina suelta una risita.

Se hace el silencio durante un largo rato antes de que vuelva a hablar.

“Nuestro padre no siempre fue el mejor en lo que respecta a los negocios, pero fue bueno con nuestra madre. Nos enseñó la lealtad por encima de todo. La lealtad también se extiende a su cónyuge”

“Entonces, ¿Dices que tu hermano no tendrá un montón de amantes?”

“Nunca lo haría. Un hombre sería muy estúpido si engañara a su esposa y se acostara junto a ella cada noche mientras duerme”

Ahora soy yo quien se ríe.

“Cierto, pero ¿Quién quiere a un hombre si la única razón por la que no se acuesta con otra mujer es porque tiene miedo de que lo asesines mientras duerme?”

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