Regresando de la muerte
Capítulo 394

Capítulo 394: 

Sasha estuvo un poco ocupada durante los siguientes días.

Habiendo regresado con Lance, los dos tenían que renovar su casa familiar.

Por lo tanto, los dos no tenían tiempo para cuidar de Vivian y tuvieron que dejarla en la Residencia Hayes.

«Sasha, Sebastián no ha venido a visitarnos en absoluto… ¿Estás segura de que está bien dejar a Vivi allí con ellos?» preguntó Lance preocupado.

Se había vuelto mucho más reservado y sentimental desde aquella accidentada noche en Moranta.

Sasha le dirigió una leve sonrisa y dijo: «¡Claro que está bien! Es el abuelo de Vivi, y ahora tenemos mucho que hacer. No veo nada malo en que la cuide durante unos días».

«Muy bien, entonces…»

Al no tener una idea mejor, Lance sólo pudo aceptar el acuerdo de Sasha.

La Residencia Wand empezaba a dar un aspecto mucho más presentable tras dos días de reformas, y Sasha fue a recoger a Vivian a la Residencia Hayes.

«Hola, Señor Hayes. He terminado con las renovaciones en mi casa, así que he venido a traer a Vivi a casa. Gracias por haberla cuidado durante los dos últimos días».

«¿Qué? ¿Ya te vas? ¿Por qué no dejas que se quede un par de días más? Se lo he dicho a sus hermanos de la Bahía Frontier, así que vendrán a jugar con su hermana el fin de semana».

Frederick era reacio a separarse de su nieta y se puso triste en cuanto supo que se iba.

Incluso llegó a decirle a Sasha que traería a Matteo e Ian sólo para que cambiara de opinión.

La idea de dejar que los tres jueguen juntos le pareció estupenda, e incluso Sasha se sintió un poco conmovida por ello.

«¡Quiero quedarme aquí con el abuelo, mamá! Quiero jugar con Matt e Ian». Vivian rodeó con sus brazos la pierna de Sasha y le rogó que se quedara.

Bien, supongo que la dejaré quedarse aquí otros dos días… De todos modos, todavía tengo que añadir algunos muebles a nuestra casa…

Con eso en mente, Sasha aceptó que Vivian se quedara.

El día siguiente era sábado, y Frederick hizo que alguien trajera a los dos hermanos. Como llevaban medio año separados, los tres hermanos se dejaron llevar por el juego.

«Vivi, ¿Es cierto que mamá no volverá a llevarte al extranjero?»

«¡Sí! Vivi se quedará aquí a partir de ahora!» dijo Vivian felizmente, sintiéndose muy contenta de tener de nuevo a sus hermanos a su lado.

Matteo e Ian intercambiaron miradas al escuchar eso.

Es estupendo que mamá ya no vaya a salir del país, pero… Llevan ya bastante tiempo aquí, ¿Por qué papá no les ha hecho todavía una visita? Ahora que lo pienso, ¡Papá nunca ha mencionado nada al respecto en la Bahía Frontier!

Los dos fruncieron el ceño al pensar en eso.

«Deberíamos hacer que mamá y papá se reunieran».

«¿Cómo lo haremos?»

«¡Haremos que mamá y papá vengan a comer! Así podrán verse».

Matteo siempre había sido el de las ideas brillantes y les propuso su plan.

Ian lo pensó un poco y estuvo de acuerdo con su sugerencia.

«Ok, ¡Llamaré enseguida a mamá y le diré que venga esta noche!». Vivian estaba encantada y se ofreció a llamar ella misma a Sasha.

Al ser el mayor de los tres, Ian asumió naturalmente la tarea de llamar a Sebastián.

Sasha estaba pintando las paredes enmohecidas de la casa cuando recibió la llamada, y se le escapó una leve sonrisa cuando escuchó que Vivian la invitaba a cenar.

«¿Qué pasa, Vivi? Ya han pasado muchos días, ¿Y todavía no tienes ganas de venir a casa?».

«¡No, no es eso! Es que… ¡Te hemos preparado una gran sorpresa para esta noche, mamá!» Vivian no era muy buena mintiendo y casi expuso sus planes.

Una gran sorpresa, ¿Eh? Ok, ¡Voy a ir a ver qué sorpresa me tienen preparada estos chicos!

Con una enorme sonrisa en el rostro, Sasha colgó el teléfono y llamó a Lance, que estaba ocupado moviendo los muebles: «¡Ve a prepararte, Lennie! Nos dirigimos a la Residencia Hayes para cenar con Vivi».

«Ok!»

Lance dejó alegremente sus cosas y corrió a cambiarse.

Por la noche, los dos llegaron a la Residencia Hayes como habían prometido.

«Hola, Tim».

«¡Ah, Señorita Wand, está usted aquí! Entra. El Viejo Señor Hayes ya ha hecho que alguien prepare la comida, así que todos estamos esperando a que lleguen usted y el Señor Hayes».

Sasha, que se había puesto deliberadamente un vestido nuevo para la cena, sintió que el corazón le daba un vuelco cuando escuchó lo que dijo Tim.

¿El Señor Hayes? Huh… ¡Estos chicos seguro que no decepcionan!

Con eso en mente, entró en la casa emocionada.

Si bien era cierto que sus hijos no la decepcionaron, Sebastián sí lo hizo al no mostrar, y ni siquiera se molestó en llamar para informarles.

«Um… Lo siento, Sasha… Verás, Sebastián no se acuerda de ciertas cosas, y casi no viene por aquí últimamente, así que por favor no te lo tomes a pecho. Me aseguraré de darle un buen sermón más tarde». se apresuró a explicar Frederick al ver lo molesta que parecía Sasha por la ausencia de Sebastián.

Los pálidos labios de Sasha se movieron ligeramente al escuchar eso.

¿No se acuerda? No, sí lo recuerda. Soy el único aquí que sabe que realmente no se le borró la memoria… Entonces, ¿Qué significa que haya decidido no mostrarse?

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