Regresando de la muerte
Capítulo 1452

Capítulo 1452

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«¿P-Por qué?» Ichika palideció de miedo, pues no entendía lo que Willow estaba insinuando.

Los labios de Willow se curvaron en una mueca de desprecio al ver la expresión de pánico de Ichika.

«¿Por qué? Porque no me gusta veros tan enamorados mientras yo sufro aquí. Antes estaba muy unida a tu marido. Todo lo que estás haciendo por él ahora es lo que yo hice por él».

Los ojos de Ichika se abrieron de par en par, incrédulos.

Willow parecía haberse convertido en una persona totalmente distinta.

«Mírate. Te estás preparando para comprar comida. Eso es lo que yo solía hacer siempre. Solía cocinar y esperar a que volviera. Incluso planchaba su ropa y limpiaba la casa. Cuando me acosaban, le abrazaba y me pegaba a él. Pero ahora, me ha sustituido. ¿No crees que me pondré celosa?». Willow hablaba sin parar como una loca.

A Ichika se le fue el color de la cara y sus ojos se llenaron de terror.

Espera un momento. ¿Qué quiere decir exactamente? ¿Cómo puede estar celosa de mí? Es amiga de Darling. ¿Cómo puede sentirse ofendida por nuestra relación íntima?

Ichika no podía creer lo que estaba oyendo.

Las inseguridades empezaron a llenar su corazón mientras miraba a la neurótica mujer que tenía delante.

«¡Así que te aconsejo que me dejes marchar ahora mismo antes de que te arrepientas!» Willow volvió a amenazarla.

Ichika palideció. Retrocedió asustada como una niña indefensa e ingenua.

Sólo alguien de corazón tan puro como Ichika podría derretir el corazón de un hombre como Salomón.

Ante ese pensamiento, Willow se dio la vuelta y se alejó, queriendo recoger sus cosas.

Pero justo entonces, Ichika abrió la boca de repente.

“No dejaré que te vayas. No creo que seas alguien así. Si quisieras destruirnos, ya lo habrías hecho. ¿Por qué me lo has contado?»

Willow se detuvo en seco, con la mano agarrada al marco de la puerta temblando ligeramente.

Así que no es tonta…

Willow se mordió el labio con fuerza hasta que casi le sangró.

«Willow, sé que quieres ir a buscar a Brandon. No pasa nada. Si quieres conocerlo, lo encontraré y haré que venga. Quédate aquí y cuida del bebé, ¿Vale?».

«¡No!» respondió finalmente Willow mientras escupía aquellas palabras entre dientes apretados.

Sin embargo, Ichika ignoró su reacción.

Creyó haber leído la mente de Willow. Dio instrucciones a las criadas para que se ocuparan de Willow mientras ella partía confiada en busca de Brandon.

No era tonta, pero sería la decisión más tonta que había tomado nunca.

Al final, Willow volvió a su habitación y no salió en toda la tarde.

Hacia la hora de cenar, oyó que la criada contestaba al teléfono en el piso de abajo.

«¿Señora Minamoto? Aún no ha vuelto».

«¿A dónde ha ido?»

«He oído que le dijo a la Señora Fischer que iría a buscar al padre del bebé esta mañana. La Señora Fischer estaba disgustada y esta mañana se han peleado».

¿Fue a buscar a Brandon?

Salomón, que estaba a punto de salir del trabajo, se quedó momentáneamente estupefacto al oír aquello.

Al pensar en los Emmanuel, pensó en aquella vieja maliciosa.

Sin vacilar, Salomón salió corriendo de su despacho.

Mientras tanto, en Hillside Villa, la expresión de Willow cambió tras oír lo que la criada le dijo por teléfono. Inmediatamente, bajó las escaleras.

«¿Aún no ha vuelto?»

«¿Qué? Todavía no, señorita Fischer. Ha pasado un día entero”, respondió la criada.

Willow palideció.

¿Le había pasado algo a Ichika?

Empezó a entrar en pánico y enseguida dio instrucciones a la criada: «Prepara el coche. La buscaremos juntos. Brandon es una celebridad. Me temo que habrá muchos fans locos a su alrededor».

«¿Qué?» La criada se quedó estupefacta.

Unos minutos después, los dos salieron.

Sin embargo, no se dirigieron a la residencia de los Emmanuel, sino al lugar del rodaje.

En este aspecto, Willow tenía más experiencia que Salomón. Tras tantos años con Brandon, conocía bien su estilo de vida. Un famoso como él siempre tendría una agenda apretada, fuera cual fuera la ocasión.

Por lo tanto, no estaba preocupada por los Emmanuel en absoluto.

Le preocupaba más que Ichika se metiera en problemas en el caótico lugar del rodaje.

Al cabo de media hora, llegaron al Estadio de la Joya. Como era de esperar, el lugar estaba abarrotado de gente. A juzgar por los carteles de fans y las fotos de Brandon que aquella gente llevaba en la mano, sin duda, todos eran fans suyos.

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