Regresando de la muerte
Capítulo 1423

Capítulo 1423:

Sasha era una de ellas.

¿Sabe él algo que nosotros no sabemos?

En contra de sus expectativas, Sebastián explicó: «¿No es obvio? Sólo quien es entrenado por los guerreros de la familia real posee tales habilidades».

«¿Los guerreros de la familia real? ¿No significa eso que Ichika es el heredero elegido de la Familia Minamoto? ¡Dios mío! ¿Cómo he podido estar tan ciego como para no darme cuenta de su distinguida posición?»

Siendo una persona informada, Rufus abrió los ojos al escuchar las palabras de Sebastián.

Ni que decir tiene que todos los demás estaban igualmente sorprendidos.

Nadie había esperado que una chica despistada como Ichika, que nunca tuvo una agenda, fuera la heredera de una familia noble.

Era simplemente increíble para ellos.

Dejando de lado a los Hayes, la paralizada Himari tampoco podía aceptar el hecho.

«¿Qué… qué te da derecho a representar a la Familia Minamoto? ¿Cómo estás cualificada para castigarme?»

«Simplemente por el hecho de ser el futuro jefe de la Familia Minamoto. Himari, soy consciente de que no estás satisfecha con la decisión de papá de elegirme como heredera. Sin embargo, cuando me casé con el Señor Akiyama, renuncié al cargo y convencí a papá para que te eligiera como mi sustituto. Pero al final, ¿Qué hiciste? Hmm?» Ichika arremetió contra Himari mientras la señalaba con el dedo con rabia.

Himari se quedó atónita.

¿Renunció a su título de heredera? No, eso es imposible. ¿Cómo puede ser tan estúpida como para renunciar a una posición tan noble? No, debe estar mintiendo.

Himari se negó a creerla.

“¡Estás mintiendo!»

«¿Por qué iba a mentirte? Desde que era joven, mi objetivo era que nuestra familia fuera feliz. Tú, en cambio, causaste estragos en la familia por el título. ¿Y qué si renuncié a mi posición por ti? Himari, una persona capaz no se demuestra por su posición. Mientras tengamos sentido del deber y del honor, nuestra familia seguirá estando orgullosa de nosotros. Sólo tienes que dar un vistazo a nuestra abuela, Judith. Aunque haya abandonado el país y haya formado otra familia, toda la Familia Minamoto sigue respetándola y admirándola mucho».

La última frase de Ichika fue tan inspiradora que Sasha no pudo evitar sentirse humilde ante ella.

De repente se dio cuenta de que quien llevaba el legado de Judith era Ichika y no ella. Era obvio que ella no era digna de hacerlo todavía.

En ese momento, Ichika exudó un aire de autoridad.

Todo el mundo no podía evitar sentirse intimidado por ella. En cuanto a Himari, su espíritu se rompió finalmente al caer al suelo con el rostro pálido como una sábana.

Ya no era capaz de levantarse.

Y así fueron las cosas.

Evidentemente, Sebastián tenía razón. Entre las dos hijas de Giichi, tenía sentido que eligiera a Ichika como heredera.

Si una era adecuada para el puesto o no, era obvio por su carácter.

Al final, Himari fue arrastrada fuera de la escena. En cuanto a Ichika, después de ver cómo se llevaban a su hermana, dirigió una mirada al desafiante Itachi.

Mordiéndose el labio, Ichika se giró hacia Salomón y corrió hacia él.

«Querido… ¿Puedes prestarme algo de dinero? Me gustaría deshacerme de él».

En una fracción de segundo, volvió a ser la misma despistada de siempre. De hecho, parecía un conejo cobarde.

Todos se quedaron atónitos por el repentino cambio.

En cuanto a Salomón, sus labios se movieron por un momento antes de sacar su teléfono de la bata.

«No hay necesidad de pedir prestado. ¿Son suficientes cinco millones?”

“¡Sí, lo es!»

A Ichika le brillaron los ojos.

Hace un rato, parecía aterradora cuando le daba una lección a Himari. Pero cuando volvió a levantar la mirada, no se diferenciaba de un gatito inofensivo.

Con el teléfono en la mano, se apresuró a volver con Itachi.

«Son cinco millones. Con respecto a lo que ha sucedido hoy, haz como si nunca hubiera sucedido. A partir de ahora, mi Hermana no volverá a la Familia Nogita. Tú eres libre de hacer lo que te plazca mientras no cometas nada que te incrimine, o de lo contrario…»

Un frío destello cruzó sus ojos, lo que provocó un escalofrío en Itachi.

Tras recibir el dinero, se marchó sin protestar.

La multitud se quedó sin palabras.

Antes de que recuperaran el sentido, Ichika se acercó cuidadosamente a ellos. Levantando los ojos, recorrió con su mirada a todos los presentes.

Antes de que dijera nada, todos tuvieron la sensación de que no había lugar para objetar lo que fuera a decir.

¡Esto es realmente aterrador!

Afortunadamente, Ichika sólo pidió a todos que no contaran lo sucedido a sus padres. Además, esperaba que se ocuparan de las consecuencias para que la reputación de la Familia Minamoto no se viera más manchada.

Dado que no había ningún problema, todos asintieron con la cabeza.

Con eso, se fue con Salomón, mientras todos los demás se dispersaban al mismo tiempo.

Jonathan comentó: «Esta chica es realmente extraordinaria. Exuda el mismo aura que su abuela».

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