Regresando de la muerte – Acceso Anticipado
Capítulo 82

Capítulo 82: 

«Ya veo. ¿Te gustaría pasar por mi casa un rato? El clima está helado hoy», ofreció Sasha, quien juraría que sólo estaba haciendo una pequeña charla cuando hizo esa oferta.

No esperaba que él aceptara la oferta inmediatamente. «Claro», respondió Salomón, «resulta que tengo unos cuantos libros de derecho para ti. Son los libros que me pediste que te comprara antes. Te los llevaré a tu casa». Sasha no sabía cómo responder a eso.

¡Diablos! Me había olvidado de todo esto. ¿Es demasiado tarde para decirle que no llevaré el asunto a los tribunales?

Al final, Sasha llevó a ese hombre al lugar que había alquilado.

La estación estaba cambiando, y el invierno estaba a la vuelta de la esquina, así que hacía bastante frío. El lugar era demasiado viejo, y tanto las ventanas como las paredes eran demasiado finas, por lo que nadie sentía calor después de que Sasha abriera la puerta. De hecho, entrar en la casa hacía que uno sintiera aún más frío.

«Siento mucho esto. Déjame encender el calentador», dijo Sasha antes de apresurarse hacia el calentador.

Salomón dio vueltas alrededor de la casa distraídamente.

Era sólo la segunda vez que entraba en esa casa, pero no parecía no estar familiarizado con el lugar.

«Nancy, este lugar es demasiado viejo y no es lo suficientemente cálido. ¿Te gustaría alquilar otro lugar?»

«¿Eh? Oh, no hay necesidad de eso. Este lugar es en realidad bastante bueno. Está cerca del preescolar, así que es conveniente», respondió Sasha, que estaba ocupada haciendo funcionar el calentador.

¿Estás de broma?

Me costó una eternidad encontrar un lugar viejo y cochambroso como este. Esa escoria definitivamente no pondrá un pie en este lugar, así que ¿Por qué querría mudarme? No es que me guste que me molesten.

Sasha no tardó mucho en poner el calentador, pero poco después se ocupó de la cocina.

Lo que no sabía era que mientras estaba ocupada y concentrada en la cocina, su invitado en el salón se había servido un vaso de agua. De repente se levantó y se dirigió a la puerta de la cocina. La tenue luz del sol de la tarde iluminaba el lugar, y el vapor llenaba la cocina, pero él no apartó su mirada de ella.

Y su mirada…

Parecía amor, pero también parecía una mirada simple y platónica. Sin embargo, si alguien la mirara de cerca, vería una pasión ardiente que estaba tan caliente como el calentador de la sala de estar. De hecho, ¡Estaba tan caliente que era alarmante!

«Siento haberte hecho esperar. Tengo que terminar todo antes de que vuelvan los niños. Así podrán llenarse la barriga en cuanto lleguen a casa».

Tal vez fue porque sintió la mirada ardiente, pero Sasha se dio la vuelta, lo miró y pronunció esas palabras poco después.

Salomón vio lo incómoda que parecía, así que retiró su mirada sin querer.

«Está bien. ¿Necesitas ayuda?»

«No. Puedes relajarte en la sala de estar», dijo Sasha sin dudar. Los dos se conocían bien, pero todavía había una distancia entre los dos.

Sasha continuó durante unos veinte minutos antes de que finalmente terminara de preparar todo.

«Salgamos juntos», dijo Sasha sin rodeos cuando se fue. No se anduvo con rodeos y sugirió que el hombre se fuera con ella.

Era imposible que Salomón no supiera a qué se refería.

En ese momento, lo único que pudo hacer fue sonreír irónicamente antes de bajar las escaleras con ella. En total, se quedó menos de treinta minutos con ella.

«Señor George, ¿La Señorita seguirá sigue yendo a la corte?»

«No, ya no».

El hombre que había estado sonriendo gentilmente hace un momento, se veía distante y cruel dentro del coche.

El nombre que utilizaban en su conversación ya no era Nancy sino Sasha.

«¿Se han reconciliado?», preguntó el asistente personal, que se armó de valor tras escucharlo todo.

Sin embargo, el hombre nunca respondió a esa pregunta. Su expresión simplemente cambió y parecía sombrío, y la mirada de los ojos detrás de sus gafas se volvió fría también.

«¿No dijiste que Sebastián nunca le dijo a su padre sobre su regreso?»

«Así es.»

«¿Por qué?»

«Creo que es porque la Señorita Wand está catalogada como alguien que ha engañado a la muerte. Su identidad y su historial habrían sido borrados entonces. Lo que significa que tendrían que presentar una solicitud al tribunal para reclamar su nombre una vez que la recuperen».

El hombre se quedó callado un segundo.

¿Reclamar su nombre? ¿Significa eso que el tal Sebastián no quiere que ella reclame su identidad y el récord que tenía ahora?

¿Por qué? ¿Será porque la reconocerían como parte de la Familia Hayes una vez que reclame su identidad? ¿Podría ser que Sebastián Hayes no quiera que eso ocurra?

Salomón actuó de repente como si se hubiera dado cuenta de algo. La expresión sombría de su rostro se relajó al instante.

«¡Difunde la noticia de inmediato!»

«¿Eh?», dijo el asistente confundido, «¿Difundir la noticia? ¿No empeorará eso las cosas para ti? Una vez que la noticia se haya difundido, Frederick se enterará de su supervivencia y querrá recuperar su identidad inmediatamente. Eso la convertiría en la esposa legal de Sebastián una vez más».

«No, estás equivocado. Ella nunca se convertirá en uno de ellos».

Después de decir su parte, la mirada del hombre volvió a su postura solemne y gentil. Incluso podría llevar una pizca de regocijo.

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