Regresando de la muerte – Acceso Anticipado -
Capítulo 806
Capítulo 806:
«Tío Sebastián, este es el hospital de mamá». La voz infantil de la niña resonó con fuerza cuando el dúo entró en el hospital. Inmediatamente todo el mundo se giró para darles un vistazo.
¡Oh, Dios mío! ¡Esta niña es increíblemente bonita!
No sólo iba vestida con una minifalda rosa, sino que también llevaba un sombrero de color caqui con forma de orejas puntiagudas posado en la cabeza de la niña. Su piel era tan blanca como la nieve y sus grandes ojos brillaban cada vez que parpadeaba, haciendo que parecieran estrellas en un cielo nocturno.
Al mismo tiempo, los espectadores se morían por pellizcar sus adorables mejillas.
Su adorable aspecto parecía el de una muñeca de porcelana.
¿Quién es ella? ¿Cómo puede haber una niña tan adorable?
Aturdidos por su ternura, los espectadores desviaron su atención hacia el hombre que la llevaba de la mano.
Una sola mirada al hombre les dejó sin aliento.
En comparación con la niña, el hombre iba vestido con sutileza. Sin embargo, su sencilla vestimenta no afectaba a sus apuestos rasgos, ya que un aire de elegancia rodeaba la alta figura del hombre.
En comparación con la niña, su llamativo aspecto atrajo más miradas aturdidas.
A su entrada, todo el vestíbulo quedó en silencio.
De vuelta al piso de arriba, Sasha y Salomón no tenían ni idea de lo que había ocurrido abajo.
Se dirigieron hacia el ascensor. Sintiéndose abatida, Sasha siguió los pasos de Salomón con la cabeza baja.
Bang.
Justo cuando llegaron al ascensor, Salomón se detuvo con un chirrido. Atrapada con la guardia baja, Sasha chocó contra su espalda.
«Salomón, ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué te has parado de repente?» preguntó Sasha mientras se frotaba la nariz dolorida.
Sin embargo, Salomón permaneció en silencio.
Se sentía como si estuviera clavado en el sitio. Sus ojos abiertos se fijaron intensamente en algo en el vestíbulo del hospital mientras su espalda se agarrotaba. ¿Cómo es posible? ¿Por qué está aquí? ¿No está en Jadeborough?
En apenas unos segundos, el estado de ánimo de Salomón dio un giro drástico.
«¿Salomón?» Sasha llamó de nuevo. Desde su posición, la espalda de Salomón le impedía ver el vestíbulo. La dejó confundida por la falta de respuesta del hombre. ¿Por qué no se mueve?
Mientras su paciencia se agotaba, Sasha intentó dar un paso adelante. Su repentino movimiento pareció sacar a Salomón de su aturdimiento, ya que extendió el brazo para bloquear su camino.
«Tú…»
«¿Segura que quieres ir allí?» Salomón se dio la vuelta y preguntó. Su rostro se había vuelto extremadamente pálido.
Sasha le dio una mirada de desconcierto. ¿Por qué no debería ir allí? ¿Qué demonios está tratando de hacer?
Sasha ignoró la pregunta de Salomón y le rodeó antes de seguir adelante.
¿No es este un ascensor normal y corriente? No parece haber nada malo en él. Desde su vista periférica, Sasha notó que alguien se movía abajo.
«Tío Sebastián, mamá está en el tercer piso. Tenemos que tomar el ascensor», dijo Vivian alegremente.
«De acuerdo».
El hombre condujo a la niña hasta el ascensor y presionó el botón que los llevaría al tercer piso. Arriba, Sasha contemplaba sus figuras.
Ding. Vio cómo las figuras entraban en el ascensor antes de desaparecer de la vista.
¿Quiénes son? ¿Estoy viendo cosas debido a mi estado de ánimo abatido?
Sasha sintió como si toda la sangre se le hubiera subido a la cabeza. De repente, se encontró atrapada en una niebla borrosa. Todo a su alrededor sonaba extrañamente débil y apagado. La única sensación que sentía eran los temblores que sacudían su cuerpo.
«No te asustes. Ya que está aquí, debe estar buscándote. ¿Por qué no te reúnes con él?» La tranquilizó gentilmente Salomón.
Contrariamente a su tono tierno, las palabras dejaron un sabor agrio que perduró en su lengua.
Antes, Salomón quería detener a Sasha. En cuanto atrapó la vista de aquel hombre, una idea descabellada apareció en su cabeza. Debía impedir que lo viera.
Después de todo, esta era una oportunidad que había estado esperando durante mucho tiempo.
Pero al final, Salomón decidió dejar ir a Sasha. Una vez más, sacrificó su propia felicidad por el bien de la de ella.
Las palabras de Salomón lograron sacar a Sasha de su aturdimiento cuando dejó de temblar.
«¿Tú quieres que se reúna conmigo? ¿Ahora?», murmuró vacilante.
«Así es. ¿Hay algún problema?»
«N-No, en absoluto. Pero, ¿Sería apropiado saludarlo así? No sólo he cambiado mi aspecto, sino que además puede que no me recuerde en absoluto. ¿Y si no me reconoce?» Sasha divagó con pánico mientras se ahuecaba el rostro. La idea de encontrarse con él la dejaba tan nerviosa que no podía hablar con coherencia.
Después de todo, no solía dar este aspecto. ¿Y si no puede aceptar mi nuevo aspecto?
Pero ha venido hasta aquí…
Atrapada en la confusión, Sasha notó que el ascensor se acercaba rápidamente al tercer piso. Sin poder soportarlo más, giró sobre sus talones y salió en dirección contraria.
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