Regresando de la muerte – Acceso Anticipado
Capítulo 702

Capítulo 702: 

«Resulta que eres consciente de las cosas que están pasando, ¿Eh? ¡Supongo que no eres tan tonto después de todo! ¡Al menos eres más rápido de lo que había previsto!»

«Tú…»

Jonathan ni siquiera pudo terminar su frase ya que apenas podía atrapar su aliento.

Esprintó en dirección al joven y le apuntó a la cabeza con el arma.

«¡Te mataré inmediatamente!»

El joven no se dejó intimidar en absoluto. Por el contrario, desafió a Jonathan con el ceño fruncido e instó: «¡Adelante, inténtalo!».

Irónicamente, el enfrentamiento se produjo en un día estupendo, perfecto para salir en familia.

Los ojos de Jonathan se abrieron de par en par con incredulidad. Apretó el gatillo sin pensarlo dos veces, pero dudó cuando echo un vistazo al rostro de Sebastián.

De la nada, otra imagen familiar se mostró en su mente. Al final, no pudo diferenciar si había estado viendo cosas de nuevo.

«Papá, si crees que yo soy el culpable, ¿Por qué no me matas? Adelante, dispara un tiro para matarme».

El hombre en su mente mencionó algo similar y le dijo que lo matara sin dudarlo.

Como resultado, la mano de Jonathan empezó a temblar contra su voluntad.

Jonathan siempre había estado orgulloso de Shin porque siempre había sido excepcional desde que era joven. Y lo más importante, Shin había heredado las grandes cualidades de Jonathan como ejército.

Por lo tanto, Jonathan tenía grandes esperanzas en Shin y pensaba que su hijo sería el sucesor de la familia en el futuro.

Shin hizo un gran trabajo a la altura de las expectativas de su padre. Se alistó a los dieciocho años. Dos años más tarde, se le asignó dirigir un pelotón para ir a una misión. Su excepcional hijo era muy apreciado por las autoridades de todo el mundo. De hecho, Shin recibió varios premios y reconocimientos de gran importancia.

Sin embargo, una mujer de Avenport había puesto patas arriba la vida del orgullo de la nación en su día.

Estaba perdidamente enamorado de la cuñada de Frederick después de volver de Avenport.

Shin, que nunca había desafiado las instrucciones de su padre, se rebeló contra él por primera vez en la vida: pasó de contrabando el registro de la casa y se casó con la mujer de Avenport.

A decir verdad, Jonathan ya no podía recordar las cosas que tenía en mente cuando supo que Shin se había rebelado contra él por primera vez.

Ni siquiera podía recordar el tipo de decisiones que tomó para llevar a Shin bajo custodia. Cómo fue atado como una bestia y presentado delante del hombre.

Fue entonces cuando Shin miró fijamente a Jonathan y le gritó: «Si crees que yo soy el culpable, ¿Por qué no me matas? Adelante, dame un tiro para matarme».

Las manos de Jonathan temblaban contra su voluntad. Al final, no se atrevió a disparar.

Haciendo lo posible por mantener sus emociones para sí mismo, Jonathan jadeó su pregunta: «¿Qué más quieres después de haber matado a tanta gente en las últimas semanas? ¿Vas a matar a todos los Jadeson?».

Sebastián se dio la vuelta y miró fijamente a su supuesto abuelo a los ojos, preguntando sarcásticamente: «¿Qué te parece? Después de matar a los miembros de los Hayes, no crees que puedan negar sus responsabilidades, ¿Verdad?».

«¡Tú has matado a Eric y a Tyler!»

«¿Y qué hay de eso? ¿Es eso suficiente para compensar mi pérdida y la de mis padres? ¿Qué pasa con Sasha, Shawn, Karl y los hombres que traje conmigo?”

“¿Se supone que debo hacer la vista gorda cuando la mayoría de mis conocidos cercanos están muertos? Tú no crees que la vida de dos de los Jadeson sea suficiente para expiar sus pecados, ¿Verdad?”

“¿Qué te hace pensar que es justo? ¿Es porque han nacido superiores al resto? ¿Es porque son miembros de los Jadesons? Contéstame». Sebastián finalmente se desprendió de sus emociones y le gritó a Jonathan sin contenerse.

Mirando fijamente al hombre que tenía delante, enunció cada una de sus palabras con sarcasmo, indicando que no tenía intención de dejarles libres de culpa todavía.

De pie frente al joven herido, Jonathan se sobresaltó porque se quedó sin palabras para defenderse.

Le parecía muy descarado y egoísta por su parte detener a Sebastián cuando había perdido a más de la mitad de las personas que más le importaban en la vida.

El ojo por ojo siempre había sido el mantra de la mayoría de la gente. Sin embargo, en un intento de defender a su familiar, se limitó a meter a Charles en una celda de aislamiento después de que su sobrino asesinara a innumerables personas inocentes.

A Jonathan no se le ocurría nada para demostrar que Sebastián estaba equivocado porque nunca se le había pasado por la cabeza la idea de garantizar que se hiciera justicia con los inocentes.

Al mirar de nuevo a Jonathan, Sebastián se echó a reír y preguntó: «¿Qué pasa? ¿Te has quedado sin palabras porque he vuelto a dar en el clavo? ¿Te has dado cuenta por fin de que eres un egoísta?».

«¡Sebastián Hayes!»

Jonathan estaba a punto de enloquecer de nuevo. Gritó: «No voy a negar que he descuidado los aspectos de los demás, pero ¿Realmente te crees mejor que yo? Aparte de matar a Charles para vengar a los Hayes, ¡Has elevado el asunto a nivel nacional! ¿Eres consciente de las consecuencias de tus actos? ¿Intentas arrastrar a otros al infierno para hacer compañía a los miembros fallecidos de los Hayes?» El objetivo de Sebastián siempre había sido agitar las cosas entre la Casa Blanca y los Jadeson. En resumen, la desaparición de Charles no era más que un aspecto trivial de su ambicioso plan.

Pronto se convertiría en un enfrentamiento entre un gobernante supremo y una familia que ejercía influencia sobre el ejército de la nación.

Por lo tanto, sería difícil prever el resultado del enfrentamiento. Sin embargo, las cosas serían caóticas con seguridad. Innumerables personas inocentes serían sacrificadas como resultado del enfrentamiento.

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