Regresando de la muerte – Acceso Anticipado
Capítulo 249

Capítulo 249: 

Ella no sabía que él sería tan duro con Xandra. ¿Está loco? ¡Esta es su mujer amada!

Sasha se levantó con dificultad. «¿Qué… qué has hecho? ¿Por qué la has pateado?»

«¿Te sientes mal por ella? ¡Hmph! ¿Eres una santa, Sasha? ¿Estarás por aquí después de que ella las mate a ti y a Vivian? ¿No puedes distinguir el bien del mal? ¿Eres realmente tan tonta?» El hombre empezó a gritarle.

Consumido por la ira, Sebastián soltó lo que se le ocurrió. Cómo deseaba que sus palabras pudieran matarla.

Estaba furioso con Sasha por ser magnánima, pero quería destrozar a Xandra por levantarle la mano a Vivian.

Sus palabras golpearon a Sasha como un rayo.

Ella sabía que no era una santa, y realmente quería que Xandra pagara por lo que le hizo a Vivian.

Sin embargo, ver a Sebastián golpear a la mujer con tanta crueldad estaba más allá de las palabras.

Al oír la conmoción, Frederick y los dos chicos salieron a te dar. De repente, la expresión del anciano cambió drásticamente. «Sebastián, ¿Qué ha pasado? ¿Esto es obra tuya?» Sebastián entrecerró los ojos.

Quiso decir algo, pero después de notar el rostro pálido de Sasha y sus puños cerrados, dio un vistazo a los dos chicos que estaban a un lado.

«Ian y Matteo, lleven a mamá y a Vivi dentro primero».

«Sí, papá».

Los dos niños estaban contentos con su padre hoy, así que inmediatamente hicieron lo que se les dijo.

Al momento siguiente, Sasha y Vivian fueron llevadas a la villa. Sin embargo, Vivian se giró para darle un vistazo a su padre varias veces.

Matteo le preguntó: «¿Qué estás mirando?».

Vivian le sonrió. «¡Papá me acaba de salvar! Es increíble».

Los ojos de Matteo se abrieron de par en par en señal de asombro. «¿De verdad?»

Vivian sonrió alegremente y asintió. «¡Sí! Cuando esa mujer mala me estaba asfixiando, papá vino y me sacó de allí. Así que decidí volver a querer a papá». Ian se quedó sin palabras.

¿Había dejado de quererle alguna vez?

…

Todos abandonaron el jardín, excepto Frederick y Sebastián.

«¿Qué estás haciendo aquí?»

«¿Necesito tu permiso para venir?» Frederick refunfuñó.

La hostilidad en los ojos de Sebastián mostraba que no iba a ceder.

«Puedes, pero si estás aquí para interferir en mi vida, no me culpes cuando deje de dejarte ver a mis hijos. Piénsalo bien».

«Tú…» Frederick estaba tan enfadado que no podía hablar.

Como nunca había golpeado a su hijo en una discusión, respiró profundamente y se calmó. «He venido con la mujer que amas».

«¿La mujer que amo? ¿Te refieres a Xandra?»

«¿A quién más?» Frederick encontró su punto de inflexión y sonó más seguro.

Sebastián había insistido en casarse con Xandra entonces. Sin embargo, hizo una mueca burlona, para sorpresa de su padre.

«¡Ella es indigna!»

«¿Qué has dicho? ¿Indigna?» Frederick le dio un vistazo incrédulo. «¿Por qué? Tú la dejaste quedarse a tu lado durante los últimos cinco años y me rogaste que aprobara su matrimonio. Entonces, ¿Por qué es indigna ahora?»

Este b%stardo. Insistió en traer a Xandra cuando Sasha estaba a punto de dar a luz.

En realidad, siempre quise que Sasha fuera mi nuera. Estaba embarazada de mis nietos y es la hija de Rufus. Eso la convertía en el complemento perfecto para los Hayes.

Sin embargo, Sebastián afirmó que sólo ama a Xandra y que sólo se casaría con ella. ¿Qué quiere decir con que ella es indigna?

«¡Porque era ciego!» Sebastián se sintió repentinamente molesto al admitir este hecho embarazoso.

Los ojos de Frederick se abrieron de par en par, sorprendidos. ¿Ciego? Nunca le había oído admitir sus propios errores. Es un perfeccionista que no soportaba las críticas. ¿Qué le ha pasado?

«¿Quieres decir que ya no te casarás con Xandra?»

«¿No he sido claro?»

«¿Qué pasa con Sasha, entonces?»

«¿Qué pasa con ella? ¡No me divorcié de ella de todos modos!» respondió Sebastián con enfado.

Luego dio un vistazo a su reloj. Cuando vio que era casi la hora de volver al trabajo, dejó al viejo solo y entró en la villa.

En ese momento, Frederick se quedó sin palabras.

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