Capítulo 1675

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Sin embargo, cuando dijo eso, la expresión de Nina se volvió aún más incómoda.

Con un rostro sombrío, se levantó bruscamente.

«¡Mi madre nunca me encerrará! Es esa persona malvada la que nos encerró a mí y a mamá!»

«¿Eh? ¿Incluso tu madre fue encerrada también?» Vivian reveló inmediatamente una expresión extremadamente sorprendida.

Se quedó mirando a Nina con una mirada de total incredulidad.

«¿Por qué te encerró? ¿Han hecho algo malo? Además, ¿Dónde te encerraron? ¿Te soltaron? ¿Y tu madre? ¿También fue liberada?»

Hizo las preguntas de las que quería saber las respuestas.

Sin embargo, en ese momento, alguien entró en el jardín.

Cuando los vio hablando allí, se acercó directamente a ellos.

«¿Por qué estás aquí, Princesa Nina? ¡Date prisa y vuelve a tus clases de costura! Era el jefe de palacio. Al verlo, la expresión de Nina cambió y, tras expresar una respuesta, se levantó a toda prisa”.

Agarrando a Nina, le preguntó rápidamente: «Nina, ¡Dime ahora! ¿Han liberado a tu madre? Dímelo rápido. Puedo ayudarte». Nina permaneció en silencio.

Un rato después, antes de que el jefe de palacio los alcanzara, Nina se dio la vuelta y dijo rápidamente: «No, mi mamá sigue encerrada»

«¿Dónde está ella?»

«Nina, ¿Por qué eres tan desobediente? Tú sigues aferrada a esta señorita»

Furioso, el jefe de palacio caminó más rápido.

Nina no se atrevió a hablar más, apartó la mano de Vivian con fuerza y se alejó corriendo.

Vivian se quedó sin palabras.

¡Qué frustración!

«¿Princesa Vivian?»

«¿Qué?», espetó Vivian con impaciencia, ya que estaba de un humor horrible.

El jefe de palacio sonrió apaciblemente.

«Lo siento, princesa. La Princesa Nina es todavía joven e ignorante, y te ha molestado. No te preocupes, no la dejaré correr por ahí la próxima vez».

Vivian no sabía si el jefe lo hacía a propósito, pero pensó que la conversación de Nina con ella se debía al pollo robado ayer.

Pisando fuerte, Vivian no se molestó en hablar con él.

Justo cuando estaba a punto de marcharse, el jefe de palacio la siguió.

«Princesa Vivian, nos gustaría que nos ayudara en algo. Aunque Elysium ha conseguido este pedido, es la primera vez que colaboramos con contrapartes comerciales extranjeras. Todavía no sabemos cuál es el estándar de la mercancía. El rey querría que le ayudara en el control de calidad. ¿Le vendría bien, princesa?»

«¿Control de calidad?» Vivian no tuvo más remedio que detenerse.

«Sí, vigila las cosas. Ya sabes que la gente de nuestra tribu suele fabricar sus telas y accesorios de plata en función de sus preferencias personales. De ahí que la calidad de las mercancías sea definitivamente diferente. Dado que te especializas en esto, seguro que conoces muy bien las necesidades de estas contrapartes comerciales extranjeras.

Si nos ayudas a establecer el estándar para el primer lote de mercancías, nos resultará mucho más fácil en el futuro”, explicó el jefe con humildad y cortesía.

Como tribu indígena cerrada al mundo exterior, nunca habían colaborado con ningún extranjero.

Para ser sinceros, necesitaban ayuda para enderezar las cosas.

Finalmente, Vivian aceptó y, como era amable y responsable, no se quedaría de brazos cruzados.

Nina estaba escondida cerca, esperando a que los dos se marcharan.

En un principio, pensaba llevarle la flor a su madre y vio cómo Vivian se iba con el jefe de palacio.

«¿Dónde deberíamos ir primero?»

«¿Por qué no damos un vistazo a los materiales primero? Usamos ortigas y lianas para tejer la ropa. ¿Quieres ver qué material es más adecuado?»

«Claro» Vivian, habiendo entrado en su modo de trabajo, aceptó fácilmente antes de salir con el jefe.

Después, Nina se marchó.

¿Vides? Creía que sólo se podían encontrar en el Bosque Styx. La ropa tejida con las lianas es muy bonita y ligera.

Sin embargo, mamá dijo que es extremadamente peligroso. Está lleno de humos tóxicos y pantanos.

¡Uf, como sea! ¡Es su culpa por ser tan molesta! Nina deja de pensar en ello.

Después de desenterrar esa flor, salió corriendo. Sin embargo, nadie esperaba que después de que Vivian se fuera a supervisar el trabajo, no volviera.

Fue hasta la noche, después de que Matteo regresara de su patrulla, que se dio cuenta de que Vivian aún no había regresado.

«¿Qué ha pasado? ¿Por qué no ha vuelto todavía?»

«No lo sabemos. ¿Está en el palacio? Parecía bastante ocupada hoy. Los aldeanos de las tribus también estaban empezando a estar ocupados».

El personal tampoco le prestó mucha atención, ya que los aldeanos estaban ocupados, lo que significaba que Vivian había tenido éxito en su tarea.

Además, al tratarse de un evento importante, era normal que atara algunos cabos sueltos con ellos.

Sin embargo, Matteo no se lo creía. Como eran trillizos, podía intuir que a su hermana le ocurría algo malo. Por eso, Matteo se dirigió directamente a palacio.

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