Regresando de la muerte – Acceso Anticipado
Capítulo 1654

Capítulo 1654

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Al final, Vivian siguió a Kristoff hasta el palacio.

Para evitar cualquier sospecha, Kristoff la vistió como una chica del Elysium, e incluso le puso el pañuelo facial que llevaban los asistentes antes de llevarla.

En realidad, Vivian ya había visitado el palacio como invitada de honor en su calidad de Jadeson.

Por lo tanto, estaba familiarizada con el lugar.

Sin embargo, en cuanto vio el palacio con su lago verde turquesa al frente, se llenó de sentimientos encontrados.

Para ella, el lugar le parecía una jaula que había encerrado a su amado Kurt.

Sólo el pensamiento la hizo sentirse deprimida.

«Vamos», comentó Kristoff al percibir su tristeza.

La verdad es que no quería que su nieto, que apenas había sobrevivido, volviera a palacio.

Después de haber visto cómo sufrían sus hijos por relacionarse con la familia real, Kristoff resolvió ayudar a Kurt a escapar de aquel miserable lugar.

Así, haría todo lo posible para proporcionar a Vivian toda la ayuda que necesitara.

Finalmente, llegaron frente al antiguo palacio.

Al momento siguiente, un hombre salió del interior y saludó calurosamente a Kristoff, «Señor, ¿Ha venido a ver al Príncipe Kurt?»

Mirando fríamente la escena, Vivian pudo sentir la ironía de la situación.

Cuando ella y Kurt llegaron por primera vez, vieron a Kristoff haciéndolo todo solo y sin nadie que le ayudara.

Incluso en casa, era condenado al ostracismo y ridiculizado por los demás.

Pero ahora, todo había cambiado.

Todos en la tribu trataban de congraciarse con él.

Naturalmente, Kristoff se dio cuenta de la hipocresía.

Después de intercambiar cumplidos, condujo a Vivian al interior.

Al entrar, Vivian no pudo evitar sentirse emocionada por el hecho de poder ver por fin a Kurt.

Tras atravesar la antigua sala en la que se entretuvieron el otro día, llegó a un pasillo adornado con ámbares de color dorado.

Sin impurezas en su interior, los ámbares hacían que todo el lugar pareciera un palacio hecho de cristal dorado.

«Señor Calyette, ¿Qué es esto?»

«Oh, esto es el ámbar dorado que proviene del Pantano Negro. Hace mucho tiempo, solíamos ofrecérselo a la familia real como tributo. De hecho, se consideran piedras preciosas de valor incalculable. Sin embargo, esta práctica se ha detenido ahora. En aquel entonces, la familia real quería tomar el control de todo. Por lo tanto, ordenaron a los miembros de la tribu que extrajeran todo del Pantano Negro. Desafortunadamente, cuando se vació, muchos hombres habían muerto en el proceso», explicó Kristoff con un suspiro.

Por lo general, una tribu con una historia de más de mil años viviría naturalmente unas cuantas dinastías.

Para una tribu que todavía era capaz de mantener su poder en los tiempos modernos, nadie había esperado que tuvieran una historia tan brutal.

Mientras ambos seguían caminando, llegaron a un pequeño puente arqueado que estaba cubierto por una dama salpicada de piedras preciosas rojas.

Levantando la mirada, Vivian se fijó en dos figuras que salían del interior de un edificio de color apagado.

El edificio daba un aspecto apagado simplemente porque no estaba adornado con ámbar dorado.

En cambio, era de madera.

Aun así, Vivian, que había estado expuesta a mucho, reconoció que se trataba de madera de agar, que era extremadamente cara debido a su aroma único.

Dado que todo el edificio que tenía delante estaba construido con madera de agar, el fragante aroma que emitía llenaba el aire.

En cuanto a las dos figuras de arriba, estaban sentadas en el balcón tras unas cortinas onduladas.

Una de ellas parecía estar pintando, mientras que la otra estaba mezclando pintura.

En ese momento, Vivian se sintió como si su mente estuviera en blanco.

«Está pintando ahora mismo. En su estado actual, lo único que recuerda es lo que había pasado antes de los diez años. En cuanto a todo lo demás, tiene que volver a aprenderlo desde cero», explicó Kristoff antes de dejar escapar un suspiró.

Al oír sus palabras, Vivian sintió como si le cayera un cubo de agua fría, haciendo que su rostro perdiera todo el color.

El año en que tenía diez años… no, eso es imposible.

Si realmente fuera antes de los diez años, ¿No perdería todos sus recuerdos de la Familia Hayes? ¿Cómo es posible? Hemos pasado por tantas cosas juntos, y mi familia le ha dado tanto calor.

Vivian no podía creerlo.

Después de darles un vistazo con los ojos enrojecidos, empezó a correr en su dirección.

«¡Kurt! Kurt!», gritó.

En ese momento, había olvidado que estaba disfrazada y que no debía revelarse.

Cuando Kristoff vio su reacción, fue tras ella inmediatamente.

Al llegar al balcón, Vivian vio que ambas figuras se habían sobresaltado por sus gritos.

En el momento exacto en que los vio, la asistente, que iba ataviada con joyas, la fulminó con la mirada.

En cuanto a Kurt, iba vestido de una forma que no le parecía en absoluto.

Cuando desvió su mirada, Vivian pudo ver la distancia y el resentimiento en su rostro.

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