Capítulo 1599

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Cuando Sebastián llegó al hotel con Sasha, el presidente del Grupo Sun ya estaba esperando allí.

También había traído a su hijo.

Antes de la reunión, había oído hablar de las valientes hazañas de Sebastián de cómo pacificó el país en una época de caos y ayudó a la economía de la nación a recuperarse.

Sin embargo, esas historias de valor se fueron apagando poco a poco desde que Sebastián estuvo a punto de morir en un complot hace cuatro años. Posteriormente, permaneció en coma durante tres años enteros.

Como resultado, el presidente del Grupo Sun no tenía a Sebastián en alta estima.

Después de esperar media hora, finalmente vio a Sebastián y a Sasha entrar en el vestíbulo del hotel, opulentamente decorado. Le atrapó la sorpresa cuando se dio cuenta de que Sebastián, que iba vestido con un abrigo negro, parecía más joven de lo esperado.

La madurez de Sebastián había suavizado sus cincelados rasgos con el paso de los años.

Sin embargo, no afectaba al aura elegante y distinguida que siempre desprendía. Con la despampanante Sasha agarrada a su brazo de forma sumisa, la pareja atrajo la atención de todos en cuanto entraron en el vestíbulo.

«¡Dios mío! ¿Quiénes son? ¿Son alguien importante?»

«No estoy seguro».

Aunque todos alababan su aspecto y su encanto, ninguno se atrevía a acercarse.

Después de todo, la multitud circundante podía sentir fácilmente el aire digno que Sebastián y Sasha emanaban a su edad.

Incluso el presidente del Grupo Sun lo notó.

De repente, no pudo evitar ponerse en pie cuando se acercaron, aunque había planeado no hacerlo.

«Hola, ¿Son ustedes el Señor y la Señora Jadeson?»

«Tú puedes llamarme Señor Hayes».

Con una expresión indiferente, Sebastián ayudó a Sasha a acercarse mientras ambos tomaban asiento en la sala privada.

¿Señor Hayes?

Al oír la respuesta de Sebastián, el presidente se miró la mano vacía con torpeza.

Al mismo tiempo, Dwayne se puso a un lado, sintiéndose tenso.

Después de todo, nunca los había visto antes. Cuando visitó Oceanic Estate para ver a Vivian, Sebastián seguía en coma, mientras que Sasha se ocupaba de él.

Por lo tanto, esta era la primera vez que se reunía con ambos en persona.

A pesar de su complejo de superioridad, le inquietaba inconscientemente la presión dominante que desprendían.

De hecho, ni siquiera se atrevió a mirarlos a los ojos.

Cogiendo el vaso de agua que tenía delante, Sebastián ignoró todo lo que estaba pasando.

Tras tomar asiento, Sasha sonrió cálidamente a la esposa del presidente, pensando que Sebastián estaba allí para hablar de negocios.

La esposa del presidente, Marsha, saludó: «H-Hola… mucho gusto».

Sasha respondió con una sonrisa: «Hola, también es un placer conocerte por fin. Le agradezco que su hijo haya ayudado a Vivi la última vez».

Sacó a colación el incidente de hace medio año, cuando Dwayne fue a ver a Vivian a Oceanic Estate.

Obviamente, Sasha era ajena a lo que realmente sucedió. Si no, teniendo en cuenta su temperamento, habría arremetido contra ellos en lugar de responder con tanta cordialidad.

Sin embargo, los dos extranjeros empezaron a aprovechar su amabilidad para sus propósitos.

«Ni lo mencione, Señora Hayes. Es lo que se espera de él ya que le gusta mucho su hija».

«¿Eh?» Sasha estaba aturdida.

Sosteniendo un vaso de agua, se atragantó ante lo que escuchó.

*¡Cough! ¡Cough!*

«Más despacio».

Sebastián le dio unas palmaditas en la espalda con impotencia.

Después de que Sasha recuperara la compostura, el shock en sus ojos no podía ser más obvio.

«¿Está bromeando? ¿Acaso sabe la edad de Vivi?»

«Sí. Probablemente esté dr%gada». Sebastián estuvo de acuerdo con el sentimiento de su esposa.

Sin embargo, no mencionó el hecho de que Sasha también tenía entre dieciocho y diecinueve años cuando se casó con él y dio a luz a sus tres hijos.

Mientras tanto, la pareja del Grupo Sun los miraba con curiosidad. Debido a la barrera del idioma, no podían entender lo que Sasha y Sebastián estaban diciendo.

«¿Señora Hayes?»

«Ah, lo siento, Señora Williams. Vivian siempre ha sido una persona sociable y siempre habla de sus buenos amigos en la escuela. Por lo tanto, me alegro de que su hijo sea uno de ellos».

«¡No!»

Inesperadamente, Marsha negó de inmediato.

«Señora Hayes, ha entendido mal. No es eso lo que estoy diciendo. No estoy hablando de una relación platónica sino romántica. ¿Lo ha entendido?»

Estaba tan ansiosa que fue directamente al grano.

Sasha se quedó boquiabierta.

Al momento siguiente, fue el turno de Sebastián de hablar. Sin embargo, no se anduvo con rodeos.

«¿Qué hay que entender? Mi hija sólo tiene diecisiete años y ni siquiera es mayor de edad. ¿De qué romance hay que hablar?»

«¿Eh?»

La Familia Williams se quedó sorprendida.

En cuanto a Dwayne, su rostro perdió todo el color cuando escuchó el disgusto en la voz de Sebastián.

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