Regresando de la muerte – Acceso Anticipado
Capítulo 1528

Capítulo 1528

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«Se ha retrasado… unos días».

«¿En serio?», exclamaron emocionadas las dos mujeres que la rodeaban.

Incluso brillaron lágrimas en los ojos de Sabrina, al pensar que los Hayes por fin tenían un heredero.

Sin duda, quería a las trillizas con locura. Estaba encantada de que el linaje de su padre, Frederick, estuviera ahora asegurado.

Esta pequeña será su verdadera progenie en el futuro. Apuesto a que por fin podrá descansar en paz si se entera.

«Sab y Sha, por favor, no se lo contéis a vuestros maridos. Aún no lo he confirmado, así que…».

A Ichika le sorprendió ver lo animadas que estaban las dos damas. De ahí que les recordara rápidamente que debían mantenerlo en secreto.

Obviamente, Sasha no lo dejaría pasar. Enseguida tomó el pulso a Ichika con total seriedad, mientras Ichika y Sabrina contenían la respiración en suspense.

En dos minutos, ya tenía sus respuestas.

«Sab…»

«¿Hmm?»

«¿Quieres hacer los honores y consultar con Saul el árbol genealógico de los Hayes? Para averiguar a quién debería ponerle el nombre el próximo bebé. Es bueno quitarse esto de en medio antes». Sasha sonrió de oreja a oreja.

Sabrina abrió los ojos y estuvo a punto de estallar de emoción.

Por otro lado, Ichika estaba tan sorprendida que su rostro se sonrojó al instante.

¡Es una gran noticia!

Esa misma noche se descubrió la verdad. Salomón no se lo podía creer y preguntó a Ichika una y mil veces para confirmarlo.

“¿Es verdad? ¿Nancy te tomó el pulso personalmente?”

“Sí», respondió Ichika tímidamente.

Se alegró mucho de la reacción extasiada de su marido.

Mamá había dicho antes que una mujer podía saber cuánto la quiere su marido por su expresión cuando se entera del embarazo.

Sintiéndose eufórica, durmió profundamente aquella noche.

Irónicamente, Salomón no podía conciliar el sueño. No se atrevía a dar vueltas en la cama, pues temía aplastar a Ichika.

Al final, decidió levantarse y salir a dar una calada.

Sorprendentemente, no fue el único que se quedó despierto hasta tarde. Había otra figura en el pasillo de arriba, aparentemente fumando un cigarrillo.

¿Sebastián?

La habitación en la que se alojaban ahora Salomón y su mujer era la contigua a la antigua habitación de Sabrina, mientras que la familia de Sebastián ocupaba el piso superior.

Por lo tanto, supuso que se trataba de él.

Mirando fijamente el cigarrillo encendido, Salomón dudó antes de decidirse a subir.

Efectivamente, era él.

Vio a Sebastián de pie, solo, trabajando en algo en su smartphone. Por la refracción de la tenue luz de la pantalla, Salomón se dio cuenta de que Sebastián fruncía las cejas.

«¿Qué estás tramando?» Salomón se acercó a él.

Al oírlo, Sebastián se volvió y se asombró al ver a Salomón allí.

«Estaba atendiendo un asunto. ¿Por qué no estás aún en la cama?». Apagó rápidamente el teléfono, pues no quería que Salomón viera lo que estaba haciendo.

Salomón captó la indirecta y no le hizo más preguntas.

«Bueno, no estoy acostumbrado a los cambios», se sinceró.

Hoy en día, Salomón decía lo que pensaba delante de Sebastián.

Sin embargo, éste no entendía a qué se refería.

No podía empatizar con Salomón porque Sasha perdió a su bebé en una fase muy temprana de su embarazo debido a su mala salud.

Por lo tanto, no podía comprender lo que sentía Salomón simplemente porque él nunca había pasado por la misma experiencia.

«¿Qué cambia? ¿La cama?»

«No…» Salomón se sintió algo incómodo, así que contempló el paisaje y cambió de tema inmediatamente.

«Por cierto, ¿Qué te parece la idea del Viejo Señor Jadeson de vivir en la montaña? ¿Te parece bien?”

“¡Como quieras!» espetó Sebastián.

A Salomón le hizo gracia mientras intentaba procesar la respuesta de Sebastián.

Basándome en lo mucho y bien que le conozco, su lacónica respuesta es en realidad un sí. ¡Menudo tipo! Por fuera parece frío y hostil, pero en realidad es un blandengue más amable y considerado que nadie.

Al pensar en sus propios asuntos, Salomón sintió que una sensación de confusión se apoderaba de su interior.

«Bueno, si el Viejo Señor Jadeson se va a la montaña, todo lo relacionado con Oceanic Estate recaerá sobre tus hombros. ¿Cuál es tu plan?»

«Esas cosas no me interesan en absoluto».

«Ya lo sé. Independientemente de tu nivel de interés, algunos asuntos son inevitables. He oído que muchos intentaron colarse para ver al Viejo Señor Jadeson desde la noche en que fue hospitalizado. Seguro que el Oceanic Estate también ha rechazado muchas solicitudes esta noche, ¿Verdad?». Salomón fue al grano y se dirigió al elefante de la habitación.

Aunque Jonathan se había retirado y se había lavado las manos de la política, los Jadeson seguían teniendo una presencia formidable en el país debido a sus enormes contribuciones realizadas en el pasado.

Por eso muchos seguían buscando sus consejos y órdenes, aunque ninguno de ellos ocupara cargo alguno en la Casa Blanca.

Con la marcha del Viejo Señor Jadeson al Templo de Aquene, no se dice que la responsabilidad ineludible recaerá en Sebastián. ¿Piensa delegarla en otros? Eso nunca ocurrirá. Supongo que estaba tratando este tema por teléfono hace un momento. Probablemente ésta sea la única razón por la que se resiste a dejar que el Viejo Señor Jadeson vaya al templo.

Sebastián no pronunció ni una sola palabra, pero fumó mucho aquella noche.

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