Capítulo 1511

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Al final, Tillie no consiguió decir nada.

El amor que sentía por él era reservado y temeroso. Ella ya tenía un estatus inferior al de él, y desde luego no pensaba sólo en ayudar en el bar.

Estaba allí porque le había oído gritar el nombre de Sabrina en el piso de arriba el día de su boda.

Tillie volvió con la Familia Cooper.

No volvió al bar después de aquello. La razón que dio a los demás sobre su ausencia fue lo inconveniente que le resultaría ir allí con un tobillo torcido.

Aunque no estaba en el bar, los miembros de la familia se apresuraron a asignarle diversas tareas. Aunque el estado de su tobillo torcido no era demasiado grave, desde que Violet volvió del hospital, empezó a darle órdenes de nuevo.

«Tillie, tráeme sopa de pollo del supermercado. Trae también algunos suplementos. Compra más».

Violet no se contenía en absoluto a la hora de dar órdenes a Tillie.

Por supuesto, Tillie la ignoró.

Sin embargo, su suegra pronto empezó a ponerse de parte de Violet.

«Sí, Tillie, date prisa. Tu cuñada lleva demasiados días en el hospital. Tiene que curarse pronto. Date prisa y tráele la sopa de pollo y los suplementos».

Tillie estaba exasperada, pero no tuvo más remedio que salir.

Tillie volvía del supermercado después de comprar lo que Violet quería cuando se encontró con alguien de su familia.

Aquella mujer era su tía. Cuando su tía vio el aspecto demacrado de Tillie, se le partió el corazón y se apresuró a preguntar: «Dios mío, Tillie, ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan pálida? ¿Estás bien?»

Al oír aquello, los sentimientos que había estado reprimiendo durante meses acabaron por desbordarse y a Tillie se le saltaron las lágrimas.

«Tía…» Antes de que terminara de llamar a su tía, se había lanzado a sus brazos.

Su tía se quedó boquiabierta.

La Familia Zander tenía cierto parentesco con Silas Zander.

Por eso, cuando la tía de Tillie oyó los lamentos de su sobrina, se dio cuenta al instante de lo que había ocurrido. Entonces, empezó a exigir a Tillie que la llevara de vuelta a casa para ajustar cuentas con los Cooper.

«Vamos. Volvamos con los Cooper. Quiero ver por mí misma qué derecho tienen a ser tan malos con mi sobrina».

La tía de Tillie era una mujer de temperamento fogoso, por lo que inmediatamente quiso volver con los Cooper para hacerles responsables del miserable estado de Tillie.

Sin embargo, Tillie la detuvo a tiempo.

No quería que las cosas se pusieran feas, pues estaba segura de que Edmund se enfadaría si se peleaban.

Así, convenció a su tía para que volviera a casa.

Sin embargo, lo que no esperaba era oír las maldiciones e insultos de Violet sobre lo tarde que llegaba a casa.

«Tillie, lo haces a propósito, ¿Verdad? ¿Tienes ya idea de la hora que es? ¿Intentas matarme de hambre?» chilló Violet mientras le lanzaba una taza a Tillie.

¡Thump!

Al instante se formó un moratón en la muñeca de Tillie.

Cuando el dolor le subió por el brazo, los ojos de Tillie se abrieron de par en par antes de oscurecerse. Fue entonces cuando una mirada francamente asesina apareció en sus ojos.

Sin embargo, en ese momento, Edmund volvió a casa.

Cuando se dio cuenta de lo que pasaba, bramó: «¿Tienes ganas de morir? ¿Quieres que te vuele los sesos ahora mismo?».

Sólo dos frases de Edmund hicieron que Violet se estremeciera violentamente antes de aquietarse obedientemente.

Los ojos de Tillie se dirigieron entonces hacia el hombre.

La mirada asesina, para entonces, se había desvanecido y había sido sustituida por alegría y esperanza.

No importaba que aquel hombre no la hubiera mirado ni una sola vez tras su evaluación inicial de la escena.

Debido a la brusca aparición de Edmund, Violet cesó temporalmente en su actitud dominante. Resultó que Gabriella también parecía temer a su hijastro. Mientras él estuviera en casa, ella no se atrevía a dar órdenes a Tillie.

Por una vez, Tillie tuvo unos días tranquilos.

Sin embargo, lo que Tillie no sabía era que eran obra de su hermana mayor, Riley, que vivía en Yorksland. Ella era quien había convencido a Edmund para que se quedara en la misma casa que Tillie.

«Ed, creo que deberías quedarte en casa de los Cooper lo más a menudo posible. Aunque no quieras dormir en su habitación ni acercarte físicamente a ella, tienes que recordar que ahora la estamos utilizando. No podemos ser demasiado malos con ella. He oído que Violet y mamá la han puesto en apuros muy a menudo. Como mínimo, deberías dejarla pasar un año tranquila con nuestra familia». Eso le había dicho Riley a Edmund.

Aquel día, cuando Tillie le llevaba la cena a Edmund, oyó su llamada con Riley.

Tras oír su conversación, su mente se quedó en blanco.

Tillie sabía que él tenía un motivo para casarse con ella. Lo sabía porque no había dejado de decirle a su familia que quería casarse con alguien de la Familia Cooper, pero no había ocurrido nada hasta aquel repentino día.

Lo había sabido entonces, así que no se enfadó por haber sido utilizada.

Pero ¿Por qué un año? ¿Va a divorciarse de mí en un año?

Tillie no sabía cómo había conseguido volver a su habitación. Sólo sabía que, cuando volvió a despertarse, había sangre por todas partes en su mesa y tenía una cuchilla de afeitar en la mano.

Luego vio cortes por todo el otro brazo.

¿Por qué? Edmund, ¿No somos personas del mismo mundo? No soy guapa, así que todo Jadeborough se ríe de mí por eso. Eres una hija ilegítima y todo el mundo te desprecia. ¿No somos gente del mismo mundo? ¿No podemos permanecer juntos?

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