Capítulo 185:

Una sola palabra silenció el bullicioso despacho del director general.

Fue como si alguien hubiera pulsado el botón de silencio.

La sala se sumió en un silencio inquietante. Todas las miradas se volvieron instintivamente hacia Vincent.

Observó la sala con una mirada penetrante antes de posarse en Samuel.

«Llévense a estos individuos y verifiquen sus declaraciones. No toleraremos agendas ocultas. Si se confirma su culpabilidad, despídalos».

«Entendido, señor Adams», respondió Samuel con prontitud.

El grupo, antes ruidoso, estalló ahora en pánico. Celia, en particular, se resistía y apelaba desesperadamente.

«Señor Adams, por favor, confíe en mí. Me he dedicado de todo corazón a esta empresa y no he maltratado a nadie».

Vincent ni siquiera le dirigió una mirada.

Samuel, con una sonrisa forzada, dijo: «Sigamos adelante. Cualquier retraso y llamaré a seguridad».

Sintiéndose acorralada, Celia no tuvo más remedio que seguirle.

Todos los del departamento de diseño acompañaron a Samuel al despacho contiguo. Todas sus afirmaciones tendrían que estar respaldadas por pruebas.

Las miradas resentidas se dirigieron hacia Katelyn. Si no fuera por ella, creían que no se enfrentarían a circunstancias tan terribles. Todo era culpa suya.

Aunque los despidieran, no la perdonarían.

Con la marcha de la multitud, la tranquilidad se apoderó del despacho del director general.

Vincent se recostó en su silla y se masajeó el puente de la nariz, mostrando signos de frustración.

Por lo general, se había centrado en ampliar el negocio y había descuidado la gestión interna, lo que había dado lugar a estos problemas.

Katelyn le observó, sintiéndose en cierto modo responsable.

Al fin y al cabo, todo había empezado por su culpa.

Hizo una pausa.

«Sr. Adams, quizá debería trabajar desde casa».

Recordó lo tranquilo y satisfactorio que era concentrarse en su trabajo y sus diseños en casa, lejos de la política y el ruido de la oficina.

Vincent se volvió hacia ella.

«Olvida esas preocupaciones. Una vez terminado el proyecto, tendrás que aprender a dirigir todo el departamento. Donde hay gente, inevitablemente habrá problemas. Las complicaciones suelen generar frustraciones, y normalmente hay muchos intereses creados en juego. Para los directivos, comprender las actitudes de la gente e influir en ellas es una habilidad crucial».

Katelyn no pudo expresar todo lo que quería decir. Inclinó la cabeza y suspiró.

«No creo que esté hecha para quedarme en la oficina».

El tono de Vincent era uniforme, pero ella se sintió obligada a escucharle.

«No le des más vueltas a estos asuntos. Concéntrate en tu trabajo y deja que yo me ocupe del resto».

Una vez más, Katelyn se quedó sin palabras. Se limitó a asentir.

Decidió evitar la cafetería a partir de ese momento. Tal vez empezaría a traer su propio almuerzo.

Katelyn pasó la tarde concentrada en su dibujo. No fue hasta el final del día que pensó en las consecuencias que había impuesto a Celia y a los demás. Los implicados en la mala conducta fueron despedidos.

Tras la investigación de Samuel, los que no formaban parte del acoso en la oficina recibieron una advertencia y se les descontó la prima mensual.

Vincent empezó por limpiar el departamento de diseño. Inmediatamente, la oficina se sintió más tranquila.

Eliminó a los alborotadores y apoyó a Katelyn. Esta acción demostró claramente la importancia de Katelyn para Vincent.

Todos comprendieron que, aunque podían ofender a cualquier otra persona, Katelyn estaba fuera de los límites.

El repentino despido de más de la mitad del personal de diseño creó un gran caos. El Grupo Adams no tuvo más remedio que contratar a más gente.

Neil notó los cambios.

Desde que Katelyn se había incorporado al Grupo Adams, Neil había estado vigilando de cerca las actividades de la empresa.

Apenas tres días después de su llegada, Adams Group había despedido a muchos empleados. ¿Tenía Katelyn algo que ver?

Mientras reflexionaba sobre esto, Neil se topó con un duro comentario debajo del post.

Alguien comentó: «Iris es una zorra. No es apta para su puesto. Sus fans no tienen ni idea. No se dan cuenta de lo horrible que es».

Este comentario llamó la atención de muchos.

Una persona preguntó quién era Iris.

La persona respondió: «¡Iris es Katelyn Bailey!».

Neil se sorprendió al ver esta respuesta.

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