Por siempre tuya -
Capítulo 41
Capítulo 41:
Trate de imaginar cómo era antes Obligion antes de que él se marchara, cada detalle cada rincón, intente verlo como si aun existiera y dije un encantamiento que me permitirá verlo por última vez.
“Peermitari visione ono e sueño Lea imegin tue aligrei Le ultimri of Maxon Mia filicitare ciun il”
Abrí mis ojos y pude verlo de nuevo, Obligion en todo su esplendor la cascada y el lago vivos con la transparencia del agua y las hadas volando sobre las flores, el cielo más azul que nunca, cuando giré mi cabeza para ver hacia el árbol donde solíamos sentarnos y leer un libro.
Mi alma gemela estaba de frente mirándome, sonriendo con esa mirada que me cautivaba, camine hacia él, sabía que era una visión un sueño que yo habría creado, que no era real, levante mi mano y trate de tocar su mejilla, pero simplemente esta traspasó la imagen.
Lo mire tratando de llevarme esa imagen conmigo siempre, me acerque y le dije.
“Tengo que irme no quiero dejarte, pero no puedo llevarte conmigo si quiero salir adelante, pero siempre estarás en mi corazón en mi alma, me enseñaste a vivir a disfrutar la vida, me hiciste sentir la mujer más amada y plena de este mundo” dije sonriendo y con lágrimas en mis ojos.
“Te amo Maxon, te amare siempre y no te olvidare mi principe, Jamás te olvidare” cerré mis ojos y respiré nuevamente.
“Eu sueñis terminare Discansi mia amore”
“Te amo Maxon con toda mi alma” dije y con esas palabras me aleje de Obligion para siempre, cerré la puerta y camine sin mirar atrás.
“Estas bien Aly” dijo Iván mirándome.
Le sonreí y dije:
“No, pero creo que lo estaré “
“Mi querida hija esta siempre será tu casa y nosotros siempre seremos tu familia, puedes venir a visitarnos cuando quieras, este jardín siempre estará en buenas manos y gracias Alania” dijo el rey.
“Gracias, pero… ¿Por qué?” dije sorprendida.
“Por haberme regresado a mi hijo y por haberlo hecho tan feliz” me dijo sonriendo nos abrazamos y les dije adiós con mi corazón en la mano.
Tomamos el avión de regreso estaba ansiosa, muy nerviosa por ver a mi padre, por regresar a Red Winter, pero sobre todo no sabía que pensar ni como reaccionaria al ver Hansen de nuevo.
“Aly despierta, ya estamos de nuevo en casa, mira por la ventana” dijo Iván.
Me había quedado dormida después de iniciar el camino por carretera, cuando escuche a Iván decirlo:
“Estamos en casa”
Abrí mis ojos y miré el paisaje.
‘Casa… estamos en casa’ pensé y una sonrisa se dibujó en mi rostro.
“Este lugar es impresionante, que hermosos paisajes, me va a encantar vivir aquí” dijo Elena mirando Iván.
Nos fuimos acercando a la entrada de la casa de la manada.
“¿Iván no nos quedaremos en casa de papa?” le pregunte dudosa.
“Tonterías tu cuarto sigue intacto y acondicionamos uno para Elena en la casa también, para que estén juntas” dijo Iván.
“Mi antiguo cuarto a solo unos metros de Hansen, tan cerca de él”
Sentí como mi respiración se agitaba y mi corazón palpitaba rápidamente.
¿Que me está pasando?
“Tranquila Alania, solo es Hansen” me dije tratando de tranquilizarme, no sé porque estaba tan nerviosa por verlo.
Llegamos a la entrada principal aún era temprano y solo estaba una persona parada en la entrada, pero distinguía quien era no podía reconocerlo, quizá era un miembro nuevo de la manada.
Cuando Iván detuvo el coche nos bajamos e inmediatamente, escuche su voz.
“Aly, has vuelto”
Mi cuerpo se quedó inmóvil al escuchar esas palabras, levanté mi mirada lentamente y fue cuando lo vi, solo era la sombra de aquel Alfa poderoso, con la mirada perdida y esa aura dominante que lo caracterizaba.
Lo miré a los ojos y puede ver ese brillo aun en ellos.
“Hansen” dije casi suspirando.
Él corrió rápidamente y me abrazo levantándome en sus brazos, su cuerpo estaba rígido y sentí como ponía su cabeza en mi cuello inhalando mi aroma profundamente.
“Estas aquí, por fin estas aquí no sabes cuanta falta me has hecho, sentí morirme sin ti” dijo Hansen mientras me abrazaba.
No sabía qué hacer si rechazarlo o dejarlo abrazarme, estaba en shock nerviosa temblando,
“Dios que hago, que siento, que hago” dije nerviosa sin saber que hacer o cómo reaccionar.
El verlo en el estado en que se encontraba y que me abrazara, el sentirlo tan cerca y aun con el recuerdo de Maxon en mi mente y mi corazón, fue como un choque de electricidad, sentí como la ansiedad entraba en mi cuerpo, no sabía cómo reaccionar.
Y reaccioné de la peor manera posible.
“Haaaaansen suéltaame por faaaavor, no puedooo reeeespirar deja…me ir, por favor déjame ir”
En ese momento fue demasiado y perdí el conocimiento cayendo en sus brazos.
“Aly, amor. ¿Qué te pasa? Llamen al doctor, amor mío que tienes” dijo Hansen preocupado.
“Diosa, cometí un error no debí haber regresado”
…
Han pasado meses desde que se fue mi amada Luna, la extraño mi lobo no puede vivir sin ella, su sonrisa su hermoso cabello rizado su aroma, ni siquiera puedo concentrarme en los asuntos de mi manada sin pensar en ella.
Iván sigue investigando, espero que pronto de con ella, aun puedo sentirla, pero es extraño anteriormente sentía su tristeza la agonía en su corazón.
Pero algo cambio poco a poco he sentido nuestro lazo de parejas más lejano, pero aun puedo percibir sus emociones y no son lo que hubiera imaginado, ella está feliz emocionada no entiendo por qué.
Que está pasando en su vida para que ella se sienta de esa manera, mientras yo estoy agonizando en dolor sin tenerla a mi lado.
Un día mis esperanzas de tenerla de nuevo a mi lado se desvanecieron, un dolor terrible en mi corazón y mi pecho me cubrió, era insoportable sentí que moría, como si alguien me estuviera arrancando el corazón, pero eso solo significaba algo Alania se estaba entregando a otro.
Mi bella y amada Alania estaba siendo de otro hombre, estaba en sus brazos y ese pensamiento me volvió loco, destroce mi oficina, las ventanas, los muebles, todo era un desorden, no podía contener mi rabia.
Mi lobo Marcel estaba aullando en mi mente, revolcándose del dolor de sentir perdida a su mate, que otro hombre este acariciando ese cuerpo que nos pertenece, a nuestra mujer, Iván entro y me vio en el suelo retorciéndome como un animal rabioso.
“¿Hansen que pasa que tienes háblame?” dijo Iván desesperado.
“Aly, me está engañando con otro, puedo sentirla el dolor es insoportable” dijo Hansen lamentándose de dolor.
Esa no fue la única ocasión, el dolor se repitió y cada vez era más prolongado e insoportable, después le seguía solo un sentimiento de alegría y felicidad.
“No entiendo Aly, acaso ya me olvidaste y terminaste nuestro lazo, mi mate me ha dejado por otro” dije en mi mente.
Los días pasaron y cada vez más caía en un estado de decadencia, ya no era el Alfa poderoso de antes, el implacable, era solo una sombra de ese lobo dominante.
Mi manada veía en lo que me estaba convirtiendo sin mi luna, las mujeres se me acercaban ofreciéndome sexo, pero las ignoraba y solo la quería a ella, a pesar de que me había engañado, pero mi corazón estaba destrozado.
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