Perdiendo el control
Capítulo 263

Capítulo 263:

Uno de los policías encajó un par de esposas alrededor de las muñecas de Dorothy.

Seguía aturdida y, a su lado, Marcella lloraba histéricamente.

De repente, Aaron arrastró a Sophia hasta el escenario, e inmediatamente la pusieron en el punto de mira.

«¡Mirad allí! Es la ex mujer de Colin, Sophia Lo».

«¡Qué pobre mujer! ¡Su felicidad fue arruinada por Dorothy!»

Pero entonces, alguien de la multitud gritó: «¡Sr. Li! ¡Es una buena mujer, no pierda su oportunidad! ¡Por favor, restaure su matrimonio! ¡Vuelva a casarse con ella!»

La multitud se hizo eco, «¡Vuelva a casarse con ella! ¡Vuelva a casarse con ella!»

…

Sorprendida, Sophia miró a los que gritaban. Eran Herring, Wade y otros conocidos suyos.

Dorothy echó una larga mirada a Sophia, y a su abrigo color caqui, y sus zapatos negros de tacón alto… «¡Esa mujer! Sophia!»

Al verla, debido a la enorme rabia y al shock, Dorothy tosió con la boca llena de sangre. La sangre goteaba sobre su vestido de novia blanco, y hacía que parecieran flores de ciruelo floreciendo en primavera…

Como todas las luces del escenario se centraban en Sophia, nadie se dio cuenta del mal estado de Dorothy, excepto su madre, que gritaba.

Colin tardó un rato en darse cuenta de lo que tenía que hacer. Se acercó a Sophia en el escenario, se arrodilló sobre una de sus rodillas y sacó del bolsillo una cajita de terciopelo.

Sophia contuvo la respiración. Le flaquearon las piernas y estuvo a punto de caerse, pero Aaron la sujetó justo a tiempo.

«Sophia, te he malinterpretado en el pasado y no te he apreciado lo suficiente…

Por favor, ¡perdóname! Sophia, ¿quieres volver a casarte conmigo?»

Su mente ya estaba en blanco desde el momento en que Colin reveló el anillo de diamantes delante de ella. Todavía no podía asimilar del todo lo que Colin le estaba diciendo, ni lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Pero, sin tiempo para pensar más, oyó a Colin decir de nuevo: «¡Sophia, lo siento! Por favor, perdona mi ignorancia. Dame otra oportunidad, déjame compensarte, ¡por favor!».

Herring gritó: «¡Sophia, acepta su proposición! Di que sí!»

Otra persona se hizo eco: «¡Di que sí, Sophia! ¿A qué esperas?»

«¡Sophia, prométeselo a Colin! ¡Di que sí!»

La sala se llenó de emoción y mucha gente la aclamó.

Finalmente, Colin cogió la mano de Sophia y le puso el anillo de diamantes en el dedo.

Luego abrazó a la atónita mujer y le susurró al oído: «Sophia, ¡nunca te abandonaré! Te lo juro».

…

Al ver lo que ocurría, Dorothy se desmayó, y su madre Marcella lloró histéricamente, como si su hija estuviera ya muerta.

Gregary Lien volvió en sí. Comprendió la terrible situación y estaba a punto de salir corriendo. Pero unos fiscales aparecieron de repente ante él y le dijeron: «Gregary Lien, alguien ha informado de que su empresa, el Grupo Lien, está implicada en delitos de blanqueo de dinero, recaudación ilegal de fondos y falsedad contable… Por favor, venga con nosotros a la fiscalía».

Sin tener oportunidad de protestar, los fiscales se llevaron a Gregary.

Los presentes se dieron cuenta entonces de que alguien había expuesto intencionadamente los asuntos de la familia Lien el día de la boda.

Pero aún no sabían quién era esa persona…

Todos miraron al hombre del escenario que sostenía a Sophia en sus brazos. Parecía que… Colin no parecía afectado por lo que había pasado, y en cambio parecía muy feliz ahora.

Dos policías se llevaron entonces a Dorothy, y Marcella siguió a los policías y les gritó histéricamente. Al final, los policías no tuvieron más remedio que detenerla a ella también, acusándola de obstrucción a los asuntos policiales.

Todo se calmó por el momento y Colin soltó a Sophia de los brazos y cogió el micrófono. Dijo a los invitados: «Siento que todos hayáis venido aquí para nada. Os devolveré a cada uno el doble de vuestros regalos en metálico. También pagaré todos sus gastos de viaje. Por favor, facturádmelos todos a mí…».

Uno de los ejecutivos dijo: «¡Señor Li, por favor, no sea tan humilde! Todavía estoy esperando su boda con Sophia Lo!»

«¡Así es! Sr. Li, Srta. Lo, ¡yo también les deseo un feliz matrimonio!» Dijo otro. «¡Debemos asistir a su próxima ceremonia de boda!»

…

Colin sonrió y, al coger la mano de Sophia, comprobó que la suya estaba empapada en sudor. Dijo a los invitados: «¡Gracias! Estaremos encantados de contar con todos vosotros para asistir a nuestra boda otro día…»

Los invitados no sólo habían asistido a un buen espectáculo, sino que también les habían devuelto sus regalos en metálico. Ese día habían tenido mucha suerte.

La reputación del clan Lien estaba ahora completamente arruinada, y algunos entrometidos e indiscretos también habían colgado el vídeo del evento en Internet.

Como Colin era famoso, Sophia estaba recibiendo cada vez más publicidad, y el suceso pronto se convirtió en un tema viral candente en Internet.

Muchos cotillas y curiosos siguieron comentando y difundiendo el vídeo del suceso, lo que hizo aún más famosos tanto a Sophia como a Colin.

Dorothy Lien también se hizo conocida, pero tuvo mala publicidad.

Los que habían malinterpretado, o incluso abusado de Sophia, presentaron sus disculpas en la página Weibo de Sophia. Todos esperaban que Colin y Sophia restablecieran su matrimonio lo antes posible.

Dentro del hotel, Colin pidió a Aaron que escoltara primero a Sophia de vuelta a la mansión Redbud. Él y Herring se ocuparon de los demás asuntos y despidieron a los invitados.

Cuando llegaron a la Mansión Redbud, Sophia preguntó a Aaron: «¿Qué está pasando? Aaron, cuéntamelo todo. ¿Cuándo encontraste a Cora?».

Aaron se sentó en el sofá y respondió a todas sus preguntas. «Sabíamos del paradero de Cora desde hace mucho tiempo. Había estado a punto de morir torturada por los hombres de Dorothy. Como odiaba tanto a Dorothy, ¡estaba más que dispuesta a ayudarnos!».

Sophia preguntó: «Todo el plan… ¿lo preparó Colin de antemano?». Pensó que, de ser así, le debería todo a Colin.

Aaron asintió y contestó: «Sí, lo había planeado todo mucho antes. El plan de Colin salió tan bien gracias a la ignorancia del clan Lien. Pero entonces pidió a los policías que detuvieran a Dorothy en la ceremonia nupcial, algo que Colin no esperaba».

Sophia se puso entonces rígida. «¿Estaba enfadado?» Preguntó.

«¿Enfadado?» Aaron recordó las expresiones faciales de Colin de antes y dijo: «No, en absoluto. De hecho, parecía muy contento. Estás preguntando tonterías. ¿Cómo iba a estar enfadado? Era exactamente lo que quería». Al oírle, Sofía se sintió aliviada. «Entonces, ¿quién llamó a los fiscales?»

«Colin hizo que alguien investigara en secreto los crímenes del Clan Lien y del Clan Pei. Él era quien controlaba todo el evento detrás de la cortina. Cuando regresé, me pidió que me hiciera cargo de la investigación, y descubrí un montón de pruebas para demostrar sus crímenes, e incluso sin encontrar el chip, ¡las pruebas que teníamos ya eran suficientes para destruir tanto al Clan Lien, como al Grupo Pei! He entregado todas las pruebas que encontré a los fiscales».

Sophia suspiró, y dijo: «No te he ofrecido ninguna ayuda en esto, y al final, fuisteis Colin y tú los que derrotásteis al Clan Lien».

Se sintió bastante frustrada al pensar en su inutilidad.

«Hermana, por favor, no te culpes. Te lo dije, no necesitas preocuparte por ellos. Soy el único hijo del Clan Lo, y es mi responsabilidad. Sólo tienes que vivir feliz con mi cuñado».

Frustrada, Sophia curvó los labios y dijo: «¡Vale, tengo que admitir que no tenía mejor estrategia que Colin y tú!».

Aaron se levantó del sofá y dijo: «Voy a recoger a mi cuñado. Ya hablarás de lo demás con él más tarde. Tengo algo más importante de lo que ocuparme».

Sophia estaba preocupada y le recordó que tuviera cuidado. «¿Qué es eso? Aaron, por favor, recuerda que la seguridad es lo primero».

Él le dio una palmadita en el hombro y dijo: «Vale, no te preocupes». Justo antes de irse, también le contó un secreto.

«¡También deberías saber que el abuelo sigue vivo!». Después de esto, Aaron abandonó la Mansión Redbud, y dejó a Sophia en un completo estado de shock.

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