Nuestro primer encuentro
Capítulo 217

Capítulo 217:

Eric cogió al instante el móvil de Molly y lo leyó con curiosidad. ‘Dime la verdad, puedo arreglármelas: ¿Es tan grave el daño que a partir de ahora soy mudo?’.

Las emociones se reflejaron claramente en los ojos de Eric mientras leía el mensaje. Las palabras de Molly le hicieron mucho daño, sintió como si le clavaran repetidamente un cuchillo romo. Su corazón sangraba, sólo con emociones que no podía expresar. Sin embargo, tuvo que traicionar sus sentimientos y pensamientos al responderle. Con una sonrisa forzada, le habló a Molly: «Ahora te estás imaginando cosas. Estoy de acuerdo, el escenario actual es inesperado y aterrador, pero eso no significa que tus peores temores vayan a hacerse realidad. ¡Sé fuerte y mantén la calma! Jajajaja… Pequeña Molly, aunque te vuelvas tonta, será mejor para el resto de nosotros, porque así nunca discutirás conmigo», soltó una broma para quitarle importancia al momento.

Molly no pudo evitar fruncir el ceño al preguntarse cómo bromeaba Eric en un momento tan tenso. Sólo fingía complacencia mientras se imaginaba cómo sería su vida si ella ya no pudiera hablar. Entonces, empezó a dudar de su suposición.

Eric se sintió cada vez más incómodo en ese momento. La noche anterior, si hubiera indagado más al descubrir que los proyectiles no eran reales, el accidente no se habría producido para empezar, Molly no se habría dr%gado y dañado.

Él era el culpable de todo aquello.

Suspiró con una culpa sobrecargadora. Fingiendo estar sereno y relajado, desafiando sus pensamientos reales, dio unos golpecitos tiernos en la frente de Molly. Al ver que Molly gruñía furiosamente, no pudo evitar sonreír. «Cómete la comida.

Si no, te morirás de hambre y te convertirás en una tonta muerta», dijo Eric.

Molly arrugó la nariz y soltó un bufido de puro desprecio. Apartó la mirada de Eric y decidió ignorar su intento de gastarle bromas. Sabía que si trataba a Eric con amabilidad, sin duda él la encontraría poco agraciada y mansa.

Molly y Eric comían relajadamente mientras se hacían el silencio. Sin embargo, Brian, de vez en cuando, echaba un vistazo por encima del hombro y los miraba mientras no podía contener su curiosidad. Durante la mayoría de sus bruscas miradas, sus agudos ojos estaban fijos en Molly.

«¿Quién es esa mujer que está sentada enfrente? ¿Es importante para Señor Brian Long?» Aaron miró a Molly, que comía con tranquilidad.

A pesar de formular la pregunta en voz alta, la respuesta ya estaba en su corazón.

«Para mí no es más que un juguete». dijo Brian con indiferencia, tratando de transmitir el mensaje. Su rostro severo no mostraba ninguna emoción adicional. Sin embargo, su sonrisa fría y malvada en el rostro engreído sugería lo contrario.

«¿Un juguete?» preguntó Aaron con curiosidad. «¿De verdad sería el Señor Brian Long tan amable, cariñoso y atento con un juguete? No lo creo».

Brian no notó el aparente desdén en el tono de Aaron. En lugar de eso, respondió agresivamente: «Aunque sea un juguete para mí, no me gusta que la consideren y la traten de esa manera. Mis posesiones nunca pueden ser tocadas por otras personas».

La delicada voz delataba la carga de una enorme presión que siempre hacía que la gente de alrededor se sintiera asfixiada. Ken, que estaba detrás de Aaron, miró a Brian con recelo. Le había visto un par de veces. Pero cada vez que se encontraban, notaba la diferencia y algo inusual en él.

Por lo que a él respectaba, su maestro no tenía parangón en el mundo, sin ninguna duda. Sin embargo, el Señor Brian Long… era especial, incontrolable e insondable.

Entonces, la boca de Aarón esbozó una sonrisa sin humor. «Bueno, anoche exageraste. ¿Te diste cuenta?»

Brian retiró la mirada fija de Molly, a pesar de su secreta lujuria por la dulce sonrisa de Molly. Sin embargo, la sonrisa de su rostro también había desaparecido por completo cuando levantó la cabeza y miró a Aaron. «¿Es ésa tu opinión sobre este asunto?», preguntó en tono frío.

Aaron hizo una mueca de desprecio, pero mantuvo la calma y la compostura. «La muerte de Philip me resulta abrumadora. Pero… simplemente no puedes avergonzarme en la Isla QY, y no se me puede presionar más allá de cierto límite. ¿Está claro?»

Brian cogió despreocupadamente la taza y sorbió su café en silencio. No respondió a la orden de Aaron. Siempre parecía tan arrogante y superior, como si mirara a todo el mundo por encima del hombro. «Ahora dime claramente lo que quieres».

«Ayer, el cuerpo de Philip y toda aquella debacle se gestionaron bien, y nadie se dio cuenta de cómo y cuándo desapareció. El paradero de su cuerpo seguirá siendo un misterio para siempre, puedes estar seguro». Aaron miró bruscamente a Brian. «Esta profesionalidad me recuerda a una organización».

«¿Ah, sí?» Brian dejó escapar una risita.

Aaron frunció el ceño con desaprobación. Era un hombre bastante frío, pero le daba la impresión de que Brian era peor, lo cual le preocupaba aún más.

Los seres humanos son criaturas complicadas. Los amigos pueden volverse unos contra otros, distanciarse como enemigos cuando se menosprecian sus virtudes y ventajas. Luchan y compiten entre sí como si no compartieran un pasado mutuo de comprensión, amor y sinceridad.

A pesar de sus otras características prepotentes, Aaron era un hombre con mucha paciencia. Cuando entró y vio la expresión agresiva de Brian, prefirió no responder. Por muy incómodo que se sintiera, se abstuvo de dejar que sus emociones lo controlaran. «Antes me informaron de que… sólo hay cinco organizaciones en todo el mundo capaces de matar a la gente de la forma en que lo hicieron. Después de descartar todas las demás opciones basándome en lo ocurrido, ¡Estoy seguro de que debe ser XK!» dijo Aaron despacio y con confianza mientras exhumaba la trama y mantenía el contacto visual con Brian. Quería descubrir algo, cualquier cosa útil, de los ojos de Brian. Pero fracasó. El Señor Brian Long era prudente y hábil a la hora de ocultar sus emociones y pensamientos a los demás. Eran contadas las personas que tenían la capacidad de percibir los cambios emocionales de su semblante. Era realmente un genio, porque ni siquiera personas mucho mayores, experimentadas y más prudentes que él podían conseguir esta hazaña.

«No podría estar más de acuerdo con tu investigación». contestó Brian con desparpajo. Era experto en leer la mente y los sentimientos de la gente. Había adivinado en qué estaba pensando Aaron ahora mismo. Sospecharía más si se evitaba deliberadamente el problema. Así que preguntó sin rodeos: -¿Está.

Shawn sigue ahora en la Isla QY»?

Aaron frunció el ceño al oír su pregunta. Anoche se preguntó lo mismo. No se podía acceder fácilmente a la Agencia de Inteligencia XK.

La última vez hizo esfuerzos heroicos y movió hilos para llegar finalmente a un acuerdo con XL. Pero el Señor Brian Long podría estar al corriente, ya que XL no era una fuerza que pudiera emplear sin pagar un gran precio.

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