No te pertenece
Capítulo 932

Capítulo 932:

Punto de vista de Platt:

Helen dirigió su mirada hacia nosotros.

Al verla acercarse, mi corazón se aceleró una vez más.

Por alguna razón, me sentí obligado a distanciarme de ella.

Sólo entonces me di cuenta de que mi corazón latía extrañamente rápido siempre que Helen estaba cerca.

Hoy no era una excepción.

Todo iba bien antes de que ella llegara.

Pero cuando la vi, mi corazón empezó a latir como un tambor.

Como apreciaba mi vida y quería vivir unos años más, me mudé más cerca de Westley y mantuve las distancias con ella.

“Señor Thompson, Señor Duffy. Me alegro de verles hoy”.

Helen actuaba completamente diferente a como era el otro día.

Aunque quería mantenerme alejado de ella, no podía dejar de mirarla.

Le dijo a Warren, que estaba a su lado, que se fuera a jugar solo antes de hablar con Westley.

Westley le sonrió.

“Helen, somos viejos compañeros de clase. No hace falta que seas tan formal conmigo. Sólo llámame por mi nombre”.

Helen asintió con la cabeza y le devolvió la sonrisa.

Después de charlar unos minutos con él, se marchó junto con Clare.

Mientras tanto, yo me quedé allí de pie, mirándola alejarse.

Westley bromeó:

“Hombre, ya están lejos. ¿Por qué sigues mirándolas? Es como si tuvieras los ojos casi pegados a su cuerpo”.

Una vez que pude recomponerme, repliqué:

“¿Qué? ¡Diablos, no! Sólo estoy mirando casualmente”.

Me dio una palmada en el hombro y se rio.

“Te gusta Helen. Admítelo”.

Le miré con incredulidad.

¿De verdad no le pasaba nada malo a mi corazón?

¿Me estaba pasando esto porque me había enamorado de Helen?

¿Era esto lo que llamaban amor?

Era una sensación agridulce.

Cada vez que la veía, el corazón me latía cada vez más deprisa y me ponía de buen humor.

Era la misma sensación que tenía siempre que me enfrentaba a una actividad difícil.

Pero, por alguna razón, la sensación era aún más intensa.

Tuve varias novias en el pasado, pero acabé aburriéndome de ellas al cabo de unos meses.

La emoción que me producían los deportes extremos era más emocionante para mí que tener novia.

Por eso había estado soltero los últimos años.

En mi opinión, el amor estaba sobrevalorado.

Era aburrido y nada interesante.

Además, las mujeres solían ser demasiado problemáticas y sólo consumían demasiado de mi tiempo o energía para nada.

Muy pronto, me encontré contemplando si realmente sentía algo por Helen o no.

Para averiguar si Westley tenía razón o no, decidí buscar a Helen.

A pesar de que el lugar estaba abarrotado, la encontré después de mirar a mi alrededor durante unos minutos.

Ella y Clare estaban inspeccionando cada una de las actividades que teníamos en el club para asegurarse de que cumplían las normas de seguridad.

Sinceramente, pensaba que era innecesario que ella hiciera eso.

Contraté a un ingeniero de seguridad y a un arquitecto de talento para diseñar este club, y me aseguraron que las actividades eran muy seguras.

¿Por qué perdía el tiempo haciendo cosas inútiles?

Pero ahora la admiraba por su dedicación al trabajo y su profesionalidad.

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