No te pertenece
Capítulo 635

Capítulo 635:

Punto de vista de George:

Por la tarde, el abuelo y yo paseamos por el lago.

Estuve en silencio todo el tiempo.

Mientras tanto, podía sentir que me observaba.

Debía de haberse enterado de la disputa entre mi madre y yo. De repente, se paró en seco y me preguntó: «¿De verdad tienes a alguien que te gusta?».

«Sí», respondí sin dudar.

No pensaba ocultar a mi abuelo mi relación con Helen.

Curiosamente, aunque teníamos una relación, no habíamos llegado al punto de conocer a los padres del otro.

No pude evitar suspirar al pensar en ella.

No podía imaginarme lo que estaba pensando, así que no estaba seguro de cómo decirle lo que sentía por ella.

Mi abuelo asintió.

«Llévala a casa. Quiero verla».

«Lo haré, pero no ahora».

Al cabo de un rato, el abuelo y yo estábamos por fin de vuelta a casa.

Mientras caminábamos, se volteó hacia mí y me dijo seriamente: «No te enfades con tus padres por interferir en tus asuntos personales. Es que te quieren mucho. A sus ojos, sigues siendo su hijo. Son inteligentes y capaces, pero sus emociones los dominan a veces, especialmente cuando se trata de ti».

Apreté los labios y no dije nada.

Sabía mejor que nadie cuánto me querían mis padres. Pero, por supuesto, todo debía tener un límite.

Si iban más allá, las cosas cambiarían entre nosotros, por muy profundo que fuera su amor y muy pura su intención.

«Tú has sido independiente desde que eras un niño. Sinceramente, nunca esperé que siguieras todos nuestros planes. En mi opinión, es mejor que tu futura esposa sea de nuestro rango social. Pero si no, no te obligaré. A fin de cuentas, solo quiero que seas feliz. Sin embargo, solo tengo que pedirte una cosa. Su familia debe ser limpia y honesta, ella tiene que ser una buena persona. Y por favor, no puede traer la desgracia a nuestra familia. Ahora, George, ¿Es mucho pedir?»

«No, no lo es», respondí con una sonrisa solemne.

Como dice la gente, cuanto más viejo, más sabio.

Las palabras de mi abuelo eran irrefutables. Por suerte, mi madre no volvió a obligarme a tener citas a ciegas.

Como ya no tenía que entretenerla, jugaba al ajedrez, escalaba montañas y paseaba con mi abuelo como siempre.

Una vez terminadas las vacaciones y cuando la mayoría de las empresas ya habían reanudado su actividad, volví a mi trabajo.

Fui a la exposición de tecnología con Jane.

Como después tenía que asistir a varias reuniones del sector, tuve que posponer el viaje de vuelta a Nueva York.

Boswell se encargó de Zhester Technology mientras yo estaba fuera. Una noche, Boswell, Jane y yo tuvimos una videoconferencia.

«Jane, hace días que llegaste a Washington con George. ¿No vas a venir a Nueva York a verme?». Jane se rio.

«Iré a Nueva York en unos días. No te preocupes».

«¿De verdad? ¿Está Jane Campbell, la diseñadora jefa de productos de Zhester Technology, dispuesta por fin a revelar su misterioso velo?»

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