No te pertenece
Capítulo 560

Capítulo 560:

Punto de vista de Alice:

Cuando llegué al hospital. Vi a Mónica Greem salir de la sala de Caroline, un ceño fruncido apareció en mi rostro al verla.

«¿Por qué estás aquí?» Le pregunté enojada.

Mónica levantó la cesta de regalo que tenía en la mano y dijo en tono agraviado «Me he enterado de que su nuera acaba de dar a luz, así que he venido a visitarla, pero parece que no quiere aceptar mi regalo».

«¿Cómo puede aceptarlo? Desde que su hija volvió el año pasado, ha estado molestando a mi hijo y provocando a mi nuera. ¿No eres consciente de ello? Como su madre es su trabajo enseñarle algunos modales no hay que ser un genio para saber que está mal robar el marido de otra»

«¿Cómo podría mi hija hacer algo así? Además, si Charles y Caroline se aman de verdad, ¿Cómo pudo mi hija separarlos? Claramente, hay algo malo en su relación, ¡No le eches toda la culpa a mi hija!»

Cuanto más hablaba Mónica, más se enfadaba.

Su desvergüenza me hacía hervir la sangre. En un arrebato de ira, me remangué y respondí:

«Mi hijo tiene una buena relación con su mujer. Deja de decir tonterías. Váyase. No eres bienvenida aquí». El rostro de Mónica se puso rojo de la ira.

Con un resoplido, agarro el regalo y se fue. Empujé la puerta, y mi corazón se estremeció cuando vi a Caroline hablando con Nina con una expresión seria. Mis ojos se desviaron hacia el sobre en su mano. Sabiendo que Nina era abogada, un sentimiento de hundimiento surgió en la boca del estómago.

Habían pasado varios días desde que Caroline se despertó. Sin embargo, aún no había hablado con Charles desde entonces. Día tras día, me preocupaba que ella se divorciara y terminara con las cosas de los dos. Y ahora, parecía que lo que había estado temiendo finalmente había llegado.

Al oír el sonido de la puerta, Nina me dio la cara y saludó: «Señora Moore, está usted aquí».

«Hola, Nina. Me alegro de verte aquí. Debes estar ocupada, pero aun así has venido a visitar a Caroline». Me acerqué con una sonrisa y puse mi bolso en la mesita de noche.

Luego, miré a Caroline, que parecía deprimida, y le pregunté con preocupación: «¿Te sientes mejor ahora?».

«Sí. Mucho mejor», respondió Caroline, aunque su rostro decía lo contrario.

«¿Mónica Greem te ha vuelto a poner las cosas difíciles?». Suspiré, sintiendo lástima porque Caroline tuviera que pasar por eso, y le acomodé el cabello detrás de la oreja. Caroline forzó una sonrisa.

«No, simplemente la ignoré». Después de charlar un rato, Nina finalmente se despidió.

Yo también me levanté.

«Yo también tengo que irme ahora. ¿Te importa si nos vamos juntas?» Sin esperar la respuesta de Nina, la saqué de la sala y hablé con ella.

«Nina, sé que tienes una buena relación con Caroline. Pero hay algunas cosas que tengo que decirte…» Le aconsejé que no convenciera a Caroline de divorciarse de Charles, pero sería mejor que no sacara la idea del divorcio.

Finalmente, Nina frunció el ceño y preguntó: «Señora Moore, ¿Ha pensado alguna vez en cómo se sentiría Caroline? Si se queda con Charles, significa que él la tendrá agarrada con la palma de la mano, y ella tendrá que soportar las provocaciones de las mujeres que le rodean. Si ese es el caso, ¿Por qué iba a seguir queriendo este matrimonio?»

«¡Pero si se quieren!» Respondí afirmativamente.

«¿Amor? Entonces, ¿Por qué tuvo que sufrir Caroline? ¿Tienes idea de la cantidad de injusticias y agravios que tuvo que soportar después de casarse con Charles? Sí, ella ama a Charles, pero eso no significa que tenga que quedarse y seguir sufriendo».

«Puede que Charles haya hecho algo malo, pero no tiene toda la culpa Nevaeh es la culpable en este asunto. Ella ha estado molestando a Charles sin parar» defendí a Charles.

«Señora Moore, incluso sin Nevaeh, habrá otras mujeres. Charles no le da a Caroline suficiente sensación de seguridad. Ahora mismo, ella está devastada. Caroline fue la que se puso en contacto conmigo sobre el divorcio porque está completamente decepcionada”

Nina cruzó los brazos frente a su pecho, con los ojos llenos de lástima por Caroline.

Abrí la boca para hablar, pero las palabras se atascaron en mi garganta

Un momento después, se me ocurrió una idea.

«Nina, Charles quiere mucho a Caroline. ¿Puedes ayudarle a convencer a Caroline de que no siga tramitando el divorcio? Eres su mejor amiga. Te escuchará», le supliqué, Nina soltó un suspiro y me sonrió con impotencia.

«Señora Moore, como su mejor amiga, espero que sea feliz más que nadie. Pero, si insiste… Si Charles consigue hacer cambiar de opinión a Caroline, entonces dejaré el divorcio en suspenso temporalmente. Si no lo consigue, no tengo más remedio que seguir el procedimiento».

Acepté el compromiso de Nina sin pensarlo dos veces. Mientras hubiera un margen de maniobra, no me rendiría.

.

.

.