No te pertenece
Capítulo 535

Capítulo 535:

Punto de vista de Caroline:

De vuelta del hospital, Charles estaba muy callado. Apoyó las manos en las rodillas y bajó la mirada. No podía ni empezar a adivinar los pensamientos que pasaban por su mente. Curiosa por saber qué podía haberle puesto de ese modo, le toqué el hombro.

«¿Tuviste miedo en el hospital?».

Cuando miré su rostro sombrío, me convencí de que, efectivamente, estaba asustado; si no, ¿Por qué actuaría de forma tan extraña?

De vuelta a nuestra casa, Charles me siguió hasta la puerta del dormitorio.

«Quiero dormir contigo». Me abrazó por detrás y frotó gentilmente su barbilla contra mi cabeza.

«No, estoy embarazada. Es un inconveniente», murmuré, bajando la cabeza.

Mientras disfrutaba de su ternura, se me ocurrió de repente que habían pasado varios meses desde la última vez que tuvimos se%o. La noche de la proposición, no hizo nada más que abrazarme y dormir toda la noche.

¿Era realmente… impotente? Sintiéndome en conflicto, bajé la vista por su cuerpo y me quedé mirando su parte íntima. Con el rostro enrojecido, aparté la mirada inmediatamente.

«¿En qué estás pensando?» preguntó Charles en voz baja.

Ante la pregunta, me di cuenta de repente de la dirección en la que se habían desviado mis pensamientos.

Agaché la cabeza y no me atreví a mirar a Charles.

«Nada. Voy a dormir con James esta noche».

«¿Y yo qué?» Charles refunfuñó, apretando su agarre en mi cintura. Le di una palmada en el dorso de la mano y le di una mirada de reproche.

«Tú puedes dormir donde quieras. No tiene nada que ver conmigo».

«Entonces quiero dormir contigo». Charles se inclinó hacia mí y me besó por todo el cuello. Cada centímetro de piel que sus labios rozaban se volvía caliente al tacto. Jadeé inconscientemente e incliné la cabeza, dándole acceso a mi cuello.

La puerta de la habitación se abrió de repente y James salió. Se detuvo en seco y nos miró con curiosidad.

«Papá, mamá, ¿Se están besando?». Sin inmutarme, miré a James durante unos segundos antes de recordar la posición en la que estábamos Charles y yo.

Me apresuré a apartar la mano de Charles y me incliné hacia James. Con delicadeza, le pasé los dedos por su suave cabello y le pregunté: «¿Por qué sigues despierto?».

«Te estoy esperando. Quiero dormir con papá y mamá». exclamó James, con sus inocentes ojos llenos de expectativas.

Se me derritió el corazón al agarrar su manita entre las mías.

«James, solo nosotros dos dormiremos juntos esta noche. Papá no dormirá con nosotros».

«¿Por qué? ¿Papá hizo enfadar a mamá otra vez?» James se plantó las manos en la cintura y miró a Charles con rabia.

«¡Papá, discúlpate con mamá ahora! Si no, ¡No podrás meterte en la cama de mamá esta noche!». No esperaba que ese niño conociera esas palabras.

Sonrojada, levanté las manos para cubrirme el rostro y luego di una mirada feroz a Charles.

«¿Le has enseñado estas palabras? James se ha dejado llevar por ti».

En lugar de mostrarse arrepentido, Charles se rio ligeramente. Me agarró por los hombros y me obligó a mirarle a los ojos mientras su sonrisa se desvanecía.

«Caroline, no tengo nada que ver con esas mujeres. De hecho, ya había rechazado la invitación del Señor Carter a primera hora de la mañana»

“¡Perdónalo! ¡Hace mucho tiempo que no me acuesto con ustedes! Realmente quiero que te acuestes conmigo».

No es de extrañar que James siguiera despierto a una hora tan tardía. Resultó que estaba aquí para ayudar a Charles.

Pellizqué ligeramente la punta de la nariz de James. Me fijé en el padre y el hijo que se hacían eco mutuamente y me convencí de que Charles era el autor intelectual de esta escena. Había jugado esta baza con el único objetivo de pasar la noche conmigo.

«Ya que tú y tu padre son tan inseparables, James, puedes dormir con tu padre esta noche».

«Caroline, como padres, ¿No deberíamos cumplir el deseo de nuestro hijo?» Charles miró a James y luego se volvió para mirarme a mí. Sus profundos ojos eran serios y suplicantes.

Yo aparté la mirada con calma, impasible.

Charles suspiró impotente, se agachó y recogió a James.

«Parece que no podemos dormir con mamá por el momento. Esta noche dormiré contigo».

Forcejeando en sus brazos, James declaró: «Papá, mamá dijo que podía dormir con ella». Resoplando, Charles acarició la nalga de James.

«¡Tú lo deseas! No te dejaré dormir con mi mujer si yo no puedo dormir también junto a ella». James dejó de protestar y Charles lo llevó a su habitación.

A medianoche. Me desperté de mi sueño cuando un ruido repentino perturbó la silenciosa habitación. El ruido provenía del exterior de la puerta.

Me esforcé por abrir mis pesados ojos y di un vistazo en dirección a la puerta.

La puerta se abrió de un empujón y una figura alta se dirigió con paso firme a la cabecera de la cama. La luz de la luna brillaba a través de la ventana y pude ver claramente su hermoso rostro.

«Charles, ¿Qué haces aquí?» Todavía en silencio, Charles se subió a la cama y levantó la colcha antes de tumbarse a mi lado.

Me estrechó entre sus brazos y murmuró en mi piel: «Caroline, te he echado tanto de menos que no he podido conciliar el sueño». Apoyó su frente en la mía, y el afecto en sus profundos ojos no podía ser ignorado.

Cuando miré fijamente sus ojos sin fondo, me perdí por un momento y mi corazón se aceleró. Sin embargo, hice todo lo posible para no parecer afectada. «¿Está James dormido?»

«Sí. Tuve que colarme aquí para no despertarlo».

Charles me atrajo hacia sus brazos y me besó la comisura de los labios. El beso fue cariñoso y gentil y empujé mi cuerpo más cerca del de Charles. La oscuridad me dio el coraje que normalmente no tenía, o simplemente lo extrañaba. En cualquier caso, rodeé su cuello con mis brazos y le devolví el beso.

Nuestro beso se apagó después de un rato. Charles me abrazó con fuerza y apoyó su barbilla en mi sien, dándome un aspecto de saciedad y relajación.

Avergonzada, le empujé el pecho y le dije: «Es hora de que vuelvas».

«Deja que te abrace un rato». Charles me apretó la cintura. El ambiente se tornó amoroso cuando sus fuertes jadeos se convirtieron en el único sonido en la silenciosa habitación. Su presencia era tan relajante que me adormeció. En trance, una voz grave retumbó en mi oído.

«Caroline, buenas noches».

Punto de vista de Charles:

Después de que Caroline se durmiera, salí de la habitación de mala gana porque Caroline no estaba en mis brazos

Cuando me desperté por la mañana, le pedí a James que se vistiera y se lavara solo, luego bajé a la cocina.

Janet ya estaba en la cocina y preparaba el desayuno para nosotros. Entré, me remangué la camisa y le ordené: «Ve a ocuparte de James. Yo haré el desayuno».

«Señor Moore, ¿Me va a quitar el trabajo otra vez?» Janet dejó las cosas en sus manos, con una mirada triste en sus ojos.

Janet no tuvo más remedio que dejar sus preparativos para el desayuno y subió a ayudar a James. Después de desayunar, envié a James a la escuela y me dirigí a la empresa. Richard entró y puso un archivo en mi escritorio.

«Señor Moore, Adam se desmayó repentinamente antes del juicio. Ahora está recibiendo tratamiento». Abrí el expediente y lo di un vistazo. Después de leer todo su contenido, lo volví a dejar sobre la mesa.

«¿Puede la policía vigilarlo?»

«Como ya se ha escapado una vez, la policía está siendo más vigilante y atenta esta vez». Mi confianza en la capacidad de la policía para hacer su trabajo era alta, así que no seguí con el tema.

Sin embargo, no pude evitar la preocupación que sentía. Me quedé mirando el expediente durante un rato antes de dirigir mi atención a Richard.

«Duplica el número de guardaespaldas de Caroline. Tú tienes que elegir a los mejores guardaespaldas. No quiero que vuelva a estar en peligro, ¿Entendido?». Le recordé.

«Entendido». Richard asintió.

Le hice un gesto con la mano, indicándole que se fuera. Luego me enfoqué en el trabajo.

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