No te pertenece
Capítulo 460

Capítulo 460

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Punto de vista de Caroline:

El rostro de Adam se tornó sombrío.

«Edward, ¿En serio vas a echarme del Grupo Wilson?», preguntó entre dientes apretados.

Mi padre soltó una risa socarrona.

«Voy a quitarte todas tus acciones poco a poco hasta que no te quede nada».

«¿Cómo te atreves?» Adam gruñó, apretando los puños.

«Solo hay que esperar y ver cómo se desarrolla todo». Después de decir eso, mi padre no quiso hablar más con ese maníaco.

Volvió a centrar su atención en mí y dijo: «Caroline, querida, no perdamos ni un segundo más aquí. Debemos ir a tu fiesta de inmediato. No es bueno que la protagonista llegue tarde».

«Claro, papá», respondí.

Pronto, la odiosa voz de Adam se desvaneció.

«Caroline, no te tomes a pecho las palabras de Adam. Hoy es tu cumpleaños. Sé feliz por una vez», dijo Simon bruscamente.

«¡Eso es, Señorita Wilson! No pienses demasiado como siempre lo haces. Probablemente Adam solo quería arruinarte el cumpleaños. No caigas en su trampa», se hizo eco Elena. Al ver la preocupación en sus ojos, forcé una sonrisa y asentí. Pensé en cómo me lanzaron huevos en la puerta de la empresa hace unos días, y hasta el día de hoy, el miedo seguía presente en mi corazón. Pero intenté consolarme con el hecho de que mi padre estaba a mi lado.

Con él, sentía que todo iría bien. Media hora después, el coche se detuvo en el muelle. Cuando me bajé del coche, sentí la gentil brisa del mar penetrar en mi piel. Entonces, vi un magnífico crucero delante de nosotros.

Estaba iluminado por luces de neón de colores. Verlo me dejó estupefacta.

«¿No es demasiado grande?» pregunté, dejando escapar un suspiro.

«¿Qué te parece a ti? ¿Te gusta?», preguntó mi padre. Asentí con la cabeza.

«Me alegro de que te guste. Nada es demasiado bueno para mi querida hija», comentó.

«Caroline, ¿Me harías el honor de dejarme ser tu acompañante esta noche?». Simon se inclinó ligeramente y me tendió la mano. Puse mi mano en la suya, levanté el dobladillo de mi vestido y le seguí a bordo del crucero.

En la cubierta del crucero, la gente estaba tomando copas juntos y charlando.

El ambiente era bastante animado.

En cuanto subí al barco, oí todo tipo de alabanzas y vítores. Todas las miradas estaban puestas en mí.

«¡Señorita Wilson, está usted muy hermosa esta noche!» Alguien se acercó a mí y me hizo un cumplido.

«Viéndote a ti me parece que la belleza de este salón de banquetes es insuficiente. Los cielos son bastante injustos. Tú has sido bendecida en todos los sentidos».

Asentí como respuesta.

«Gracias».

Algunos de los socios de Simon le pararon e intercambiaron cumplidos. Mientras él hablaba con ellos, decidí ir al salón. De repente, oí otro alboroto procedente de la sala de banquetes. Miré a la entrada y vi a Samantha con Charles entrando, agarrados del brazo.

Ella llevaba una elegante sonrisa.

De alguna manera, parecían una pareja perfecta. Me sentí un poco incómoda al verlos juntos. Al parecer, al notar mi mirada, Samantha me devolvió la mirada. Sonreí torpemente. Lo único que quería hacer ahora era irme.

Samantha se soltó del brazo de Charles y se acercó a mí. «Caroline, estás muy hermosa esta noche».

No contesté. Mis ojos se centraron en Charles.

«Caroline, por favor, no te enfades conmigo. Charles dijo que tenía muchas ganas de verte, así que lo traje aquí. Siento no haberte preguntado antes», me explicó Samantha disculpándose.

¿Charles quería verme?

Oír su explicación me hizo sentir aún más incómoda.

«¿Charles y Samantha han hablado de mí?»

«Está bien. Cuantos más seamos mejor, supongo», respondí, mirando a Charles.

«Es muy amable de tu parte pensar así». Samantha suspiró aliviada.

«De todos modos, aún no he cenado. Iré a buscar algo para comer». Dicho esto, Samantha se alejó pavoneándose con sus altos tacones.

«Señor Moore, por favor, sírvase usted mismo», dije, con la intención de irme.

«¿No quieres verme? ¿Tienes tanto miedo de quedarte a solas conmigo?» preguntó Charles, frunciendo el ceño.

Me detuve un momento y dije: «Lo estás pensando demasiado».

Charles me miró fijamente a los ojos. Cuando nuestros ojos se encontraron, las palmas de mis manos empezaron a sudar.

Tardó un momento en volver a hablar.

«Feliz cumpleaños». Por un segundo, me quedé atónita. Puse una sonrisa, me acomodé el cabello detrás de la oreja y dije:

«Gracias».

Justo después de terminar de hablar, la sala del banquete se oscureció. Los focos enfocaron a mi padre mientras me hacía señas para que me acercara. Suspiré de alivio, esbocé una sonrisa y me dirigí hacia él.

«Señoras y señores, bienvenidos a la fiesta de cumpleaños de mi hija. En el pasado, Caroline pasó por muchos problemas por mi culpa». Los ojos de mi padre se pusieron rojos y su voz se volvió ronca.

«Papá, no hay necesidad de pensar en eso. Deberíamos centrarnos en este feliz día. Lo importante es que ahora estoy aquí», respondí, conteniendo las lágrimas.

«Tienes razón. No debería hablar de nada triste y solo deberíamos valorar el presente». Me acarició el cabello cariñosamente. Luego se giró hacia el público y puso una expresión severa.

«Como regalo de cumpleaños para mi querida hija, tengo la intención de darle el cinco por ciento de las acciones del Grupo Wilson. A partir de hoy, cualquiera que intente mostrar hostilidad contra Caroline se enfrentará a la Familia Wilson». El público estalló en un alboroto.

Miré a mi alrededor y vi que el rostro de Olivia palidecía.

Ver su reacción me hizo sonreír.

Parece que ella no sabía de la decisión de mi padre. Parece que sobreestimé su importancia para mi papá.

Una vez terminado el discurso de apertura, la música de baile sonó en el salón de banquetes. Simon se acercó, hizo una reverencia cortés y me tendió la mano.

«¿Puedo tener el privilegio de invitarla al primer baile de esta noche, Señorita Wilson?» Justo antes de que pudiera decir que sí, otra mano apareció frente a mí.

Al ver el rostro de Charles, fruncí el ceño.

¿Qué está haciendo?

Todo el mundo alrededor nos estaba dando vueltas.

Me sentí tan avergonzada que quise escapar.

De repente, oí sonar un teléfono. Simon miró su teléfono, aparentemente conflictivo.

«Caroline, tengo que ocuparme de algo urgente. Tú…» –

«No pasa nada. Adelante, ocúpate de eso», respondí, sintiéndome aliviada.

Simon me miró dubitativo antes de salir. Pronto, sentí que más gente me miraba por segundos. Me puse en una posición que me hizo difícil rechazar la invitación de Charles. Con una leve sonrisa, tomé la mano de Charles. Mientras estábamos en la pista de baile, puso su mano en mi cintura. Mi cuerpo se puso rígido por un momento y me sentí muy incómoda.

«Hoy estás absolutamente increíble». El sonido de su voz se escuchó claramente en mis oídos. Era como si tratara de complacerme. Mi corazón empezó a acelerarse.

Punto de vista de Simon:

Mientras salía del salón de banquetes, contesté el teléfono.

«Señor, los fuegos artificiales están listos», dijo la persona que llamó. Comprobé la hora y respondí:

«Póngalos a las nueve en punto, justo después de que Caroline termine de cortar la tarta».

Tras la llamada, miré las estrellas del cielo y sonreí. Todo iba según mi plan. Esta noche, bajo el cielo estrellado y el hermoso espectáculo de fuegos artificiales, planeaba confesar mi amor a Caroline. Esperaba que ella me aceptara con gusto. De repente, el rostro de Charles apareció en mi cabeza y me hizo sentir ansioso.

No podía permitir que nadie arruinara mi plan. Así, me apresuré a volver a la sala de banquetes.

«Señor Félix, vaciaré la cubierta del segundo piso más tarde. Rezaré por su éxito», dijo Elena en cuanto se acercó.

«Gracias, Elena». Asentí y me apresuré a volver con Caroline. Pero a mitad de camino hacia donde me dirigía, alguien me agarró repentinamente del cuello por detrás.

«¿Quién eres tú?» Agarré los brazos de la persona con ambas manos, intentando apartarlos. Pero antes de que pudiera hacerlo, un paño me cubrió la nariz. No tardé en desmayarme y caer rendido.

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Nota de Tac-K: Tengan una linda mañana tarde y noche queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /

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