No te pertenece
Capítulo 363

Capítulo 363: 

Punto de vista de Scarlett:

«¿Y si los niños echan de menos a su padre?» Me quedé sin palabras mientras daba un vistazo a William.

«Son jóvenes, una vez que vean que soy bueno con ellos, pronto olvidarán a su padre biológico», me consoló William suavemente.

Sonreí con amargura y sacudí la cabeza, con lágrimas cayendo por mi rostro.

«Vamos». William se acercó a mí y me agarro de la mano.

Aunque debería haberme ido, no quería moverme. Desde que falleció mi padre, había soñado con él, e incluso a veces lloraba en sueños.

¿De verdad iba a dejar que mis hijos también sufrieran como yo?

«William, lo siento, pero no quiero irme». Le di una mirada de disculpa. Nunca podría dejar que mis hijos experimentaran el mismo dolor. De repente, oímos el sonido de unos pasos. Me di la vuelta y me encontré con una docena de hombres con trajes negros, rodeando la zona. Charles y Richard salieron del ascensor.

Cuando miré los fríos ojos de Charles, no pude evitar el pánico.

«Llévate a los niños», ordenó fríamente.

En un momento, todos los guardaespaldas se adelantaron y se llevaron a mis hijos. Mis piernas empezaron a temblar. Una gran sensación de pánico me golpeó, dejándome sin aliento.

William me sostuvo justo antes de que me desplomara en el suelo y me consoló en voz baja: «No importa. Te llevaré lejos y empezaré una nueva vida».

¿Una nueva vida? Sintiéndome desesperada, rompí a llorar.

Nunca podría vivir una vida sin mis hijos.

«Scarlett, puedes irte si quieres, pero debes recordar que, si te vas, no podrás volver a ver a los niños», dijo Charles con frialdad. Bajo la escasa luz, no podía ver su rostro con claridad, pero podía sentir su ira como el aire caliente de una hoguera.

«Incluso puedo permitirte la libertad de encontrar un hombre que te guste, pero no con mis hijos», añadió.

«Scarlett, vamos».

William me pasó el brazo por el hombro y continuó: «¡Podemos tener nuestros propios hijos en el futuro!».

Intentaba llevarme a la fuerza. Sin embargo, me quedé quieta mientras daba una mirada suplicante a Charles. No podía perder a mis hijos.

¡Eran todo lo que tenía!

William estaba tan ansioso que me cargó con todas sus fuerzas. Por fin recobré el sentido común.

«¡William, bájame!» Con una mirada impotente, accedió.

«No quiero irme».

No podía dejar a mis hijos atrás, ¡No podía separarme de ellos!

«No tendrás una buena vida si te quedas. Charles no te dejará ir fácilmente». me recordó William con frialdad.

«Pero si me voy sin mis hijos, seguiré sin vivir una buena vida».

Nadie sabía mejor que yo que era doloroso separarse de mis hijos. No podía soportar perderlos de nuevo.

«Scarlett, ¿Por qué eres tan tonta? ¡Charles no es el único hombre del mundo!» William siseó.

«¡No es por él!» Respondí con una sonrisa amarga.

¿No podía ver que lo hacía por mis hijos y no por Charles?

«Entonces ven conmigo, ya encontraré una oportunidad más tarde para traerte a los niños, ¿De acuerdo?». suplicó William, tomándome de la mano.

«¡Tú no puedes…!» respondí débilmente.

En el momento en que Charles apareció, supe que no tenía otra opción.

William estaba a punto de continuar con su persuasión cuando fue interrumpido de repente por una voz fría.

«Al menos, yo la dejo decidir su propio destino, William. ¿No puedes siquiera dejarla tomar sus propias decisiones?»

William permaneció en silencio.

Me miró durante un rato antes de que finalmente se diera por vencido y subiera solo al helicóptero.

Cuando se marchó, Charles y yo nos dimos un vistazo en silencio.

Bajé la cabeza y apreté los puños con nerviosismo mientras me acercaba a Charles.

«Ya que elegiste quedarte, no importa lo que pase en el futuro, tienes que soportarlo», me recordó fríamente. Bajé la cabeza en silencio.

Mientras estuviera con mis hijos, estaba dispuesta a soportar cualquier cosa.

Charles me miró con desprecio y se dio la vuelta.

Le seguí desesperadamente mientras me preparaba para lo peor.

Después de bajar las escaleras, busqué en todas las habitaciones, pero no pude encontrar a los niños.

Tampoco había criadas ni guardaespaldas en la suite.

«Charles, ¿Dónde están los niños? ¿Dónde los has llevado?» Le pregunté con desesperación mientras me ponía delante de él.

Con una mirada fría, Charles estaba sentado en el sofá, fumando. Al verlo así, mi corazón se hundió.

El Plan de Fuga Fracasó

Punto de vista de Charles:

«Charles, ¿Dónde diablos has escondido a los niños?» preguntó Scarlett entre lágrimas. Todavía llevaba el anillo de bodas que le puse mientras intentaba fugarse con otro hombre, llevándose a mis hijos.

¡Qué crueldad!

Después de un largo rato, se puso en cuclillas ante mí, me agarró del brazo y me suplicó: «¿Dónde están nuestros hijos? Por favor, quiero saberlo».

Mi corazón se ablandó por un segundo al verla suplicar tan humildemente. Pero en el momento en que recordé las estupideces que había hecho, no pude evitar enfadarme. Con firmeza, le aparté el brazo mientras la miraba con asco.

Hacía tiempo que sabía que intentaría marcharse, pero creía que se quedaría por el bien de nuestros hijos, siempre y cuando yo le rogara que no lo hiciera. Sin embargo, había olvidado que su corazón era tan frío como una piedra en una noche de invierno. No dudaría en echarme de su vida para huir con los niños a la primera oportunidad que tuviera.

Encendí otro cigarrillo.

«Scarlett, ¿Por qué no te has ido con William?»

«Estaré donde estén mis hijos». Scarlett bajó la cabeza débilmente.

«Scarlett, ¿Realmente crees que estás capacitada para verlos ahora?». Me burlé con sorna.

“Soy su madre. ¿Cómo no voy a estar cualificada?». Scarlett levantó la cabeza y me fulminó con la mirada.

«Tú intentaste fugarte con William, ¿Verdad? No tienes derecho a verlos nunca más». Le recordé fríamente.

«No…»

“Eres libre ahora, Scarlett. Como siempre quisiste. Ve y persigue tu felicidad. Te deseo una vida feliz».

Con eso, apagué el cigarrillo.

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