No te pertenece
Capítulo 315

Capítulo 315: 

Punto de vista de Scarlett:

El cielo estaba bastante nublado cuando me desperté y abrí la ventana a la mañana siguiente. Pronto empezó a llover. Después de ducharme, me puse un poco de maquillaje y un perfume sutil muy refrescante. Iba a realizar los trámites de divorcio con Charles. Habíamos acordado reunirnos en el Grupo Moore a las nueve.

Aunque sabía que debía alegrarme por ello, había algo que me oprimía el corazón.

Tras llegar al Grupo Moore, esperé junto a los parterres. Como la lluvia seguía salpicando el parterre, pronto el suelo se volvió fangoso.

Pasó el tiempo, pero Charles aún no había llegado, lo que me puso un poco nerviosa.

Siempre había sido puntual. ¿Qué podía hacer que se retrasara?

De repente, oí los pasos de alguien que venía detrás de mí.

Charles está aquí. Al pensar eso, ajusté rápidamente mi expresión antes de darme la vuelta.

«Tú…»

Para mi sorpresa, era Richard, no Charles.

Tragándome las palabras, le di un vistazo sorprendido.

«¿Por qué estás aquí? ¿Y dónde está Charles?»

«El Señor Moore no puede venir». Respondió Richard con voz sombría.

Entonces subí a su coche. Inmediatamente pisó el acelerador y corrió por la carretera. Pronto llegamos al hospital. Richard pisó el freno con tanta fuerza que el coche se detuvo con un chirrido.

Me desabroché el cinturón de seguridad y salí corriendo del coche. El viento frío era como un cuchillo que me cortaba la piel, aunque pisé una piedra que hizo que me doliera el tobillo herido, seguí corriendo hacia el hospital.

Charles se pondrá bien. Se va a poner bien, pensaba mientras corría. Charles estaba inconsciente en la UCI. Parecía pálido y sin vida.

Aunque estábamos a pocos metros de distancia, parecía que estábamos en mundos diferentes. ¿Nos conocimos y nos enamoramos solo para acabar haciéndonos daño al final? ¿Fue un error desde el principio?

«No te preocupes. El Señor Moore va a estar bien», me consoló Richard.

«¿Cuándo ocurrió esto?»

«Anoche bebió con el Señor Patel, y en lugar de pedirle al conductor que lo recogiera, condujo de vuelta a casa por su cuenta, terminó encontrándose con un accidente en el camino».

¿Cómo puede conducir después de emborracharse? ¿Está loco?

Le di un vistazo a través de la ventana de cristal mientras murmuraba para mí: «¡Charles, despierta! Tú me debes mucho y no puedes irte sin compensarme».

«Scarlett, así que estás aquí». De repente oí una voz poco amistosa que venía de detrás de mí, así que me giré rápidamente y vi a Nancy caminando hacia mí con una leve sonrisa en los labios, vestida con una bata de hospital.

¿Por qué está aquí?

Miré a Richard, que agachó la cabeza con culpabilidad. Al ver eso, supuse que Nancy debía de haber estado con Charles la noche anterior.

En ese momento, entró el médico.

«¿Quién de ustedes es el familiar del paciente?», preguntó, sosteniendo un documento en la mano.

«Yo soy…» Antes de que pudiera terminar mis palabras, Nancy me interrumpió.

«¿Qué ocurre, médico?»

«Quiero la firma de la persona que es la familia del paciente, así que ¿Quién de ustedes es?»

«Soy la esposa del Señor Moore. Démela». Tomando el documento de su mano, lo firmé rápidamente.

«No esperaba que me molestaran para firmar por Charles justo antes de su divorcio. Gracias, Scarlett», dijo Nancy desafiante.

«Señorita Wood, aunque me haya divorciado de él, no le corresponde firmar por él».

«¿Qué acabas de decir?» Estaba claro que Nancy no esperaba que me defendiera, ya que se giró hacia mí sorprendida.

«Nada. Cuida bien de Charles».

Con una leve sonrisa, me volteé hacia Richard y añadí: «Como Charles va a estar bien, tengo que irme. Avísame cuando le den el alta del hospital».

«Pero aún está inconsciente y necesita que alguien lo cuide, así que, por favor, quédate aquí», dijo Richard.

«No hay necesidad de eso. La señorita Wood está aquí, estoy segura de que cuidará muy bien de él». Miré a Charles antes de darme la vuelta y marcharme.

Cuando salí del hospital, la lluvia ya había cesado. Sentí unos pasos apresurados que venían por detrás de mí, así que me di la vuelta y vi a Richard corriendo hacia mí. «Scarlett, no confundas al Señor Moore. No tiene nada que ver con esa chica».

«¿Por qué habría de importarme?» No quería escuchar a nadie defender a Charles ahora porque ya había visto la verdad con mis propios ojos, así que ¿Qué sentido tenía decirme lo contrario?

«No fue por culpa de Nancy que tuvo un accidente anoche», explicó Richard.

«¿Y qué? Nos estamos separando y tenemos que seguir adelante, de todos modos. Te recuerdo que tú te olvidaste de Rita para comenzar de cero. Así que creo que Charles y yo también deberíamos hacerlo. Deja de molestarme, me quiero ir».

Entonces llamé a un taxi y le dije al conductor: «Por favor, llévame al aeropuerto».

William y los niños me estaban esperando, así que no podía perder ni un minuto más allí.

El taxista puso inmediatamente en marcha el coche.

Justo cuando estaba a punto de llegar al aeropuerto, Alice me llamó. «Scarlett, ven rápido a casa. James lleva toda la mañana llorando y no consigo que pare».

Cuando oí a mi hijo llorar por teléfono, me puse nerviosa. «Ahora mismo voy».

En cuanto colgué, me dirigí al chófer y le dije en tono de disculpa: «Señor, perdone que se lo pida, pero necesito ir a otro sitio…»

En cuanto llegué a la Mansión Moore, me apresuré a ir al salón. James seguía llorando, así que rápidamente lo tomé de las manos de Alice. Alice me explicó preocupada: «No sé qué le pasa. Lleva llorando desde la mañana y ninguno de nosotros ha podido consolarlo».

«Bien. Debe estar cansado, así que, por favor, descanse. Yo me encargaré de él». Luego le hice un gesto a Alice para que se sentara. James lloraba lastimosamente como un cachorro abandonado. Intenté secarle las lágrimas mientras lo engatusaba en voz baja: «Por favor, no llores, James. Mami está aquí contigo».

«¡Mami, no te vayas!». James finalmente dejó de llorar, pero todavía parecía haber una cantidad inimaginable de queja en su tono, que era diferente de su habitual picardía. Sintiendo pena por él, lo consolé suavemente: «No me voy a ninguna parte. Siempre estaré contigo».

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