No te pertenece
Capítulo 264

Capítulo 264: 

Punto de vista de Spencer:

Después de que Charles me diera por muerto, me volteé hacia Nicole, sintiéndome impotente. No parecía tener ninguna intención de irse. Me estaba dando la misma mirada esperanzada que esta mañana.

«Vamos a cenar», le dije. Llevaba todo el día conmigo. Por cortesía, decidí invitarla a cenar antes de enviarla a casa.

«¡Suena genial!» Nicole asintió de inmediato.

Poco después, la llevé a una pizzería. Nos sentamos en una mesa en la esquina.

«El Señor Moore parecía un poco distante. ¿Son todos los directores generales como él?» Preguntó Nicole tentativamente.

«¿Qué te hizo decir eso?» Sinceramente, tenía curiosidad por saber cómo veía la gente a Charles.

«Cuando me miraba antes, sus ojos eran tan fríos e intimidantes. Sinceramente, ¡Me asusté!» dijo Nicole mientras echaba el cuello hacia atrás.

Asentí con la cabeza y dije: «Bueno, él es así con todo el mundo».

«He oído que es muy protector con su mujer, así que me hizo pensar que es un hombre apasionado». Nicole tomó un sorbo de zumo de naranja y continuó: «Una vez vi a su mujer en la televisión. Es muy hermosa y elegante. Debe ser muy buena ocultando su verdadero yo».

«¿Qué significa eso?» Hice una pausa para masticar mi pizza mientras la miraba.

Ella dio un vistazo antes de inclinarse cerca de mí. «¿No lo sabes? Algunos dicen que su padre era un criminal y que se s$icidó saltando de un edificio. Su madre, en cambio, tuvo una aventura con otro hombre. Una mujer de una familia tan complicada debe ser intrigante».

Al dar un vistazo al rostro de Nicole, sentí miedo de ella.

Aunque parecía inofensiva, sus palabras eran más afiladas que los cuchillos.

Al principio, pensé que el temperamento puro de Nicole era similar al de Scarlett. Pero ahora me daba cuenta de que no se parecía en nada a Scarlett. Scarlett nunca hablaría mal de nadie a sus espaldas.

«¿Estás de acuerdo, Spencer?» Nicole me mostró una sonrisa, aparentando ser dulce e inocente.

Pero para su disgusto, solo sentí asco de su falsa amabilidad.

Bruscamente, dejé mi pizza. «Tú probablemente no sabes que soy pariente de Charles y Scarlett».

«¿Qué parentesco tienes con ellos?», preguntó Nicole.

«Todos crecimos juntos. Así que no vuelvas a hablar mal de ellos delante de mí. Tú no solo los insultas a ellos, también me insultas a mí. Eso no me gusta».

Justo después de decir esas palabras, Nicole se quedó atónita para pronunciar otra palabra.

Pronto terminamos de comer y salimos del restaurante de inmediato.

De camino a su casa, Nicole se mantuvo en silencio. Se quedó sentada en el asiento del copiloto, dando vueltas a la cabeza.

Cuando el coche se detuvo por fin, me susurró: «Siento lo que he hecho antes, Spencer. No debería haber hablado mal de tus amigos a sus espaldas».

«Espero que tengas en cuenta que las habladurías son peores que el veneno», le dije.

«Lo entiendo». Nicole asintió antes de salir del coche. Una vez que se fue, me alejé inmediatamente.

Punto de vista de Charles:

Después de recoger a Scarlett, volvimos a la Mansión Moore.

«¿Por qué hay una cuna de bebé en el dormitorio principal?». preguntó Scarlett confundida.

«La preparé para James», respondí.

«Pero la cama del dormitorio principal es lo suficientemente grande para nosotros tres. ¿Es necesario poner una cuna de bebé? Además, se acerca el otoño, así que hará más frío por las noches. Quiero dormir con James en brazos». Scarlett me miró fijamente.

Su pijama era bastante fino y acentuaba su vivaz figura.

Le pasé el brazo por el hombro. «Otra persona calentará la cama de tu hijo en el futuro. Ese no es tu deber. Tú, en cambio, solo puedes ser mía».

Cada vez que veía lo mucho que Scarlett se preocupaba por James, me hacía sentir celos.

Scarlett me fulminó con la mirada.

Le planté un beso en la mejilla y le dije: «Primero voy a ducharme. ¿Te importa preparar la cuna de James?».

«No hay problema». Aunque al principio Scarlett estaba en contra, decidió aceptar mi propuesta.

Cuando salí del baño, James ya estaba dormido en su cuna.

Scarlett estaba tumbada en su lado de la cama. Su pijama estaba ligeramente descubierto, revelando su hombro. No pude resistir el impulso de abrazarla y besar su cuello.

En un instante, su rostro se puso rojo como una manzana. Con una voz encantadora, dijo: «Suéltame».

Pero la abracé aún más fuerte. «Deberíamos haber dejado a James dormir en la cuna antes».

«¿De verdad estás tan celoso de tu propio hijo?» Scarlett me dio un vistazo, visiblemente molesta.

«Tú eres el único al que puedo amar con todo mi corazón». Me quedé mirando su expuesta piel blanca como la nieve y comencé a besarla de nuevo.

Lentamente, pasé de su pecho a su cuello, subiendo a sus mejillas y deteniéndome finalmente en sus labios.

«James está aquí. Hagamos esto en otra habitación». Scarlett me apartó y corrió hacia la puerta, jadeando ligeramente.

«No. Esta es nuestra habitación, quiero hacerlo aquí». Sin dudarlo, la levanté y la arrojé de nuevo a la cama.

El suave colchón se hundió cuando ella aterrizó en él.

Me quité el pijama y me acosté con ella.

«Ya que no quieres ir a otra habitación, al menos deberías apagar las luces», sugirió Scarlett.

Después de apagar las luces, metí las manos en la ropa de Scarlett para acariciar sus redondos pechos. Pude ver que temblaba de placer, aunque murmuraba: «No…».

No quise dejar de hacer lo que estaba haciendo, e incluso dejé mordiscos de amor en la clavícula y el hombro de Scarlett. Al sentir que ya no se resistía, presioné su cuerpo contra el mío mientras le hacía el amor. Podía sentir lo rápido que latía su corazón.

«¿Quieres más?» Gentilmente, soplé en su oído, haciéndola temblar una vez más.

Scarlett se rio de mí. «¡No hagas eso! Me hace cosquillas». Aunque era una queja, su voz sonaba tan encantada.

«Permíteme satisfacerte», dije.

Justo antes de que pudiera ponerme encima de ella, oí a James llorar en la cuna junto a la cama. Aunque no quería, sabía que tenía que parar.

«Enciende la luz. Nuestro hijo está despierto», murmuró Scarlett mientras se sentaba en la cama.

Impaciente, encendí la luz, mirando a James con resentimiento en los ojos.

¿Está tratando de causar problemas a propósito?

Scarlett acurrucó al niño en sus brazos, sacudiéndolo ligeramente. Pronto, James dejó de «llorar.

“¡Creo que lo ha hecho a propósito!” Al ver la reacción del niño, me enfadé y sospeché de él.

«¿Por qué te enfadas con nuestro hijo? Cállate, Charles». Scarlett siguió engatusando a James. Y justo cuando estaba a punto de devolverlo a la cuna, éste empezó a llorar de nuevo. Así que tuvo que volver a acunar a James.

En este punto, mi deseo estaba a punto de apagarse. «Deberíamos ignorarlo la próxima vez», comenté con desdén.

Scarlett me fulminó con la mirada.

Me levanté de la cama, aún semidesnudo y la abracé por detrás, frotando gentilmente mi p$ne contra ella.

«No hagas eso…» Scarlett g!mió.

«Entonces, vuelve a poner a James en la cuna», dije entre dientes apretados.

«Pero aún no está dormido», dijo ella.

«Espera. Voy a agarrar algo». Dicho esto, salí del dormitorio principal y me dirigí a la habitación del bebé. Allí, tomé un peluche de tortuga del montón de juguetes de James y volví al dormitorio principal. Le mostré a Scarlett la tortuga y le dije: «James dormirá con esta tortuga y tú dormirás conmigo».

Puse a James en su cuna y coloqué la tortuga en sus brazos.

Dejé escapar un profundo suspiro de alivio cuando vi que se dormía.

Fue entonces cuando tomé la mano de Scarlett y la llevé de nuevo a la cama de inmediato. «Creo que está bien si lo hacemos ahora».

«Todavía estoy algo preocupada». Scarlett quiso levantarse, pero la encerré en mi abrazo, haciendo que se sentara encima de mí. «Tú estás muy acostumbrada a estar debajo de mí. ¿Te sientes bien cuando te montas sobre mí?»

«¡Tú, p$rvertido!»

«Cállate, cariño. Concéntrate». Después de que la ayudé a quitarse la ropa, comencé a besarla de nuevo.

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