No te pertenece
Capítulo 229

Capítulo 229: 

Punto de vista de Charles:

El sonido del llanto de mi hijo me despertó.

Al abrir los ojos, vi a James, la fuente del ruido, mirándome fijamente con sus ojos inocentes. Me estaba dando un vistazo a través de la reja de la cuna.

Para ser sincero, parecía una versión en miniatura de mí. La única diferencia era que sus ojos eran similares a los de Scarlett. Eran como lagos silenciosos que atraían a la gente con una sola mirada.

«¿Dónde está tu mamá? ¿Por qué estás solo, pequeño? Cállate, deja de llorar». Miré a mi alrededor, pero Scarlett no estaba en ninguna parte.

«¡Mamá!» James comenzó a chuparse el dedo mientras las lágrimas corrían por sus ojos. «Mamá… ¡Mamá!»

«Bien, bien… Te llevaré con tu madre». Levanté a James y lo llevé abajo.

Allí, vi a Scarlett hablando por el teléfono.

Cuando se dio la vuelta, sus ojos se encontraron con los míos. Al instante, se puso tensa, actuando de forma un poco extraña.

«¿Con quién estás hablando? ¿Y de qué hablan? Ni siquiera te has dado cuenta de que he bajado». Me acerqué a ella con James aún en brazos.

Scarlett finalmente colgó el teléfono.

«Algo va mal con la prensa. Tendré que hacer un viaje de negocios una vez que me haya recuperado del todo», dijo, esperando cautelosamente mi respuesta.

«Ya veo», respondí. Bajé la cabeza y empecé a jugar con James.

«¿No me vas a preguntar ningún detalle al respecto?» Scarlett pareció sorprenderse.

«¿Si te pido detalles, eso te impedirá ir?» Caminé hacia Scarlett con James aún en brazos. James la miraba fijamente con sus ojos brillantes e inocentes. Su rostro se suavizó y se volvió incomparablemente gentil.

«No». Scarlett plantó un beso en la frente de James y me dio un vistazo. «Pero puedo prometerte que te llamaré todos los días».

Me sorprendió gratamente verla bastante obediente hoy, había un brillo de alegría en sus hermosos ojos.

Mi corazón dio un vuelco mientras levantaba las cejas. «Yo también quiero un beso».

Quería que sellara su promesa con un beso.

«Ve a lavarte. James tiene hambre». Scarlett fingió no oírme, con la intención de quitarme el bebé lo antes posible.

No tuve más remedio que pasarle a James y fingí que me iba. Pero cuando Scarlett no estaba mirando, aproveché para inclinarme para besarla en los labios.

Ella se quedó sorprendida por lo que hice. «¡Charles, para!»

«¡Dop! Dop!» dijo James. Sus ojos vagaron entre Scarlett y yo. Y aplaudió, imitando las palabras que ni siquiera entendía.

Tanto Scarlett como yo nos divertimos tanto que rompimos a reír.

Fue una mañana maravillosa.

Punto de vista de Spencer:

Por fin me dieron el alta del hospital.

Durante el último mes, había estado tumbado en la cama, sintiéndome extremadamente aburrido a causa de mi pierna lesionada. Lo más molesto era que Vivian había llegado a un acuerdo con mi madre, mientras yo estaba incapacitado. De vez en cuando llevaba a algunas mujeres extrañas a mi habitación.

Después de pasar por las formalidades del alta, salí del hospital.

En algún lugar cercano, había una Señorita preciosa y se%y, muy maquillada.

Me saludaba desde delante de un lujoso coche.

«¡Spencer!», gritó.

Era Lilith.

«¡Sorpresa! He venido a recogerte». Lilith se acercó a mí y dijo: «Sube al coche. ¿Dónde te gustaría celebrar tu salida del hospital?»

Di un paso atrás, sintiéndome increíblemente decepcionado.

Incluso Lilith sabe que me han dado el alta del hospital. ¿Dónde está la mujer que debería estar aquí hoy?, pregunté en mi mente.

«¿A quién esperas?» preguntó Lilith.

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