No te pertenece
Capítulo 155

Capítulo 155: 

Punto de vista de Scarlett:

Después de salir del trabajo, cené con Nina. Luego, Charles me llamó.

«Tengo una reunión importante esta noche. Asegúrate de no ir al bar sola, ¿Me oyes? Si no, voy a estar preocupado por ti. Cuando termine el trabajo, iré contigo».

«No te preocupes. Puedo encargarme de las artimañas de Rita sola», dije.

«Le pediré a Spencer que te cuide», dijo Charles.

«Tranquilo, puedo protegerme sola, pero me he dado cuenta de que un tipo me sigue»

«¿Estás bien?» preguntó Charles preocupado.

«Lo estoy. Solo me miraba a lo lejos, pero pude percibir que no está tramando nada bueno»

Lo que sucedió esta mañana volvió a pasar por mi mente.

«De acuerdo. Haré que alguien lo investigue. No salgas sola en los próximos días. Te recogeré después del trabajo», me recordó Charles.

«Entendido», respondí.

Después, Charles me dio unos cuantos recordatorios más antes de colgar.

Punto de vista de Rita:

Llegué al lugar que habíamos acordado Scarlett y yo. Esperé casi una hora, pero ella aún no había mostrado nada.

Mientras tanto, sentada en el sofá de enfrente estaba Liam. «Si le pasa algo a Scarlett, es probable que lo pierdas todo», hizo una mueca, agarro el vaso que había sobre la mesa y lo giró.

«Solo mira el espectáculo, Liam. Lo disfrutarás».

«Eso espero», comentó Liam antes de tomar un trago de su vaso de vino. Entonces, me fijé en Spencer y le sonreí.

«¡Spencer! Ven aquí y tómate una copa conmigo».

Al oír mi voz, dijo algo a la gente que le rodeaba y luego caminó hacia mí.

Spencer frunció el ceño: «Podrías destrozar mi local por culpa de tu embriaguez».

Señalé las botellas de vino que había sobre la mesa y sugerí: «Si te las bebes todas, prometo no beber más».

Spencer me miró fijamente, aparentemente pensativo. Y, efectivamente, se tragó todo el licor que había sobre la mesa.

«Pediré a alguien que te acompañe a casa». Dicho esto, Spencer miró a Liam mientras éste se sentaba a mi lado.

«No te molestes. Estoy esperando a Scarlett. Me iré después de mi charla con ella», dije, rechazando educadamente su amabilidad.

Spencer me miró en silencio durante un rato antes de levantarse y suspirar. Antes de irse, se dio la vuelta y dijo: «No causes problemas».

Con eso, sacudió la cabeza, se apoyó en la pared y se alejó tambaleándose.

«¿Qué había en ese vino?» preguntó Liam con curiosidad.

«Nada por lo que debas preocuparte. Solo quería quitarlo de mi camino», respondí.

«¡Maldita sea! Tú eres una mujer atrevida, ¿Verdad? Incluso has dr%gado a Spencer para este plan». Liam se rio.

En ese momento, oí un ruido procedente del exterior.

Liam se levantó y se dirigió a la puerta, con la intención de ver lo que sucedía. Sin embargo, lo detuve. «No te muevas, Liam. Siéntate y disfruta del espectáculo». Confundido, Liam me dio un vistazo, pero luego se sentó y accedió.

Pronto, el ruido del exterior cesó. Me levanté y salí. Había una mujer tendida en un charco de sangre. Por su figura, creí que era Scarlett. Mi corazón se llenó de emoción al ver su cáscara sin vida.

«¡Está finalmente muerta!

¿Esta ladrona de hombres está finalmente muerta de verdad?’ Me pregunté.

Me abrí paso a codazos entre la multitud y corrí hacia la mujer que yacía inmóvil en el suelo. Fingiendo preocupación, llamé a Scarlett por su nombre.

«Señorita, ¿Es su amiga?», preguntó el personal médico. Cuando la miré de cerca, me decepcionó saber que no era Scarlett.

«No», respondí fríamente.

Me levanté para dar un vistazo a mi alrededor. Fue entonces cuando vi que Scarlett estaba de pie en medio de la multitud y me saludaba con una sonrisa.

«¿Me estás buscando, Rita?», me preguntó.

Ver la molesta sonrisa de Scarlett me puso rápidamente de los nervios. Sentí una sensación molesta en la parte posterior de mi cabeza y me dio dolor de cabeza.

¡Esto… es imposible! ¡Esto no puede estar sucediendo! Maldecí para mis adentros. He organizado una emboscada para que esta maldita mujer reciba una lección. ¿Por qué sigue delante de mí, sana y salva?

¡Esos malditos imbéciles patéticos! ¡Ni siquiera saben tratar con una mujer!

«¿Cuándo has llegado?» Le pregunté, dirigiéndole una fría mirada.

«Probablemente antes de que tú llegaras. Gracias a ti, he visto algo interesante. Tengo curiosidad. Pareces preocupado por esa chica a la que acaban de golpear», comentó Scarlett con una sonrisa.

«No esperaba que disfrutaras viendo cosas así», respondí indirectamente.

Había coches de policía llegando no muy lejos. No podía dejar que nadie supiera que había organizado a aquellos delincuentes, así que me di la vuelta rápidamente y volví a entrar en el bar.

Scarlett me siguió y se puso delante de mí. «Dame el pendiente de mi madre».

«¿Qué pendiente? ¡Oh, ya me acuerdo! Lo siento, Scarlett, no está». Le mostré una sonrisa. Al ver lo pálido que estaba el rostro de Scarlett, me puse de buen humor.

«Por cierto, ¿Te he dicho alguna vez que he encontrado el pendiente de tu madre en el estudio de mi padre? ¿No es extraño? ¿Crees que escondían un secreto? ¿Es posible que en realidad seamos medio hermanas?».

Scarlett agarro el vaso de vino que había sobre la mesa y me lo salpicó en el rostro.

«¡Será mejor que cuides tu boca, pedazo de mierda!».

No pude evitarlo a tiempo, así que el vino me salpicó todo el rostro.

Quise defenderme, pero sabía que no era el momento.

Así que me limité a limpiar el líquido de mi rostro y a lanzarle una mirada.

Me di cuenta de que Scarlett estaba furiosa. Verla así de enfadada me alegró un poco el día.

«¿Qué? ¿Por qué te has enfadado tan fácilmente? ¿Adiviné bien? ¡Tu madre es una p%ta! Y tú te mereces ser la hija de una p%ta. ¡Toda tu familia se deleita en seducir a los hombres en todas partes!»

Cuanto más hablaba, más placer sentía. De repente, sentí una sensación de ardor en la mejilla. ¡Scarlett me dio una bofetada en el rostro!

«Entrega el pendiente. ¡Maldita sea!» Scarlett me gruñó.

«Ya lo he tirado. ¡Y que sepas que voy a destruir todo lo que quieres y amas!»

Tomé un trozo de pañuelo de la mesa y lo utilicé para limpiarme el rostro. Al contemplar el rostro furioso de Scarlett, distorsionado por la ira, me sentí aún más feliz.

«Tú fuiste quien contrató a alguien para matarme, ¿No es así? ¿Ese accidente de coche?» preguntó Scarlett tímidamente.

Levanté una ceja hacia ella y no respondí a la pregunta.

«¿También contrataste a alguien para que se colara en mi apartamento para que me matará?», volvió a preguntar.

A pesar de su insistencia, seguí sin responder.

«Así que me has invitado a salir esta noche solo para matarme, ¿No es así? Esa gente que estaba merodeando por ahí debía matarme, pero confundieron a esa chica conmigo. Si no hubiera llegado antes que tú, me habrían enviado al hospital en una ambulancia ahora mismo».

Scarlett está diciendo la verdad. Pero incluso si ella sabe sobre la verdad, no me puede hacer nada.

«Ay, tienes la suerte del demonio. Esos inútiles no pueden ni siquiera manejar una simple tarea. ¡Desperdicié tanto dinero en esos imbéciles! Pero, como ya están aquí, ¡No voy a dejar que te vayas sin problemas!»

Paso a paso, me acerqué a Scarlett. Ahora mismo estaba embarazada, así que todo lo que tenía que hacer era empujarla lo suficientemente fuerte, y le haría perder ese bebé. Una vez que ese estúpido bebé desapareciera, ¡Charles no volvería a estar con ella!

De repente, Scarlett sacó algo de su bolsillo. Al momento siguiente, la vi sosteniendo un cuchillo en mi garganta.

El filo del cuchillo estaba tan cerca de mi piel que podía sentir la frialdad de su acero que me dejó congelada del miedo.

«¡Entrega el maldito pendiente o te abriré el cuello con este cuchillo!» Por el sonido de la voz de Scarlett, me di cuenta de que no estaba bromeando. El miedo me consumió rápidamente.

«¡Liam…!» Le di un vistazo a Liam, pidiéndole ayuda con voz temblorosa. Sin embargo, él se limitó a dar un vistazo a Scarlett con agitación. De la nada, la puerta se abrió en ese momento.

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