No te pertenece
Capítulo 144

Capítulo 144: 

Punto de vista de Rita:

Cuando vi a Scarlett correr hacia el baño, tapándose la boca con la mano, me imaginé inmediatamente que tenía náuseas matutinas. Pero no pude evitar sentirme un poco resentida.

Cuando todavía estaba aturdida, Richard se acercó a mí con una taza de café.

«¿Qué te pasa?», me preguntó preocupado.

«La barriga de Scarlett es cada vez más grande», murmuré, dando un vistazo en dirección al baño.

«Hemos sabido que está embarazada, ¿No?».

«Acaba de regresar. ¿Cómo puede estar embarazada?» pregunté, mirando a Richard con descontento.

«Es normal que una mujer casada se quede embarazada», dijo con calma.

No quería seguir hablando con él. No pude evitar hacer conjeturas ciegas y desordenadas.

«¿Acabó Charles comprometiéndose con ella porque está embarazada?». pregunté sorprendida. Cuanto más pensaba en ello, más me hacía sentir que por fin estaba atrapando la verdad.

Richard me dio una mirada indiferente y frunció el ceño. Parecía que quería decir algo, pero se detuvo al pensarlo mejor.

Le dirigí una mirada fría antes de continuar: «Sí, Scarlett debió de forzar a Charles utilizando su embarazo. Si no fuera así, entonces Charles no me trataría tan fríamente de repente ni me gritaría. Pero, ¿Cuándo se quedó embarazada Scarlett?»

«No es asunto tuyo», interrumpió Richard.

«¡Tú no sabes nada! No puedo dejar que Scarlett dé a luz al bebé. Tuvo suerte de que no fuera capaz de empujarla por las escaleras conmigo la última vez», dije entre dientes apretados, dándole la cara.

«Deja de actuar de forma tan imprudente», dijo Richard frunciendo el ceño.

«¡Scarlett no está capacitada para dar a luz al hijo de Charles! No se merece estar con él».

«Scarlett es la mujer de Charles. ¿Quién eres tú?» me recordó Richard, dirigiéndome una mirada firme.

«Charles contrató un guardaespaldas para mí. Así que obviamente soy especial para él». Le dirigí una fría mirada.

«Charles sabe desde hace tiempo que nos acostamos, me despidió nada más enterarse». Richard me dio una mirada significativa y suspiró.

«¡Eso es imposible! Estoy segura de que Charles debe seguir pagándote. Se preocupa por mí y por eso te sigue contratando». Le di un vistazo a Richard con incredulidad.

Respirando profundamente, Richard dijo: «Será mejor que no hagas daño a Scarlett. Me voy».

«Tú solo eres un cobarde. Vete rápido y no te metas en mi camino». Lo miré fríamente, sin querer continuar la conversación con él.

Richard me miró con el ceño fruncido durante un momento antes de suspirar, darse la vuelta y marcharse.

Estaba tan ocupada pensando en mi próximo movimiento que lo ignoré por completo.

Pasé el resto del día preguntándome cómo iba a hacer que Scarlett mostrara su verdadera cara para que Charles volviera conmigo.

Después de idear varios planes, decidí hacer que Richard cooperara conmigo. Sin embargo, se había ido, no pude comunicarme con él en absoluto, lo que me hizo sentirme irritada.

De repente, oí la voz de Nate. «¿Fuiste a ver a Scarlett hoy?»

«¿Qué? ¿Te preocupa que pueda hacerle daño?» le pregunté en tono sarcástico.

«Tú me has entendido mal. No hay nada entre nosotros. Será mejor que no la provoques, o Charles no lo dejará pasar tan fácilmente», me explicó con el ceño fruncido.

«Tú eres realmente incompetente, estoy segura de que esa fue la razón por la que tu negocio fue arruinado por Charles». Le di una mirada de desprecio.

«Tú…» Nate estaba demasiado furioso como para decir algo.

«No entiendo por qué creí que Scarlett fue quien te sedujo en aquel momento. Ella tiene razón. No es de las que se enamoran de alguien como tú, a no ser que esté ciega. ¿Cómo puedes ser tan desvergonzado? Eres tan viejo ahora. ¿Cómo puedes seguir queriendo tener una amante? Tal vez, tu amor por ella es unilateral».

Tan pronto como terminé de hablar, el rostro de Nate se sonrojó y me dio una bofetada en el rostro.

«¡Soy tu padre! ¿Cómo puedes hablarme así?», rugió con frialdad.

«Tú hiciste esas vergüenzas primero. ¿Por qué te preocupa tanto el respeto ahora?» dije sarcásticamente mientras le miraba a los ojos mientras me cubría la mejilla hinchada con la palma de la mano.

«Prefieres creer en los rumores qué en mí, ¿Es eso?». Nate estaba claramente decepcionado.

«Sí, me da mucha vergüenza tenerte como padre», dije con frialdad, mirándole fijamente.

«¿De verdad crees que eres mejor que yo?». Había un asco no disimulado en sus ojos.

«Por muy mala persona que sea, sigo siendo mucho mejor que tú», respondí. Mi corazón se llenó de odio hacia él.

«Rita, eres realmente decepcionante». Nate estaba, en efecto, muy decepcionado.

«Sí, no soy tan buena como Scarlett. Ella es tan atractiva. Si no, ¿Cómo ha podido conquistarte?»

«¡Cállate!» siseó Nate. Entonces levantó la mano para golpearme, pero lo detuve y me burlé.

«Uno debe reconocer lo que hizo. ¡Eso es algo que me enseñaste cuando era una niña!”

El rostro de Nate estaba furioso, toda la habitación estaba fría como el hielo. Me encontré con su mirada, pero no quise ser superado.

Mientras estábamos en el punto muerto, Susan gritó: «¡Basta! Nate, dile la verdad».

«¿Qué verdad? ¿La verdad de que se ha coqueteado con Scarlett?» Se volteo hacia Susan con una sonrisa sarcástica.

«¿Decirle qué? No tengo nada que decirle». Nate me sacudió la mano, sin querer decir más.

«Dime que entonces amabas a la madre de Scarlett, y que la única razón por la que te casaste conmigo fue porque no podías casarte con ella», dijo Susan con auto burla.

«¿Está diciendo la verdad?» pregunté, mirándole fijamente.

Tras un momento de silencio, dijo con frialdad: «Lo más importante ahora mismo es apaciguar a Charles. No me importa nada más».

Sin responder a mi pregunta, Nate se calmó.

«¿Quieres que te ayude? Dame el cincuenta por ciento de las acciones de la empresa y te ayudaré a hacer caer a Charles».

«¿Qué acabas de decir?» Nate frunció el ceño.

«Soy su hija, su única hija. De todos modos, tendrás que darme la empresa tarde o temprano. Quiero el cincuenta por ciento de las acciones ahora. ¿Es mucho pedir? ¿Acaso piensas ceder tus acciones a Scarlett en el futuro?». Le pedí fríamente.

«¡No digas tonterías!»

«Cuando el Grupo Lively estaba en su mejor momento, ocurrió gracias a mi relación con Charles. Todo fue gracias a mí».

Nate pensó un momento y dijo con ligereza: «Solo puedo darte el veinte por ciento».

«Seguramente, Scarlett te ha encantado. Esa z%rra me ha robado a mi hombre y a mi padre». Le di un vistazo a Nate con burla y resentimiento.

Volvió a darme una fuerte bofetada en el rostro.

Le di un vistazo con sorpresa. Nunca me había pegado desde que era una niña. Pero ahora, ya me había pegado dos veces.

Susan lo apartó con rabia y se quejó con lágrimas en los ojos: «¿En serio de enamoraste de ella?»

Nate se quedó atónito, su rostro se tornó más frío que antes. «¿Qué tonterías estás diciendo? ¡Ya te lo he dicho! La madre de Scarlett y yo no tenemos nada que ver. ¡No ha pasado nada entre nosotros!» Con eso, se dio la vuelta y se fue.

Le di la espalda con frialdad mientras escuchaba a Susan sollozar incontroladamente.

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