No te pertenece
Capítulo 1073

Capítulo 1073:

Punto de vista de Helen:

El médico se me acercó y me dijo:

“Tiene muchos moratones por todo el cuerpo. Se ha fracturado el tobillo e incluso tiene una herida por arma blanca en el abdomen. La situación es bastante grave. Deberías informar a la policía”.

Me quedé de piedra cuando oí eso, porque Platt iba totalmente cubierto y no me di cuenta de sus heridas.

Sólo vi que estaba en una silla de ruedas y que tenía las piernas heridas.

Pero el hecho era que no sólo tenía heridas en las piernas.

No sabía cómo había podido seguir con vida.

Con una complicada emoción en el corazón, miré a Platt, que estaba dormido, y negué lentamente con la cabeza.

“No, gracias”.

Decidí esperar a que se despertara para que me contara toda la historia.

Además, resultó herido mientras perseguía a una banda, así que debería ser él quien decidiera si debíamos avisar a la policía o no.

Cuando se despertó, ya había oscurecido.

Me miró y sonrió lentamente.

Lo fulminé con la mirada y le grité:

“¿Cómo puedes sonreír en ese estado? ¿No deberías explicarme qué has estado haciendo todos estos días?”

Platt explicó inmediatamente:

“Fui a Phoenix con Troy a buscar a Webster, el líder de los cazadores furtivos, para vengarme. Él fue quien mató a Garnett”.

Pregunté con curiosidad:

“Reservaste un billete de avión y decidiste volver ese mismo día. ¿Llegaste a encontrar a ese tal Webster?”.

“Sí, lo hice, pero Webster es muy cauteloso. Le perseguimos durante mucho tiempo. Cuando percibimos que algo iba mal, intentamos retirarnos lo antes posible. Después de todo, le prometí que no correría ningún riesgo en el futuro, pero justo cuando estaba a punto de subir al avión, me topé con Webster, que intentaba huir. Troy y yo le seguimos, porque si perdíamos esa oportunidad, nos sería difícil volver a encontrarle. Ahora, todo está resuelto, no volverá a ocurrir nada parecido, lo prometo”.

Platt me agarró de la mano con fuerza.

Me sentí aliviada porque percibí que hablaba en serio y con sinceridad.

Al ver las heridas vendadas de su cuerpo, sentí a la vez rabia y lástima hacia él.

“¿Te ha hecho daño Webster?”.

Platt asintió y dijo:

“Sí, es un luchador experto. Tuve que luchar contra él mientras le perseguía, aunque estas heridas puedan parecer espantosas, no son tan graves como podrían haber sido, así que, por favor, no te enfades, Helen”.

Solté un suspiro.

“No estoy enfadada. Sé que tu deseo es vengar a Garnett. Si no puedes enviar al asesino a la cárcel, entonces no podrás dejarlo pasar. Pero no deberías haberme mentido. ¿Sabes lo preocupada que estaba cuando no te encontré en el aeropuerto aquel día?”.

Mirándome a los ojos, Platt prometió en tono serio:

“Pase lo que pase en el futuro, no te ocultaré nada”.

“De acuerdo”.

Asentí como respuesta.

Luego preguntó:

“¿Me han echado de menos los niños? Hace mucho que no los veo”.

Le devolví la sonrisa y le dije:

“Bueno, me preguntaban a menudo cuándo ibas a volver, y me decían que querían jugar contigo… así que tienes que recuperarte pronto, ¿Vale?”.

“¿Y qué hay de ti? ¿Me has echado de menos?”

Sus ojos estaban llenos de expectación y dulce ternura.

Mi corazón se ablandó y asentí.

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