No te pertenece
Capítulo 1055

Capítulo 1055:

Punto de vista de Helen:

No estaba dispuesta a arruinar mi futuro sólo para enfrentarme a Jane.

Si mostraba directamente las pruebas que tenía, iría en contra de la ética profesional básica de un abogado. Entonces nadie se atrevería a contratarme después de eso.

En ese momento, un abogado que representaba a Highlight Investment se levantó y presentó un documento ante la mirada de todos.

Era el registro del contrato de Jane y Mattie, con la firma de Mattie.

Con esta prueba, la situación se invirtió inmediatamente.

Esa fue la prueba más contundente en este caso que puso el último clavo en el ataúd de Jane.

Cuando se anunció el veredicto, Jane fue condenada por fraude y soborno.

Fue condenada a diez años de prisión.

Jane me miró con odio y arrepentimiento en los ojos.

Se burló:

“Helen, me equivoqué. Confiaba en ti. Pensé que harías todo lo posible por ganar este caso para mí. No esperaba que conspiraras contra mí. Eres tan astuta”.

La furia la superaba.

Su aspecto feroz contrastaba con la calma que sentía en mi corazón.

Nunca había buscado vengarme de ella y mi rencor hacia ella hace tiempo que había desaparecido.

¿Su mayor error?

Amenazarme con mis hijos.

Eso, era imperdonable.

Como madre, nunca permitiría que nadie hiciera daño a mis preciosos pequeños.

Antes de venir a Nueva York, llamé a Rubén.

En ese momento, había tomado la decisión de perder la demanda de Jane.

Aun a riesgo de destruir mi carrera, me aseguraría de que Jane fuera a la cárcel.

Eché otro vistazo a la tribuna del público y descubrí que George seguía mirándome.

Sonrió levemente.

Estaba claro que aprobaba la decisión y parecía aliviado.

En cuanto le miré a los ojos, me acordé de la noche anterior.

Todavía podía sentir los labios de George sobre los míos.

Me giré rápidamente para mirar en otra dirección.

Luego ordené los documentos y salí del juzgado.

Estaba oscureciendo así iba a agarrar un taxi para ir a casa para descansar. Cómo me encontraba agotada, mañana en la mañana reservaría el vuelo para volver a Burlington.

De pronto, Kendal caminó hacia mí y sonrió:

“Helen, no me extraña que no aceptaras representar a Highlight Investment como su abogada. Parece que tenías tu propio plan. Te entendí muy mal. Me encantaría invitarte a cenar con nosotros esta noche para pedirte disculpas”.

“No, gracias. Por favor, adelante sin mí”.

No hace falta decir que la invitación de Kendal era en nombre de George.

Realmente no quería ver a George.

No podía enfrentarme a él ahora mismo.

Mientras ese beso siguiera parpadeando en mi mente, estaba perturbada.

Como de costumbre, Kendal no me dio la oportunidad de negarme.

Me empujó literalmente a su coche y me dijo:

“Helen, no estés tan nerviosa. Que George y tú vuelvan a estar juntos o no es irrelevante. Seguimos siendo amigos, ¿No? Además, varios de nuestros amigos del instituto y Velma van a venir hoy. Están todos emocionados por verte”.

.

.

.