No te pertenece
Capítulo 1051

Capítulo 1051:

Punto de vista de George:

Entré con él en el ascensor y fuimos a mi despacho.

Saqué un documento y se lo entregué.

“Quiero que envíes este documento a Helen. Le pediré a mi chófer que te lleve”.

Era un documento relativo al caso Highlight Investment, y pensé que podría serle útil a Helen.

Había planeado entregárselo la noche anterior, pero tenía tanta prisa por verla que acabé olvidándome de llevarlo conmigo.

Había pensado que anoche podría arreglar las cosas con ella, pero no esperaba que fuera a peor.

Estaba seguro de que ahora se mostraría realmente reacia a verme, por lo que no tuve más remedio que pedir la ayuda de Warren.

“De acuerdo”.

Warren agarró el documento.

No hizo más preguntas, aunque estaba claramente confuso.

Justo cuando estaba a punto de marcharse, le detuve.

“¿Cómo le ha ido a Helen en los últimos años mientras vivía en Burlington? ¿Ha estado trabajando en el bufete de tu padre todo el tiempo?”.

Sabía que para ella habría sido difícil reiniciar su carrera en una nueva ciudad, pero aun así quería conocer más detalles sobre su vida.

“Sí, trabajó en el bufete de mi padre durante tres años. Mi padre me dijo que era muy trabajadora y que aceptaba cualquier caso, por grande o pequeño que fuera. Se esforzaba mucho para ganar dinero. Parecía fuerte, pero la he visto llorar en el baño un par de veces. Tenía los ojos enrojecidos cuando salía, pero siempre fingía que no le pasaba nada y seguía trabajando. Además, siempre estaba agotada. Afortunadamente, conoció al Señor Thompson y ya no tiene que trabajar tanto. Además, ahora sonríe más a menudo”.

Las palabras de Warren me hicieron sentir como si alguien estuviera exprimiendo la vida de mi corazón.

Apenas podía respirar.

“Ya veo. Gracias. Ya puedes irte”.

No tuve valor para seguir escuchando sus palabras.

Me equivoqué al pensar que Helen viviría feliz mientras yo abandonara su mundo, y la verdad distaba mucho de mis creencias.

Helen era una mujer fuerte, pero a veces sólo se escondía y lloraba desconsoladamente porque no podía más.

Siempre pensé que era yo quien lo estaba pasando mal en los últimos tres años, pero comparado con lo que ella había pasado, mi dolor no era nada en absoluto.

La muerte de su madre había sido un duro golpe para ella, que tuvo que empezar de nuevo en una nueva ciudad sin nadie a su lado.

Las dificultades que tuvo que afrontar eran difíciles de imaginar.

Y cuando más me había necesitado, me había escondido en el extranjero.

Ahora que por fin había superado las dificultades y su vida iba mejorando poco a poco, volví a su vida, obligándola a estar conmigo.

Ahora no me sorprendía el resentimiento de sus ojos cuando volvíamos a vernos.

Efectivamente, me odiaba por una buena razón.

No merecía amarla.

Estuve sentado en mi despacho aturdido durante mucho tiempo hasta que Chana vino y me dijo que tenía una reunión.

Reprimí la amargura de mi corazón y ordené mis emociones antes de salir de mi despacho.

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