No te pertenece
Capítulo 1021

Capítulo 1021:

Punto de vista de Helen:

Por la noche, Lucy me llamó para quejarse de alguien.

“Helen, George es muy malo conmigo. Me alegro de que te hayas divorciado de él. Es tan frío y despiadado”.

“¿Qué esperabas? Siempre ha sido así. Ya deberías saberlo”

Le contesté mientras suspiraba.

Pero la última vez que volvimos a vernos en Nueva York, George no fue grosero, sino cortés conmigo.

Parecía que había pasado página.

Por eso ahora, cuando oía su nombre, no me ponía tan nerviosa como antes.

Conociéndole, no perdía el tiempo con quienes no tenían nada que ver con él.

Cuando nos divorciamos, aunque no lo cerráramos del todo, cortó toda forma de comunicación conmigo.

Debo decir que me alegré de que lo hiciera.

Era la forma más fácil y directa de acabar con nuestra relación de una vez por todas.

Antes del divorcio, le había prometido a su madre que me iría de Nueva York en cuanto el divorcio hubiera finalizado.

También juré no ponerme en contacto con él, pasara lo que pasara.

Pero cuando hospitalizaron a mi madre, me sentí impotente.

Quería pedir ayuda a alguien.

Desesperada, decidí enviarle un mensaje a George.

Fui yo la primera que rompió las reglas y volvió a ponerse en contacto conmigo.

Además, él no tenía ni idea de que yo había dado a luz a mis dos maravillosos hijos, ya que entonces no sabía que estaba embarazada.

Ni que decir tiene que todo el sufrimiento que había pasado recayó sobre mí.

Lucy suspiró pesadamente y asintió:

“Sí. Es un buen exmarido por no hacer nada”.

No quería seguir hablando de George.

Cuanto más pensaba en él, más disgustada me sentía.

“Por cierto, ¿Cuándo volverás a Nueva York? Hace mucho que no nos vemos. Te echo mucho de menos”

Dijo Lucy, cambiando de tema.

“Volveré el próximo lunes. El juzgado me ha informado de que el caso del que me encargo puede reabrirse”

Respondí.

No pude evitar una risita al mirar los ojos de cierva de Lucy.

A menudo se quejaba de lo pegajoso y cariñoso que era Dyer, pero no parecía darse cuenta de que ella era igual conmigo.

No me correspondía a mí juzgar la última relación de Dyer, pero me daba cuenta de lo mucho que quería a Lucy.

Lucy había tenido razón al decir que Dyer era un buen hombre.

Sólo que yo era demasiado arbitraria en ese momento.

No paraba de pedirme disculpas, diciendo que no debería haber discutido conmigo por culpa de Dyer.

Pero la verdad sea dicha, yo también estaba equivocada.

En ese momento, tenía miedo de que Lucy saliera herida, así que perdí el control de mis emociones.

Después de colgar la llamada con Lucy, mi teléfono volvió a sonar.

Esta vez era Phil.

Sentí sentimientos encontrados. Aunque dudaba, contesté.

“Helen, ¿Por qué no te has puesto en contacto conmigo? ¿Seguimos siendo amigos?”

Preguntó Phil en cuanto se conectó la llamada.

Me sentí un poco culpable.

Quise defenderme, pero al final sólo pude pronunciar:

“Lo siento”.

No tenía valor para ponerme en contacto con mis antiguos amigos, sobre todo con Phil y Anya.

Phil suspiró pesadamente, pero me di cuenta de que no estaba realmente enfadado.

“Está bien. Esta vez te perdono. De todos modos, he oído que estás a cargo del caso de Darwin. ¿Cómo va?”

“Todo está listo. Iré a Nueva York el próximo lunes. Me pondré en contacto contigo”.

“Envíame los detalles de tu vuelo. Te recogeré en el aeropuerto. No me rechaces”.

Phil sonaba muy decidido, así que hice lo que me dijo.

El lunes, hice las maletas y estaba lista para ir a Nueva York.

Platt iría al aeropuerto con los niños, luego nos despediría a Clare y a mí.

Era evidente que Luis y Polly no querían que me fuera.

Me abrazaron fuerte y me miraron con lágrimas en los ojos.

“Mamá, ¿Por qué últimamente siempre estás de viaje de negocios? ¿No puedes no ir?”.

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