Monica
Capítulo 80

Capítulo 80:

POV: Mónica.

“Te extraño, quiero estar contigo”.

“Yo también amor, pero todo a su tiempo”.

“Está bien”, me dio un pequeño beso en los labios y hablamos de la boda, la mamá de Alonzo se puso como loca cuando se enteró del compromiso, está más emocionada qué nosotros creo.

El abuelo igual está más que feliz, el adora a Alonzo y siempre ha pensado que es el indicado.

Papá no está tan feliz porque siempre le dice a Alonzo qué le quiere robar a su princesa, lo irónico es que nunca había visto a papá celoso por mí, creo que es el hecho de que solo le queda una hija.

Me entere que Nicol y Ester vinieron al hospital el día siguiente a ese Nicol fue detenida y Ester vino a suplicar piedad para su madre, le lloro a papá, pero el por primera vez la trato de manera fría, como si no fuese su hija, de hecho se lo dijo.

“Ester es mejor que te vayas”.

“Pero papá, tienes que ayudar a mamá, por favor, no le des la espalda como me la diste a mí en el juicio cuando prometiste ayudarme”.

“No me llames papá”, dijo de manera fría.

“¿Qué sucede contigo?”, le dijo a papá, después volteo a verme muy molesta.

“Fuiste tú, eres una arpía Mónica, envenenaste a papá en mi contra y en contra de mamá, no pudiste soportar qué me tuviera un poco de cariño”.

“Basta”, le gritó papá.

“Mónica no hizo nada, jamás se quejó, fueron ustedes, les abrí las puertas de mi casa, las trate bien, las hice mi familia y ustedes desagradecidas por varios años le dieron un mal trato a mi hija, fui un ciego pero ya no más, encima intentan matarla, tú y tu mamá no tienen nada que venir a pedir aquí Ester, no tienen el derecho, largo, no eres mi hija, nunca lo has sido, jamás te pondría por encima de Mónica, y si tu o tu madre intentan lastimarla de nuevo les juro que no les tendré piedad”.

Ester lo miró con los ojos llenos de lágrimas, no se atrevió a decirle nada, jamás vi a papá ser tan duro con ella, sé que todas esas palabras le dolieron a él también, el de verdad la quería como a una hija.

“¿Estas bien?”, le pregunté a papá una vez Ester Salió de la habitación.

“Claro”, dijo mientras forzaba una sonrisa

“Mi hija está bien, ¿Por qué debería de estar mal yo?”.

“Sé que la quieres como a una hija papá”.

“Mi hija eres tu Mónica, y es a ti a quien debo cuidar y proteger, eres mi única hija”.

“Papá…”.

“Ya no importa cariño, seremos tu y yo contra el mundo como cuando mamá nos dejó, así debió ser siempre”.

Se acercó a mí y me dio un gran abrazo qué el necesitaba más que yo.

“Te amo papá”.

“Yo también te amo princesa, eres mi todo”.

“Lo sé”.

Después de ese día empezó a pelear con Alonzo por mi atención.

“Creo que tu papá necesita enamorarse”, dijo Alonzo después de tener una pequeña discusión con papá, ya que él quiere que cuando me den de alta me vaya a su casa pero Alonzo se negó.

“No creo que lo haga en un buen tiempo”.

“Decían que las suegras son un fastidio, creo que en mi caso es mi suegro”, dijo lo que me hizo reír.

“Ya se le pasará”.

“No creo amor, lo vamos a tener en nuestra casa todo el tiempo como suegra entrometida”.

“Tal vez si le damos un nieto se concentre en él y no en nosotros”, le dije para animarlo un poco me miró con una sonrisa de medio lado

“Creo que tendré que embarazarte rápido”, se acercó a mí y me dio un beso mientras yo reía.

La discusión por donde iría una vez me dieran el alta no se detuvo hasta el día que salí del hospital.

Todos estaban de acuerdo en que me quedara con Alonzo pero papá seguía insistiendo con que fuera con él y sé que no quiere estar sola.

Al final los tres decidimos que ambos me cuidarían pero me quedaría en la casa de Alonzo y papá llegará todos los días

“¿Ves?, te dije que será el suegro fastidioso”, dijo Alonzo mientras papá iba a firmar los papeles para mi alta.

“Está solo, yo también debería de cuidar de él, en poco tiempo perdió a su esposa y una hija”.

“Una esposa y una hija desconsideradas no lo vería como una perdida, lo vería como ganancia”.

“Seguramente más adelante lo verá así pero por ahora déjalo vivir su pena”.

Los tres fuimos a casa de Alonzo decidí ir a casa de Alonzo porque está a un piso de mi casa, sé que papá y Alonzo no me dejaran con Antonio y Magali pero tenerlos cerca será de ayuda ya que si las cosas van como hasta ahora papá y Alonzo seguirán con su disputa.

La mamá de Alonzo anda emocionada me ha traído miles de revistas para que me inspire para la boda.

Aún no hemos puesto una fecha pero ella ya está buscando lugares para la boda, pero yo estoy segura que quiero casarme en la hacienda de Napa o la de Sicilia en ambas tengo muy buenos recuerdos con Alonzo.

Ya discutí eso con el pensamos en casarnos cerca de Septiembre para que la vendimia este cerca, él está de acuerdo dice que lo que le importa es que yo sea su esposa, donde nos casemos es lo de menos para él.

A las pocas semanas de haber sido dada de alta regresé a la oficina aun en contra de la voluntad de Alonzo y papá, pero ya estoy cansada de estar en casa.

El juicio de los implicados en el atentado en mi contra se hizo público, la opinión pública los destrozó, la sentencia no se hizo esperar, los tres estaban furiosos pero Alonzo y papá en serio no tuvieron piedad con ellos, los abogados no les dejaron campo para que ellos armaran una defensa decente.

Poco a poco todo fue tornando su curso normal, tuve que ir a rehabilitación para recuperar la total movilidad de mi brazo, en un abrir y cerrar de ojos los meses fueron pasando. Elegí mi vestido de novia con la ayuda de la mamá de Alonzo, Matilde, Magali, Miriam y Cristina.

Todas están muy emocionadas por la boda, no puedo creer que tenga tantas personas felices por nosotros a nuestro alrededor.

Alonzo sigue insistiendo en que tengamos un bebé a veces me causa gracia cuando todos los meses pregunta si me embarazo de verdad este hombre se lo está tomando muy en serio no deje mis métodos anticonceptivos a pesar de su petición pero creo que debería hacerlo, la verdad si me gustaría tener un hijo de él y mío.

El gran día llego, decidimos que la boda se haría en la hacienda de Napa, esa hacienda era de mamá por eso es especial para mí.

El lugar estaba decorado con flores y el altar estaba entre los viñedos, estaba realmente nerviosa, pero me casaría con el amor de mi vida.

Hemos pasado por tanto y aun así el destino decidió mantenernos juntos no importaba cuantas veces nos separamos, ni el tiempo, ni la distancia logro disminuir el amor que nos tenemos.

Estoy terminando de prepararme al rededor mío están mis amigas y Matilde quien ha sido como una madre para mí.

Una vez estoy lista, el abuelo entra a la habitación y en cuanto me ve sus ojos se llenan de lágrimas mi niña hermosa, luces como tu madre.

“Abuelo, no llores qué yo lloraré también”.

“Tu mamá debe de estar más que feliz de ver la gran mujer en la que te convertiste”.

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