Monica
Capítulo 76

Capítulo 76:

POV: Mónica.

“Puedo darte una gran suma de dinero, con eso puedes hacerte un nombre, fundar una empresa”, se rio.

“Princesa, yo no quiero tener que esforzarme ese es el objetivo de tener un marido rico”.

Miro su teléfono con el ceño fruncido, al parecer no le agrado el mensaje que recibió.

“Alonzo está aquí, al parecer viene a salvar a la princesa es una lástima que solo encontrará su cadáver”.

Se dio la vuelta y yo ya tenía mis manos sueltas mientras ella tecleaba algo en su teléfono solté el amarre en mis tobillos, se dio la vuelta y me miró muy enojada.

Levanto el arma y no lo dudo, me disparo en el hombro, Dios como duele. Busque un lugar donde taparme de los disparos aunque ella no volvió a disparar.

“Muy mal Mónica, muy mal, tu papá no te enseño cómo comportarte, me hiciste perder una bala, pero te aseguro que la siguiente será en tu cabeza”.

Me tape la herida, estaba sangrando mucho

“Es una lástima que Alonzo no verá la luz de tus ojos apagarse en mis manos”.

“Isabel si me matas el jamás estará contigo”.

“Puede que tengas razón, pero si él no es mío no será de nadie, después de deshacerme de ti, el será el siguiente”.

“¿Qué ganas con eso?”.

“Hacerlos pagar por humillarme, jamás estarán juntos por más que lo deseen”.

“Isabel, por favor piensa bien las cosas, estas a tiempo, no arruines tu vida”.

“Esa la arruinaste tú el día que decidiste volver Mónica, mis planes, en los que tanto trabaje se vinieron abajo por tu culpa”.

“Aún puedes tener la vida que deseas”.

“No”, grito molesta.

“Yo quiero a Alonzo”.

“Trabaje años para tenerlo a mis pies y nada funcionó, siempre estabas en su mente, no pude hacer qué me tocará sobrio y aun ahogado en alcohol era tu nombre el que salía de sus labios mientras estaba conmigo”.

“Puedes encontrar un amor igual”.

“El amor es para idiotas Mónica yo lo que quiero de un hombre es el poder y el prestigio qué este me puede dar”.

Levantó de nuevo el arma, esta vez apuntando a mi cabeza, de verdad me duele mucho el hombro, me siento débil, he perdido mucha sangre, creo que en cualquier momento voy a perder el conocimiento.

Lo último que recuerdo es el sonido de un arma detonando de nuevo, antes de caer al piso inconsciente.

POV: Alonzo.

Al llegar al sitio de donde vinieron los disparos vimos a unos tipos cuidando la entrada, no eran tantos, no sé si por qué Isabel es tonta o quería pasar desapercibida.

A Antonio y a Joseph no les costó trabajo dejar inconscientes a los tipos esos sin llamar tanto la atención, entramos al edificio y pude escuchar el eco de la voz de Isabel y Mónica, estaban discutiendo, pero eso me indicaba qué Mónica estaba bien, oír su voz significaba qué estaba viva.

No tardamos mucho en llegar donde Isabel la tenía.

Estábamos detrás de Isabel cuando vi a Mónica desplomarse en el suelo parece estar sangrando, mi alma se escapó de mi cuerpo, sentí que el aire me faltaba, quise correr hacia ella pero Isabel volteo y al vernos se sorprendió y abrió fuego contra nosotros.

Joseph se apresuró y me jalo a un lugar seguro pero yo solo quería ir hacia Mónica, no sé cuánto tiempo paso entre los disparos, cuando se quedó sin balas Antonio corrió hacia Isabel y la desarmo.

Yo corrí a Mónica que estaba bañada en sangre, se veía pálida.

“Amor, por favor despierta, tienes que quedarte a mi lado, vamos preciosa, abre los ojos”.

Joseph se acercó donde yo estaba con Mónica en mis brazos y le tomo el pulso.

“Su pulso es débil, presiona su herida para que no siga perdiendo sangre tenemos que llevarla de inmediato al hospital, ya llame una ambulancia, y la policía, vienen en camino”.

“No puedo perderla Joseph”.

“Ella estará bien, es una chica fuerte Sentí eterno el tiempo que tardó la ambulancia en llegar”.

Mónica seguía sin reaccionar la subieron rápido y yo subí con ella, Antonio y Joseph se quedaron con la policía e Isabel.

Mónica se sentía fría, le colocaron un suero en la vena, tome su mano entre las mías qué estaban llenas de sangre.

“Amor, no me dejes por favor, quédate a mi lado”, esa fue mi plegaria todo el camino hasta que llegamos al hospital.

La metieron rápido a una sala de trauma donde no me permitieron entrar y un par de minutos después corrieron con ella al quirófano.

No quiero perderla, todo esto es mi culpa, debí encargarme mejor del asunto de Isabel.

Pocos minutos después de que metieran a Mónica al quirófano mis papás llegaron.

“Hijo, donde esta Mónica”, pregunto mamá, en su rostro se veía lo asustada qué estaba, no dejaba de ver las manchas de sangre en mí.

“En el quirófano”.

“¿Qué sucedió?”, pregunto papá.

“Isabel, yo lo siento tanto, es mi culpa”, dije llorando como un niño, mamá corrió a abrazarme.

“No es tu culpa cielo, ella no quiso entender que tu corazón ya estaba ocupado por una maravillosa mujer, Mónica se pondrá bien ya verás”.

Esperamos varias horas y Mónica no salía del quirófano y tampoco enviaban a nadie a darnos un reporte o algo.

Mientras esperábamos les conté a mis papás todo lo que había sucedido estos días con lo de las amenazas, como Nicol y el papá de Rodrigo estaban involucrados todos.

El señor Harper llego y había temor en su rostro.

“¿Mi niña?”, pregunto asustado.

“Aún no sabemos nada está en cirugía aun”, le dijo mamá en tono tranquilo.

“Esos desgraciados van a pagar por esto”, dijo muy molesto.

“Señor, lo lamento tanto, es mi culpa”.

“Si esa loca mujer con la que te metiste”, comenzó a decirme molesto.

“Ten cuidado con lo que dices Michael, te recuerdo que Nicol también está involucrada en esto, no trates de culpar a mi hijo”, le dijo mamá muy molesta

“Tu ignoraste los tratos qué esa loca le dio a Mónica por años, ahora no trates de ahorrarte culpas”.

“Creo que no es momento de buscar culpables, lo importante es que Mónica este bien”, intervino papá al notar que la discusión se hacía muy pesada.

Todos guardamos silencio varios minutos, no decíamos nada, yo solo le pedía a Dios que no me la quitara, qué me permitiera ser feliz a su lado.

“Hijo”, mamá llamo mi atención, tenía una bolsa en la mano.

“Dime”, pregunte.

“Deberías cambiarte, te mande a buscar ropa”.

“Después, primero quiero saber cómo esta Mónica”.

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