Monica -
Capítulo 68
Capítulo 68:
POV: Mónica.
Obviamente yo reprendí a Ester y le dije que era una tonta por dejarse enredar ya que costaría mucho quitarle culpa del fraude.
Los abogados llegaron y ahí fue cuando interrumpimos la pelea de papá y el abuelo Ellos al igual que nosotros opinaban que si Rodrigo no aceptaba su culpa total sería difícil que Ester no saliera embarrada, lo peor es que ella solo decía una y otra vez
“Lo siento, no quería hacer este problema”.
Más me enojaba porque no la creí tan tonta como para embarrarse así.
Alonzo y los Spencer se unieron en la tarde para ayudarnos con el problema, lo peor es que el abuelo insistía en que deberíamos presentar los cargos con las pruebas que tenemos así no estaríamos tratando de resolver los problemas de Ester.
Papá se rehusaba a que ella saliera embarrada y esa era la razón por la que todos estábamos aquí reunidos, buscando la forma de salvarla.
A papá se le ocurría algo y el abuelo refutaba creo que en el fondo por eso no quería que ellos se metieran en el asunto, cabe destacar que también me lleve mi pequeño regaño por parte del abuelo por no haber denunciado el fraude así fuera Ester la culpable.
Dice que ella debió buscar sola la forma de salvarse, si era tan tonta como para dejarse embarrar merecía pagar, entiendo su punto, pero también entiendo a papá, Ester no es santo de mi devoción, pero papá la quiere como a una hija.
Terminamos tardísimo buscando la manera de liberarla, pero no había forma de hacerlo por completo.
Los abogados idearon el mejor plan para que Ester saliera lo menos perjudicada que se pudiera del caso y aprovechando que Rodrigo estaba siendo investigado por el problema de la fiesta se entabló una demanda en su contra por fraude usando los audios, videos y documentos que Ester les facilitó a los abogados.
Papá aún no estaba convencido por qué Ester aún salía un poco perjudicada, al menos una multa millonaria le esperaba, pero el abuelo y los Spencer dijeron que no podían dejar pasar la oportunidad de hacer que Rodrigo pagará.
Además, el abuelo y papá comenzaron una nueva discusión ya que el abuelo le advirtió que para pagar la fianza de Ester no permitiría que saliera un solo peso de la empresa y que mejor no se atreviera a poner mi patrimonio en riesgo para salvar a una muchacha deshonesta que ni hija de él era, que no entendía por qué siempre ponía a Ester sobre mí, cuando era yo su hija y era por mí que tenía que velar.
Obviamente esas palabras molestaron a papá y comenzó a discutir con él abuelo pero cuando este último se fue papá se acercó a mí para preguntar si me sentía desplazada por Ester.
“Sé que la quieres como si fuera tu hija, no te puedo reprochar por tus sentimientos pero traer a Nicol y a Ester a mi vida no fue tu mejor decisión jamás prestaste atención a los tratos que ambas han tenido conmigo a pesar que el abuelo te lo decía nunca lo escuchaste”, dije.
“Siempre dices que Ester es mi hermana, pero realmente nunca lo hemos sido, ella y su madre se encargaron de hacerme sentir insegura sobre mi apariencia y mi valor como persona y fue Alonzo quien poco a poco fue construyendo esa confianza en mí durante mi adolescencia haciéndome ver y recordándome a cada momento lo hermosa que soy por dentro y por fuera”.
“Es por eso que el abuelo lo quiere mucho a pesar de todo lo que sucedió con nuestra relación en la adolescencia”, le expliqué.
“Cariño perdón”, dijo papá con los ojos llenos de lágrimas.
“Estabas ocupado lo entiendo pero no me pidas que defienda a Ester en el juicio como si fuera mi hermana porque nunca lo fue, si te soy sincera pensaba denunciaría y que ella pagará por el fraude si no me daba las pruebas contra Rodrigo, no me interesa que la quieras como a una hija, ella se equivocó hizo algo malo y merece ser castigada por la ley”.
“No sé cómo no lo vi”.
“No lo viste porque te negaste a hacerlo papá, te amo no me mal intérpretes, no estoy resentida contigo pero no me pidas que vea a Ester con buenos ojos por que simplemente no puedo y no quiero”, agachó la cabeza con los ojos llenos de tristeza, no quería ser tan dura con el pero se negaba a ver la verdad.
“No has sido un mal padre en otros aspectos, de hecho considero que has sido el mejor”, levantó la cabeza un poco y me regalo una pequeña sonrisa, lo abrace, estuvimos así un rato, después nos despedimos.
…
Llegué a casa agotada el nuevo lanzamiento de por si trajo mucho trabajo debido al éxito que tuvo, el recibimiento por parte de la gente fue mejor que el esperado, he tenido múltiples reuniones, la logística de la exportación son muchas cosas y a eso le sumamos el problema de Rodrigo y Ester, los pleitos de papá y el abuelo, creo que ya no doy más.
Al llegar Alonzo me recibe.
“Amor te ves cansada, ¿Todo bien?”.
“Estoy agotada”, me miró con preocupación.
“Cuando todo esto acabe tomaremos unas vacaciones”.
“Claro”, respondí con una sonrisa.
“No quieres dejar de trabajar, podemos casarnos y puedes dejar de trabajar, dedicarte al hogar a nuestros hijos”, mi sonrisa se borró de golpe.
“Esa es tu idea de una propuesta, pedirme que deje de trabajar y que sea ama de casa, a mí me estás pidiendo eso”, dije muy molesta.
“Es que te ves cansada, no quiero verte así”.
“Alonzo, sé que el trabajo del hogar es un trabajo igual de importante y digno como el trabajo de CEO de una empresa como la de mi familia pero que sea la primera y última vez que digas esas palabras, jamás dejaría mi lugar en la empresa por ser tu esposa”, dije.
“Si quieres casarte conmigo debes saber que no soy del tipo de mujer que se queda en casa tejiendo y cocinando esperando a que su esposo llegue yo no soy así y lo sabes, estoy cansada cierto pero no es solo por el trabajo, es el asunto de Ester, Rodrigo, papá y el abuelo, mi trabajo es el que menos me preocupa”, continué.
“Lo siento amor”, dijo acercándose a mí para abrazarme.
“No lo volveré a decir, solo no quiero que estés así, quiero que seas esa Mónica vivaz de siempre, que no te preocupes por nada”.
“Mi trabajo me hace feliz, si me pides que lo deje por ti, por experiencia sabes que no te elegiré, que me elegiré a mi primero”, me miró con tristeza.
“Así que mejor no me pidas que elija por qué realmente te amo y creo que esta vez me dolerá más hacerte a un lado”.
“Yo también te amo, lo lamento”, me volvió a abrazar.
No es que no lo ame, es que no pienso hacer a un lado mi vida para vivir solo para Alonzo, puedo hacer mi vida a su lado.
Pero no pienso dar mi brazo a torcer en cuanto a mi vida profesional se trata, he trabajado duro para demostrar que soy capaz de manejar esta empresa y ahora que tengo el respeto de las personas no pienso decir.
“Si bueno lo intente, lo logre, pero ahora me voy a casar y jugar a la casita feliz”.
Esa no soy yo, construir la seguridad en mi misma me llevó tiempo.
No soy de las que se sientan a esperar o solo se dedican a hacer obras benéficas, que no está mal, pero no es lo mío.
Lo mío es trabajar arduamente y ganarme lo que tengo no porque me lo dieron en bandeja de plata si no, porque me lo gane con méritos, porque tengo la capacidad de hacerlo.
“Te puedo tomar la palabra con respecto a las vacaciones de todo lo que dijiste eso fue lo único bueno”, le dije a Alonzo viéndolo a los ojos, en su rostro se dibujó una pequeña e incómoda sonrisa.
“Está bien, las vacaciones serán, lo siento cariño”.
“Está bien, solo no me vuelvas a pedir que deje mi trabajo, y lo de pedirme matrimonio, voy a obviar esa propuesta”, esta vez sí sonrío sinceramente.
“Seguiré trabajando en mis propuestas entonces”.
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