Monica -
Capítulo 56
Capítulo 56:
POV: Alonzo.
Desde mi lugar veo a Mónica y a sus amigos ir a la pista de baile ella está disfrutando y yo la veo sonriente desde donde estoy.
Se está divirtiendo con sus amigos, sé que hay otros tipos viendo lo hermosa y se%y que es, pero ella ni siquiera lo nota.
Por alguna razón desvío mi mirada a la barra y veo a Rodrigo, sigo su mirada y está perdido en Mónica, hay algo en su mirada que no me gusta así que frunzo el ceño.
Después de varios minutos Rodrigo se pone de pie y yo sigo sus movimientos con mi mirada, se acerca a Mónica y pone sus sucias manos alrededor de ella, me paro furioso y llamó la atención de Miguel.
“¿Qué sucede?”, pregunta mi amigo.
“Le voy a cortar las manos a ese idiota”, digo mientras veo a Mónica discutir con Rodrigo.
Federico se acerca cruza algunas palabras con el tipo ese y se lleva a Mónica puedo ver a Rodrigo que se ve furioso por la acción de Federico, este último no es santo de mi devoción, pero le agradezco en el fondo que haya alejado a Mónica de Rodrigo.
En estos días me han llegado rumores de algunos conocidos que dicen que Rodrigo afirma que tendrá comiendo de su palma a la heredera de Harper Giordano, el idiota presume que Mónica caerá ante él.
Conozco bien a mi chica y sé que por nada del mundo se fijaría en Rodrigo, sé por ella misma que no confía en él, su trabajo en la empresa no la tiene conforme, aunque no me ha dicho en sí que es exactamente lo que le molesta.
Sé que el tipo no es para nada de su agrado.
Desde mi lugar sigo cuidando a Mónica sin que ella se dé cuenta y vigilando a Rodrigo que no aparta su vista de ella.
Mónica se aleja de sus amigos se dirige al baño según parece por la dirección que toma y Rodrigo comienza a moverse a la misma dirección mis alarmas se encienden y voy también hacia el lugar.
No escuché toda la conversación, pero el ver al tipo acorralando a Mónica y que esta le diga que se aparte y el ignore la petición me pone realmente furioso, no pude evitar enfrentarlo.
Al verme, Mónica sonríe, pensé que se iba a molestar, pero parece que le agrada verme, cruzó un par de palabras con Rodrigo y la llevo lejos de él, para mí sorpresa mi chica me invita a pasar el rato con ella y sus amigos.
Le envío un mensaje a Miguel y este no tarda en llegar a nosotros, siento a Mónica en mis piernas y la rodeo con mis brazos así todos los que han estado viéndola toda la noche sabrán que tiene dueño, no lamento romper sus ilusiones.
Nos paramos a bailar y esta mujer me quiere volver loco, su cuerpo está pegado al mío y mi respiración se vuelve errática, acarició su bello cuerpo.
Juro que si no la saco de aquí en este momento la terminaré haciendo mía en cualquier momento.
“Amor, creo que debemos irnos”, digo con voz ronca y llena de deseo, susurrando a su oído.
“Me estoy divirtiendo”, dice ella con tono inocente.
“Amor, si no te saco de aquí, te haré el amor en el baño”
Ella se separa un poco de mí y me mira a los ojos un poco asombrada, pero después sonríe.
Sé que puede ver en mis ojos cuanto la deseo, me da un beso y quiero más, pero si la sigo besando voy a perder el control.
“Está bien, déjame despedirme de los chicos”
Me toma de la mano y me dirige donde sus amigos, nos despedimos de ellos y salimos del lugar, afuera.
El aire está frio por lo que Mónica se abraza a sí misma cuando el aire golpea su pálida piel, la atraigo a mí y ella se deja hacer, vuelvo a besarla mientras espero a mi chofer.
“Ese vestido está muy descubierto cariño”
“Creí que te gustaba”, respondió con picardía.
“Me encanta, pero ahora te estas muriendo de frío”
“No importa, para eso tengo mi calentador personal”, dice con una brillante sonrisa.
Esta mujer es perfecta.
Subimos al auto y le pido al chofer nos lleve a casa, todo el camino voy besando a mi hermosa novia.
Sus labios, su cuello, acarició sus piernas, cuando al fin llegamos al estacionamiento nos apresuramos a bajar y ya no resisto más en el elevador la cargo y la empiezo a besar como si mi vida dependiera de ello.
Ella enrolla sus piernas alrededor de mí y sus manos juegan con mi cabello, pongo mis manos en su trasero que por la fina tela del vestido se siente como si no trajera nada de ropa y eso me hace gruñir.
Entre risas y besos llegamos a mi piso, abro la puerta y nos dirijo a mi habitación.
Una vez ahí, la pongo de pie en el suelo, ella ya había quitado los botones de mi camisa así que solo la termine de quitar.
Le quité el vestido y casi me da algo al ver que ella solo vestía ese diminuto pedazo de tela.
No lleva sostén y su pequeña tanga apenas y la cubre.
“Juro que de haber sabido que ese trozo de tela era lo único que traías no te dejó ir a ningún lado”
Se acercó de nuevo a mí, desabrocho mi pantalón, la recuesto en la cama con cuidado y me deleitó probando cada centímetro de su blanca piel.
Me entretengo con cada uno de sus pechos mordiendo, chupando y lamiendo cada uno mientras mis dedos se deslizan por sus pliegues, esta húmeda y eso me hace sonreír.
Sus g$midos hacen que mi bulto se apreté contra mis pantalones, introduzco mis dedos en ella, es tan perfecta.
Mi lengua comienza a jugar con ella mientras mis dedos entran y salen.
Cuando siento que ella se aprieta alrededor de mis dedos, sustituyó mis dedos por mi lengua y bebo cada gota de su dulce org%smo.
Puedo robarme todos y cada uno de ellos y no me aburriría jamás, me levanto y la miro, el rosa de sus mejillas y su sonrisa me indican que le gustó.
Bajo a su tanga y la hago a un lado, me quito el pantalón junto con la ropa interior y libero mi er$cción, lo frotó en su entrada.
Está sensible por el org%smo que acaba de tener por lo que g!me con fuerza lo que me hace gruñir de placer, sin previo aviso me introduzco completo en ella.
Arquea su espalda y ambos gem!mos, se siente tan bien estar dentro de ella, es una adicción.
Comienzo a moverme, hace mucho que no soy delicado con ella sé que le gusta que sea un poco rudo y a mí también me gusta, me empujó hasta llenar su interior una y otra vez.
Solo se escuchan g$midos y jadeos además de nuestros cuerpos chocando.
“Alonzo”, dice mi amada cuando está lista.
El escuchar mi nombre en sus dulces labios con una voz llena de placer me hace terminar también junto ella y alcanzar juntos el org%smo.
Me dejó caer sobre ella no sin antes besarla.
Escondo mi rostro en su cuello y aspiro su dulce aroma mientras nuestras respiraciones se normalizan, me empuja un poco y me giro quedando boca arriba.
Ella se sube en mí y ambos sonreímos.
En cuestión de segundos mi amigo está listo para ella, me monta como la diosa que es, el vaivén de sus pechos es innatico.
Los meto en mi boca y ella g!me de placer.
Todo esto mientras ella mueve deliciosamente sus caderas sobre mí, hasta que ambos volvemos a explotar de placer.
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