Monica
Capítulo 20

Capítulo 20:

POV: Alonzo.

Beso a Mónica con tanto deseo, porque realmente la deseo, la amo, saco su blusa y la veo sonrojada.

“Eres perfecta, tan hermosa”

Le doy pequeños besos en el rostro, su cuello, el nacimiento de sus pechos.

“Si no quieres, me puedo detener”

“No te detengas”, dice con su dulce y tierna voz.

Me quito mi camiseta y sus manos recorren mi pecho, su toque es mágico, desabrocho su pantalón y lo deslizó por sus piernas, le doy un beso en el vientre mientras tanto, haciendo que su piel se erice.

Me deshago de mi pantalón y la deposito con delicadeza en la cama colocándome entre sus muy bien torneadas piernas.

La vuelvo a besar en los labios esos que me saben a gloria, beso su cuello, mientras desabrocho su sostén y lo hago a un lado.

Es perfecta, sus pechos no son tan grandes, pero tampoco son pequeños; son perfectos, se ajustan perfectos en mi mano.

Cuando siente mi toque, suelta un g$mido y automáticamente su mano tapa su boca, se la quito.

“Déjame oírte”, le digo viéndola a los ojos.

Me encanta ser yo el que produce tan dulce sonido, la vuelvo a besar antes de empezar mi recorrido de besos que llegan a uno de sus hermosos pechos; lo tomo, beso, muerdo y chupo.

Sus pechos responden a mi tacto mientras que con mi mano imitó los movimientos de mi lengua en el otro pecho, intercambio entre uno y el otro, sus g$midos son discretos pero encantadores.

Mi mano libre se abre paso hasta sus pliegues, noto que se pone tensa, levantó la vista y la miro a los ojos.

“¿Me detengo?”, pregunto porque no pienso presionarla, aunque me muera por estar con ella.

Ella es quien tiene la última palabra, niega con la cabeza, toma mi rostro entre sus manos y me besa, invitándome a seguir.

Introduzco uno de mis dedos en su interior, se siente tan apretada, suelta un g$mido qué es apagado por mis labios, está tan húmeda.

Cuando siento que ya se acostumbró a mi pequeña invasión, introduzco otro dedo provocando que su cuerpo reaccione.

Cielos, me estoy volviendo loco, quiero estar dentro de ella, la presión de mi amigo ahí abajo me grita que la tome, pero no la quiero lastimar. Cuando siento que esta lista me deshago de lo que resta de su ropa interior y la mía.

Mira mi p$ne un poco asustada, lo que me hace sonreír.

“Tranquila, si qué cabe”, le digo con una sonrisa y ella hace un puchero casi imperceptible.

Le doy un pequeño beso.

“Amor, va a doler al principio, si me dices que me detenga lo hago, ¿Está bien?”

“Está bien”, dice mi chica acariciando mi rostro.

Me posicionó en su entrada, y comienzo a introducirme en ella muy lentamente lo cual es una tortura para mí, está tan estrecha, sus manos se aferran a mi espalda una vez dentro. Así que me detengo.

“¿Estás bien?”, pegunto viendo sus hermosos ojos azules y ella me regala una sonrisa y asiente.

“Voy a seguir”

La beso y comienzo por moverme despacio, entrando y saliendo de ella una y otra vez, sus suaves g$midos me indican que le está gustando así que incremento la velocidad después de varias embestidas.

La siento contraerse alrededor de mí y a los pocos minutos yo también llegó al clímax, nos doy la vuelta a ambos recostándola en mi pecho mientras recuperamos el aliento, hasta que nuestra respiración se normaliza.

“¿Estás bien?”, le pregunto tomando su rostro entre mis manos para verla a los ojos.

“Muy bien”, dice ella con una hermosa sonrisa.

“¿Podemos hacerlo de nuevo?”

Y esa pregunta me hace reír.

“Claro que sí amor, pero solo una vez más, es tu primera vez y mañana dolerá”

La beso y vuelvo a hacer mía a mi dulce chica.

Cuando volvemos a terminar nos quedamos dormidos abrazados.

POV: Mónica.

Me despierto, aun no sale el sol, estoy acostada en el pecho de Alonzo con sus brazos alrededor de mí.

Lo miro mientras aun duerme, es muy guapo, su mandíbula que parece una escultura, sus perfectos labios qué cuando me besan siento que llego al cielo, sus largas pestañas, es perfecto y sobre todo me ama.

Como no voy a amarlo y darle todo de mí, sé lo difícil que fue para él esperar a que estuviera lista, sé cuántas veces se contuvo y también sé que solo tiene ojos para mí.

Lo he visto cuando otras chicas se acercan a él, simplemente las ignora, toda su atención es para mí, me hace sentirme segura de mí misma, siempre me dice que soy hermosa, es mi primer amor y espero dure para siempre.

A su lado soy feliz, sé que su sueño es Harvard y para lograrlo se tiene que alejar de mí, pero sé que podremos seguir como hasta ahora a pesar de la distancia.

“¿Por qué me miras tanto?”, dice con los ojos aun cerrados y una pequeña sonrisa en los labios.

“Porque eres demasiado atractivo, estoy pensando en que hacer para que en la universidad otras chicas no te miren”

Abre sus ojos y me regala una enorme sonrisa.

“No tienes que hacer nada, yo solo tengo ojos para ti”

Me besa y siento como si fuera mágico, pero lo detengo antes de que ese beso llegue a más.

“¿Qué sucede?”

“Está por salir el sol, todos se van a levantar pronto, debes irte a tu habitación”

Se le borra la sonrisa y me mira.

“¿Estás hablando en serio?”

“Sí”

“Generalmente era yo el que echaba a las chicas, es la primera vez que me quedo a dormir con una y me echa”

Se ríe, y lo golpeó.

“¿Qué?”

“Deja de hablar de las otras chicas con las que has dormido”

“Esas chicas no eran nada, tú eres todo, te amo”

“Aun así, tienes que irte”

Hace un puchero, pero igualmente se levanta, se pone su pantalón, recoge su camisa, se acerca y me da un beso.

“Te veo al rato, toma un analgésico”

Acaricia mi mejilla con el pulgar mientras me mira a los ojos y me da otro beso.

“Eres hermosa”

Sale de la habitación mientras me deja con una tonta sonrisa en el rostro y doy un largo suspiro.

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