Monica
Capítulo 16

Capítulo 16:

POV: Mónica.

Después de que prácticamente Alonzo anunciará con sus acciones a toda la escuela que estábamos saliendo, mi vida se transformó en un caos, varias de las chicas de la escuela no se tomaron a bien que el chico guapo se fijará en una niña de primer año.

Con los días las cosas fueron mejorando, yo iba a sus partidos de fútbol a apoyarlo y él iba a mis partidos de vóleibol.

Pasaron unas cuantas semanas, salimos de la práctica juntos un viernes y en lugar de llevarme a casa, me llevo a un elegante restaurante.

Me sentía sumamente incomoda, no tenía nada de maquillaje, usaba ropa deportiva y mi cabello recogido en un moño con una cola, él usaba ropa deportiva también.

“No, no vamos a entrar ahí”, dije presa del pánico al ver que el lugar era bastante elegante.

“Tranquila”, dijo con una sonrisa.

Él no sonríe mucho, pero para mí siempre lo hace. Me tomó de la mano e ingresamos al lugar, me sorprendió ver que estaba completamente vacío, solo una mesa estaba arreglada para dos.

“¿Qué es esto?”, pregunté dudosa.

“Vamos a comer”, dijo con total tranquilidad.

Me ayudo con la silla y se sentó frente a mí, a los pocos minutos un camarero nos trajo la comida, no sé por qué yo estaba sonriendo, pero no podía evitarlo, charlamos de todo y nada como siempre.

Con él puedo hablar hasta del tema más absurdo y sentirme cómoda.

Al momento del postre me tomo de la mano y me miró a los ojos.

“Antes de hacer esta pregunta quería demostrarte que puedes confiar plenamente en mí, que no estoy jugando contigo”

Lo miro y sus ojos dicen que está siendo sincero.

“Te conozco de toda mi vida, siempre me has parecido una niña muy linda, pero debo admitir que desde el primer día de clases te me metiste en la mente y no te he podido sacar de ahí, muchas personas incluida mi mamá me advirtieron que si decidía acercarme a ti no te lastimara, eres una persona dulce y desinteresada, además de inteligente y talentosa, es imposible no girar la cabeza en tu dirección, eso me ha causado muchos dolores de cabeza, no tienes idea, odio que otros chicos te vean, pero entiendo que serían unos idiotas si no se fijarán en lo maravillosa que eres”

Podía sentir mis mejillas ponerse rojas, él siempre es serio y frío con los demás, pero es tan tierno conmigo.

“Por eso te quiero preguntar si quieres ser mi novia”

“Sí”, dije con una enorme sonrisa en el rostro.

“Claro que quiero”

Se puso de pie y me beso, un beso tan tierno. Sus brazos alrededor de mi cintura y los míos en su cuello.

Después de besarnos hasta el cansancio nos dispusimos a comer nuestro postre, podría decir que en este momento soy la chica más feliz del planeta.

Me llevo a casa, papá me esperaba en la sala.

“¿Y bien? ¿Le dijiste que sí o que no?”

Me sorprendió qué papá supiera.

“¿Cómo es que…?

“Primero me pidió permiso cariño, eso sin contar que Joseph siempre está detrás de ti”, dijo con una sonrisa y yo también sonreí.

“Bueno, le dije que sí”

“No puedo creer que ya hayas crecido tanto para que los chicos me pregunten si pueden ser tus novios”, dijo con algo de tristeza.

“Papá…”

“Siempre serás mi niña, nunca lo olvides, eres la luz de mis ojos”

Me abrazó y yo correspondí a su abrazo.

Al día siguiente decidí no acompañar a papá a la hacienda, era sábado, hoy tenía una cita con el que ahora es mi novio, cuando llegó por mí inmediatamente lo besé y el correspondió abrazándome de la cintura.

“Ya no respetas la casa”, dijo Nicol, mi madrastra, detrás de nosotros.

“Aunque nunca lo has hecho”

“Buenas tardes, señora”, le dijo Alonzo, en tono serio y frío.

“Alonzo, es un placer verte”, dijo con una sonrisa al ver que se trataba de él.

“Si nos disculpa, nos vamos”, dijo Alonzo sin cambiar su tono.

“Sí, claro, Mónica espero sepas comportarte”, dijo antes de que saliéramos.

Me tomó de la mano y salimos de la casa.

“Tu madrastra es una pesadilla”

“Lo sé”, dije con una sonrisa.

Subimos a su auto y fuimos al cine y después a cenar a su casa, ya que su mamá me invitó a cenar con ellos, al llegar ella me recibió con un gran abrazo.

“Mónica, qué gusto que estés aquí”

“Gracias por la invitación”, digo con una sonrisa mientras ella se aparta de mí para saludar a su hijo.

“Se ven tan lindos juntos”, dice sonriendo para ambos.

“Vamos, Peter nos espera”

Llegamos a la sala y el Señor Spencer me saluda igual que su esposa, nos sentamos en la sala a platicar, me preguntaron cómo me iba en la escuela y si su hijo se portaba bien conmigo, no podría decir que no, ellos son una familia tan unida y me recibieron como si yo ya fuera parte de ella.

Pasamos al comedor y la plática fue amena, después de la cena subimos a la habitación de Alonzo, él tenía que sacar algo para Miguel antes de pasar dejándome por mi casa.

No puedo decir que no estoy nerviosa porque claro que lo estoy, estar sola con él en una habitación me pone los nervios de punta. Admiré la habitación qué tiene un enorme ventanal con vistas al jardín, todo es tan masculino y ordenado, en tonos azules y grises.

“Linda habitación”, comento al verlo qué no aparta la mirada de mí.

“Gracias”

Se acerca y me toma de la cintura antes de unir sus labios con los míos.

“Es mejor que te saque de aquí antes de que pierda el control”, dice cuando nuestros labios se separan para tomar aire y pega su frente con la mía mientras sus ojos están cerrados.

“Bien, vamos”

Sale de su trance, me toma de la mano, y salimos de la habitación, su madre aún está en la sala, le dice que va a pasar a dejarme y después se verá con Miguel.

“Está bien cariño, conduce con cuidado, fue un gusto verte Mónica”

“Igualmente señora”

“No me digas señora, me hace sentir mayor, dime Nati o Natalie”

“Está bien, hasta luego Nati”

Esta me da un abrazo y salimos.

“Tu mamá es muy linda”, le digo a Alonzo una vez entramos al auto.

“Tú le agradas”, dice con una brillante sonrisa.

Ponemos música en el auto y cantamos en el camino, se ve totalmente diferente, alegre relajado, nada que ver con el chico serio y frío que veo a diario en la escuela, me gusta que se sienta cómodo conmigo como para mostrar esa parte de él.

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