Mi motivo eres tú
Capítulo 42

Capítulo 42:

“Entonces, ¿Qué hiciste en la casa de la abuela?”

Raisa preguntó a Alexa y a Adrie mientras las ayudaba a ponerse el pijama.

Ellas habían llegado a poco.

“Comimos muchos chocolates”.

Adrie sonrió a su madre, sabiendo que Raisa no permitir que ellas comieran esta cantidad de chocolate.

“La abuela nos llevó al parque y también a una fiesta de cumpleaños”

Dijo Alexa.

“Tía Elena también vino a visitarnos a casa de la abuela”

Agregó, y Adrie asintió.

Raisa recordó con cariño su propia infancia y cómo solía visitar a su abuela.

La dulce sensación de compartir momentos especiales con su ser querido llenó su corazón de nostalgia y felicidad por sus hijas que ahora experimentaban lo mismo.

A ella y a Ronald también les gustaba Magda.

Raisa se sonrojó al recordar todo lo que habían hecho durante el fin de semana.

“¿Pasa algo, Raisa? Tus mejillas se están poniendo rojas”

Preguntó Alexa curiosa.

¿Por qué ella estaba reaccionando así?

¿Había hecho algo?

“No es nada, querida. Llevamos las chicas a la cama”

Dijo ella, y luego las observó mientras subían a la cama.

En eso, Ronald entró.

Él se acercó a las niñas y las beso en la frente; luego se sentó en el lado izquierdo de la cama, con Raisa sentada en el lado derecho.

“Estábamos pensando en cambiar la estructura de tu habitación”

Dijo Ronald a las chicas, y ellas lo miraron confundidas, especialmente Alexa, que tenía el ceño fruncido.

“¿Tú quieres que reorganicemos la habitación para usted con camas separadas? La cama de Adrie estará de este lado y la cama de Alexa estará del otro”.

Alexa asintió negativamente.

“A Adrie y a mí nos encanta compartir la misma cama. ¿No es así, Adrie?”

Dirigió la pregunta a Adrie, que asintió positivamente.

¡Parecían unas cómplices perfectas para un crimen!

“Está bien, entonces. Si eso es lo que quieren”

Dijo él mientras miraba a Raisa, que se encogió con él.

Mientras no hicieran nada malo, no veía razón para rechazar esa petición.

Raisa y Ronald se quedaron un poco más con las chicas, hablaron con ellas hasta que se durmieron.

Ambas parecían contentas por haber compartido tiempo de calidad con su familia.

Ahora debían irse sin hacer ni un solo ruido para evitar despertarlas.

Así que, después de mucho esfuerzo… abandonaron la habitación.

Luego, sin pensarlo mucho se fueron a la habitación de Ronald.

“Ven aquí”

Señaló el espacio junto a él, Raisa se levantó y hundió el rostro en el hueco de su cuello.

Él puso su brazo derecho alrededor de ella y le acarició el cabello con la mano izquierda, porque él sabía que la necesitaba más que nunca, sobre todo después de la noticia que miraron hoy.

¡Necesitaban pasar más tiempo de calidad!

Más temprano, después de que terminó el almuerzo, se encontraron con las noticias en televisión sobre algunos hombres involucrados en robos y vi%laciones.

Frank Alba, ex prometido de Raisa, fue mencionado como el líder de estas personas.

Esto fue una gran sorpresa.

Después de ver las noticias, Raisa tuvo una especie de sentimiento desconocido sobre ella.

¿Era lástima?

No… eso era imposible.

¿Tal vez era… pena?

No, él se había ganado eso por sus acciones.

Todos en algún momento seremos pagados o castigos por nuestras acciones y a él ya le había llegado su momento.

Era el camino que él eligió y ahora tenía que enfrentarse a las consecuencias.

Después de pensarlo, encontró la respuesta.

Estaba contenta.

Contenta de haber podido salvarse y de haberle asegurado un futuro mejor a su hija.

Claro, había un gran factor de suerte, pero se sintió aliviada.

Era algo difícil de explicar.

Adrie estaba libre de su padre, pero era triste recordar lo de su ab%rto.

Más importante aún, estaba pensando en la madre de Frank, que debería sentirse tan decepcionada en él.

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