Mi esposa genio -
Capítulo 87
Capítulo 87:
Miró a Christ y dijo entre más lágrimas: «Christ, yo no he hecho eso. Debes confiar en mí. Tú me conoces. ¿Cómo iba a pegar a una niña?».
Penny fulminó a Jayla con la mirada y dijo: «¡Dile la verdad!».
Jayla temblaba de miedo. Levantó tímidamente la mirada hacia Christ y luego bajó rápidamente la cabeza, presa del pánico.
«Papá, yo… ella… ella no me pegó. Todo ha sido culpa mía. Me lo invento». La voz de Jayla se apagó en un débil susurro.
Christ sabía que Penny obligaba a Jayla a asumir toda la culpa.
Sus cejas se fruncieron con fuerza al mirar el rostro pálido de Jayla.
Los ojos de Penny brillaban con orgullosa excitación. «¿Ves? Christ, nos conocemos desde hace muchos años. ¿No me conoces? Por favor, créeme, ¿Vale?».
«Penny, siempre creí que te conocía bien, pero ahora no lo sé». Christ continuó: «Penny, pegaste a la niña y la obligaste a asumir la culpa. Me dejas impresionada».
«¡No lo hice!» Penny miró a Christ con incredulidad, porque Christ la eligió sin pensárselo dos veces cuando inculpó a Kiki cinco años atrás. Penny no esperaba que cambiara.
«Penny, haré que alguien te envíe de vuelta». Christ clavó sus ojos en el rostro de Penny sombríamente: «No hace falta que vengas si no ocurre nada especial».
» Christ, ¿Qué has dicho?» Penny le miró atónita: «¿Me estás echando?».
Aunque Christ no había querido tocar a Penny, nunca la había alejado. ¿Ahora lo hacía por dos chicos salvajes salidos de la nada?
Antes de que Penny pudiera recuperarse del shock, el chófer de Christ la había invitado a salir.
Penny miró fijamente a Jayden y Jayla, y el odio surgió en su interior. No podía marcharse así, pero Penny conocía a Christ. Si se quedaba aquí, Christ la odiaría. Penny tuvo que marcharse sin querer.
Jayden y Jayla se sintieron bien cuando vieron la cara contorsionada de Penny. Por fin habían vengado a Kiki.
A Christ no se le daba bien expresar sus sentimientos, pero miraba a Jayla con ojos suaves.
«Jayla, ¿Dónde te ha pegado? ¿Aún te duele?»
«Papá, estoy bien». Jayla negó con la cabeza. Freya y Kiki le dijeron que Christ era cruel, pero ella no lo creía así.
Jayla supuso que Kiki podría volver con Chris el no era tan malo.
Jayla estaba sumida en sus pensamientos cuando el mayordomo se apresuró a acercarse: «¡Christ, el Señor Fitzgerald ha venido a buscar a alguien!».
Al oír la voz del mayordomo, Kieran, Freya y Kiki entraron en el salón.
Cuando Christ vio la cara de Kieran, la sorpresa le retumbó en la cabeza.
¡Fitz se había tirado a su mujer!
¡Kiki le había traicionado!
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